Diara soltó una carcajada y me enseñó su puño para que yo se lo chocara. Seguidamente comenzó a enseñarme los pasos básicos para poder defenderme y maniobras que podía usar, Chris no dijo nada, solo se levantó y cojeando se fue a su habitación. No podía de dejar de pensar en el Ofur, habían pasado 18 años, ¿por qué de repente todo cambió?, me sentía como si me hubieran metido en un retorcida pelicula de miedo.
-¿Por qué ahora? –murmuré cuando me agaché evitando una patada de Diara, ella frunció el ceño sin entender, así que agregué:- El Ofur, ¿por qué ahora?, pudieron haberme secuestrado cuando era una bebé.
Di unos cuantos puñetazos directo al rostro de Diara, que ella evitó con facilidad.
-Cuadra los hombros y empuña las ma
Me estampó contra el piso, mi columna sufrió todos los daños, aruñé sus brazos porque él me agarraba del cabello, halándolo como si intentara arrancarlo, sentí su piel ceder a mis uñas y la sangre comenzó a escurrirse, él se apartó con un gruñido, aproveché para levantar mi pierna, y tomar con mis manos su cabeza como me había enseñado Diara, pero Chris tenía mucha más experiencia en la lucha y me retuvo en un simple movimiento, inmovilizándome por completo, me mostró una enorme sonrisa al tenerme en su dominio.-Te falta mucho para pensar en ser mi rival –dijo, parecía querer decir algo más, pero giré mi rostro y mordí su brazo con la única intención de arrancar un pedazo de su carne, Chris soltó un grito de dolor mientras se levantaba con agilidad para alejarse de mí, e
Sus labios, su toque, su olor, no hacía que mi estomago sintiera las pirañas o los peces en mis estómago, odiaba a Keller, pero había sido la unica persona que podia derretirme con tan solo su mirada. Las manos de Chris fueron a mi cintura, sus labios los sentía muy pegostosos, su respiración me atosigaba, simplemente no era Keller. Me separé sosteniéndole la mirada, estaba segura que en mi rostro se reflejaban miles de sentimientos encontrados porque Chris soltó un pequeño suspiro cuando retrocedí unos pasos y me voltee para ir a mi habitación rapidamente.¿Qué acababa de pasar?, me acosté en la cama y cerré los ojos, no estaba completamente segura de lo que sentía, pero estaba segura de que no quería pensar en nadie, mucho menos en Chris ni en el fantasma de Keller, increíblemente, me quedé dormida.A la mañana
En el momento en el que dejé de forcejear y me rendí a mis deseos, fue cuando me di cuenta que lo odiaba de la misma forma en la que lo seguía amando, las lágrimas se escurrieron por mis mejillas mientras mi lengua acariciaba la suya con desesperación, la rabia me volvió a atacar.Es un mentiroso. Dijo mi subconsciente, me separé y le di una fuerte cachetada que resonó en toda la habitación.-¡Te odio! –expuse con frustración, Keller me miró unos segundos y me volvió a besar, olvidé incluso lo que estaba pensando.Sus manos descendieron hasta mi trasero para alzarme, yo envolví mis piernas alrededor de sus caderas y me estampó contra la pared con su cuerpo, tenerlo nuevamente así fue como cumplir ese sueño que tanto anhelé durante semanas y a la vez solo quería olvidar.Mordió mi labio inferior dejándome completamente desarmada, el calor consumiéndome; convirtiéndose en fuego. Metí mis dedos en su cabello cuando sus labios descendieron po
«Eres tú…», sentí como si hubiera llegado al tope, yo era el Ofur, lo que la mayoría de las personas buscaban, ¿acaso también era un vampiro, o un hombre lobo pero no lo sabía? Creo que murmuré un: “¿qué?” porque Keller dijo:-Puede que no lo sepas, pero de seguro no te has puesto frente a un computador o has armado programas con anterioridad.Ni de asomo, en mi casa solo había una computadora de mi padre y solo podíamos usarla para los trabajos de la universidad que hacíamos en grupo, aunque ahora que lo pensaba, era muy buena usando los aparatos eléctricos, podía instalar cosas sin leer las instrucciones, ¿acaso era posible que yo fuera capaz de hacer esos complicados algoritmos?, parecía ser una broma o tal vez una pesadilla, todo lo que estaba viviendo parecía una pesadilla.-¿Estas bien? –murmuró Keller cuando me vio caer sin fuerzas en el mueble, ¿por qué Diara no me lo dijo?, ella debía de saberlo.-Es solo… -susurré- c
-¿Todos estos autos pertenecen a tu mafia? –pregunté cuando entramos en el estacionamiento lleno de autos nuevos, la motocicleta estaba al lado de la camioneta, pero Keller activó la alarma de un Ferrari negro totalmente deslumbrante.-Mi mafia –repitió con burla para sí y me respondió: - todos estos autos me pertenecen, el resto tiene sus propios autos.¿Todos?, ¡vaya!, eran como cien autos en este amplio estacionamiento, me daba curiosidad por saber qué tipo de mafia manejaba Keller, por lo que sabía podía estar metido con la droga o tal vez con negocios ilegales de documentos, incluso reventa de piezas… tal vez hacía todas las anteriores.Debía asustarme, pero… no lo hacía.-Alessia –dijo cuando cerró la puerta del auto y lo encendió con el celular, tuve que recordar que no era normal
Unos meses después. Ibamos en el carro hacia el aeropuerto, esta vez, me llevaban más escoltada que el mismísimo presidente con toda su familia en una campaña publica, sabía el lugar a donde íbamos no quedaba exactamente en ninguna parte; asi lo hacían ver, que no existía.Estos últimos meses habían sido tal vez los más horribles de mi vida debido a que me tuve que guardar el hecho de que casi ayudé a Keller a robar al gobierno, así hubiera sido como “robar al ladrón”, porque ellos eran una mafia, la más peligrosa del país, y todos en este lugar los odiaban porque tenían prácticamente la ciudad en sus manos, así que simplemente guardé este sentimiento para que nadie me dijera lo estúpida que era o lo incoherente de mis actos por amar a un hombre que supuestamente era aborrecible.Él ya no estaba, pero seguía creo que nunca podría amar a otra persona como lo hice con él.Escuché que no duraría ni un día en la cá
Cuando llegué al aeropuerto, comencé a temblar, ¿Cómo estarían mis padres adoptivos?, ¿habrían cambiado mucho las cosas?, y sobre todo… ¿Keller? Había visto unas pistas, pruebas de que él seguía vivo, pero no había nada que me lo confirmara, después de todo nadie encontró su cuerpo porque se lanzó al mar.No quería darme falsas ilusiones, pero… la esperanza era lo último que se perdía.Si yo tenía 30 años, él debía de tener 44 a punto de cumplir los 45, Dios mío, si estaba vivo de seguro que ya se había casado, tendría hijos y su esposa sería una mujer hermosa con buen busto y… cerré los ojos, no debía pensar en él otra vez, duré diez años para olvidarlo, no podía caer en lo mismo nuevamente… pero ¿estaba vivo?
Sus ojos azules tan hermosos como los recordaba, las arrugas en su frente parecían estar más pronunciadas y su larga cabellera ya no estaba, se había cortado el cabello, mi pecho sintió el susto de la impresión y los sentimientos que habían muerto comenzaron a florecer otra vez dentro de mí. Él dio un paso hacia mí, examinándome detenidamente con una mirada retraída, como si no me conociera.-¿Quién eres? –murmuró.Esas dos palabras fueron suficientes para sentir mis ilusiones morir otra vez, él se había olvidado por completo de mí. Abrí la boca pero mi voz tardó en manifestarse.-Alessia –dije-, o como tu me llamabas… Catira.Keller pestañeó varias veces y frunció el ceño como si yo fuera una estupida niña loca.-Alessia está m