ANA.Él ha intentado convencerme de que él puede ser mejor alfa que él. Gobernar es su mayor deseo, es una locura pues nosotros no tenemos la culpa de que por el linaje de Enzo lo haya llevado a ser el alfa real Milenario.Él intenta hacer que yo cambié de opinión, con sus charlas de democracia.El sonido de una cadena siendo arrastrada hace que me ponga en alerta.— Hola luna, que tal tu día, déjame decirte que el gilipollas de tu alfa descubrió al espía.— se ríe.— ¿Eso quiere decir que pronto nos encontrara?— hablo con ironía.— No, seas tan estúpida, ella nunca dirá nada.— me grita.— Enzo tiene sus métodos para hacerla hablar de...— me interrumpe.— Tu tono sarcástico no es bueno para tu cachorro.—— Nada de esto es bueno.— gruño.Él sonríe y se acerca tanto que puedo sentir su desagradable aliento, está cerca de mis labios, intento alejarme y él toma mi cara y me besa.¡Me está besando!, la bilis sube por mi garganta, expulsó el vómito que cae sobre su cara y pecho, él se aleja,
SOFÍA.— Mami.— grita un pequeño de estatura promedio y ojos verdes brillantes y sonrisa traviesa.— Hola cariño.—— Mami papi está enfadado.— susurra y yo me inclino a su altura y revuelvo su cabello.— ¿Qué hiciste pequeño travieso?—— Nada, lo juro.— me mira con sus grandes ojos verdes iguales a los de su padre.— Seguro.— pregunto y lo conozco tan bien que sé que su mano, la que tiene en estos momentos en su espalda, tiene los dedos cruzados.— mmm.— lleva su otra mano a su barbilla.* Es tan tierno.* Mila.* Si, aunque le saque canas verdes a su padre.** Es solo un cachorrito.*— Prometes que no te enfadaras si te cuento.— me mira con sus ojos llorosos.* Me lo voy a comer a besos.* Mila.* Mila.* le advierte, pues hay cosas que no puede hacer y si las hace tendrá un castigo, él debe dar ejemplo, algún día será alfa de la manada milenaria.— Lo prometo.—Me cuenta que tomaron una prenda de las mazmorras que pertenecían a un rogue y la llevaron y corrieron por la frontera y así c
MAXIMUS (Enzo) Eitan estaba fuera del castillo, podía sentirlo moviéndose de un sitio a otro dando órdenes a mis centinelas y las brujas que nos acompañaran. Hoy partimos al bajo California, exactamente a la sierra, la laguna, tendré que salir y enfrentar un grupo de lycans y brujos los cuales verán mi tristeza y en el abismo en que se encuentra mi lycan, soy su alfa real milenario y ellos buscan que mi guía sea correcta y depositan toda su confianza en mí. Mi estado de ánimo afecta negativamente a mi manada, pero más afectada no puede estar después de la perdida de su luna. Salgo del castillo en la parte delantera hay un grupo de doscientos centinelas con sus jeans negros y camisa del mismo color. Están formados en filas y al llegar hacen una reverencia, incapaz de mirarlos a la cara sin derramar algunas lágrimas, tomo el valor de hablar sin que mi voz se quiebre a mitad de mi discurso. — El Alfa de la manada sierra azul, es un traidor que tiene cautiva a nuestra luna.— la voz s
ANA.No sabía si estaba viva o muerta, lo último que recuerdo fue que estaba en el frío calabozo donde había pasado algunas semanas o tal vez meses.Mi cuerpo lo sentía liviano, era como si flotara en la oscuridad, intenté sentir algo, pero ya no sentía nada, ni dolor, ni frío.¿Pero dónde estoy?, mire alrededor logrando ver algo que me dijera donde me encontraba, solo pude ver oscuridad alrededor de mi cuerpo.Escuchaba voces, intente abrir los ojos y pude darme cuenta de que en realidad los tenía cerrados.¿Por qué no puedo abrirlos? Algo hacía que sintiera mis párpados pesados, intenté e intenté y aun así no lo logré, decidí dejar de luchar y concentrarme en lo más importante en mi bichito.Flote, me sentía en paz conmigo.Hasta que un de un momento a otro una luz molestaba mi rostro haciendo que volviera a la realidad.Miro alrededor encontrándome en una pequeña cama, las paredes son de color natural de la madera y las ventanas no tenían cortinas.¿Cómo llegue aquí? Si lo último q
MAXIMUS(ENZO)Al regresar a la manada, Nicolás, se encontraba allí con un gran grupo de brujas y vampiros que se pusieron bajo mis órdenes.En una larga conversación mi padre le pregunta si está huyendo de Lucía, el cual responde que ella es muy intensa y algunos días necesita descansar, y que mejor excusa es visitar a un viejo amigo.Nos habló de Alex, el cual se entristeció al saber que no podía venir a vernos, Nicolás, le oculto el hecho de que Ana está cautiva y no hay rastro de donde se encuentra.Después de la agradable platica con el rey Nicolás, mi manada y el grupo que se unió a nosotros se preparan para una guerra, nosotros estamos logrando ubicar a mi luna.— Algo está mal.— susurra Nicolás llamando la atención de todos los que están en la sala de estrategias.— Sí, tienes razón, él no estaba en su manada.— responde mi padre.— Tenemos un problema mayor.— gruño.Era más seguro cuando creímos que a mi luna estaba cautiva en la manada Sierra Azul, ahora estamos como al princi
ANA. Me remuevo en la cama un poco incómoda, el olor del alfa Louis hace que sea imposible conciliar el sueño y bichito no ayuda. Desde la madrugada bichito ha estado inquieto, miro el reloj al lado de la cama, son las seis, solo había dormido media hora. * ¡quiero dormir!* gruñó. * Igual yo.* Asly. El dolor de espalda se volvió más intensos desde ayer, sonreí al sentir a bichito moverse y al momento mi sonrisa se convirtió en una mueca al sentir un retortijón en mi vientre bajo, este dolor fue intenso que me tomó un minuto recuperarme de él. Ahogue un grito al sentir por segunda vez el dolor. * Asly.* chilló. * Estamos en trabajo de parto, ahora tú concentras en hacer las cosas bien y yo en que bichito no sufra.* susurra Asly y corta la conexión. En un intento de buscar ayuda me siento y camino a la puerta nada más pude dar dos pasos porque mis piernas perdieron toda la fuerza, y me sostuve del sofá viejo y con cuidado me senté en él. ¡Diosa luna, por favor ayúdame! — Hola
Especial Matiu (Lían) Los olores golpean mi hocico mientras el viento mueve mi pelaje café claro. Llevo una rutina diaria, recorro toda la mañana la frontera, hoy me toca a mí y creo que llevo más tiempo de lo que tenía que durar mi recorrido. El solo pensar en mi hermana, mi amiga y confidente hace que un escalofrío ponga todos mis pelos de punta. Al recordar cada momento vivido al su lado, sus malos chistes, los cuales nos hacían reír como desquiciados, su mirada aterradora (o eso le hacíamos suponer, ya que es tan tierna y amable que no causaba miedo), su sonrisa es contagiosa y recuerdo el día que nos contó sobre Enzo, su cara mostraba pánico, por el hecho de que su padre el anterior alfa, había mandado a más un mate de sus hijas al hospital. Después de un tiempo ellos unieron su vínculo, y la felicidad se olía en toda la manada, ahora se siente un olor ácido que es el olor a tristeza. Nuestro alfa ha estado mal, nuestra luna, esta cautiva hace casi tres meses y Enzo ha esta
MAXIMUS (ENZO) Al entrar a la habitación que habíamos mi luna y yo escogido para nuestro cachorro, me fije en el pequeño bulto envuelto en una manta de color blanco, de allí provenía ese aroma que provenía de mi luna los seis meses que estuvo a mi lado. Le pregunto a Meri — ¿Qué es lo que está haciendo?.— — Soy la única que estaba cerca para alimentarla.— responde Meri. Espero a que mi cachorro se alimente hasta estar satisfecho los minutos pasan. ¡Gracias mi luna! Por la oportunidad que me diste de ser padre, pronto estaremos juntos. Pienso mientras no aparto la vista de ese pequeño. Se acerca mi padre y habla. — Es una niña, hermosa.— palmea mi espalda. * ¿Quiero verla?.* Mazlo ronronea. * Ella necesitaba primero comer.* gruñe Enzo. * Nuestra pequeña Aurora.* menciono. Un movimiento en los brazos de Meri me saca de mis pensamientos, ella acomoda creo que su ropa y descubre una pequeña de grandes ojos azules que me miran, me acerco con miedo y observo como ella la voltea y