ANA.No sabía si estaba viva o muerta, lo último que recuerdo fue que estaba en el frío calabozo donde había pasado algunas semanas o tal vez meses.Mi cuerpo lo sentía liviano, era como si flotara en la oscuridad, intenté sentir algo, pero ya no sentía nada, ni dolor, ni frío.¿Pero dónde estoy?, mire alrededor logrando ver algo que me dijera donde me encontraba, solo pude ver oscuridad alrededor de mi cuerpo.Escuchaba voces, intente abrir los ojos y pude darme cuenta de que en realidad los tenía cerrados.¿Por qué no puedo abrirlos? Algo hacía que sintiera mis párpados pesados, intenté e intenté y aun así no lo logré, decidí dejar de luchar y concentrarme en lo más importante en mi bichito.Flote, me sentía en paz conmigo.Hasta que un de un momento a otro una luz molestaba mi rostro haciendo que volviera a la realidad.Miro alrededor encontrándome en una pequeña cama, las paredes son de color natural de la madera y las ventanas no tenían cortinas.¿Cómo llegue aquí? Si lo último q
MAXIMUS(ENZO)Al regresar a la manada, Nicolás, se encontraba allí con un gran grupo de brujas y vampiros que se pusieron bajo mis órdenes.En una larga conversación mi padre le pregunta si está huyendo de Lucía, el cual responde que ella es muy intensa y algunos días necesita descansar, y que mejor excusa es visitar a un viejo amigo.Nos habló de Alex, el cual se entristeció al saber que no podía venir a vernos, Nicolás, le oculto el hecho de que Ana está cautiva y no hay rastro de donde se encuentra.Después de la agradable platica con el rey Nicolás, mi manada y el grupo que se unió a nosotros se preparan para una guerra, nosotros estamos logrando ubicar a mi luna.— Algo está mal.— susurra Nicolás llamando la atención de todos los que están en la sala de estrategias.— Sí, tienes razón, él no estaba en su manada.— responde mi padre.— Tenemos un problema mayor.— gruño.Era más seguro cuando creímos que a mi luna estaba cautiva en la manada Sierra Azul, ahora estamos como al princi
ANA. Me remuevo en la cama un poco incómoda, el olor del alfa Louis hace que sea imposible conciliar el sueño y bichito no ayuda. Desde la madrugada bichito ha estado inquieto, miro el reloj al lado de la cama, son las seis, solo había dormido media hora. * ¡quiero dormir!* gruñó. * Igual yo.* Asly. El dolor de espalda se volvió más intensos desde ayer, sonreí al sentir a bichito moverse y al momento mi sonrisa se convirtió en una mueca al sentir un retortijón en mi vientre bajo, este dolor fue intenso que me tomó un minuto recuperarme de él. Ahogue un grito al sentir por segunda vez el dolor. * Asly.* chilló. * Estamos en trabajo de parto, ahora tú concentras en hacer las cosas bien y yo en que bichito no sufra.* susurra Asly y corta la conexión. En un intento de buscar ayuda me siento y camino a la puerta nada más pude dar dos pasos porque mis piernas perdieron toda la fuerza, y me sostuve del sofá viejo y con cuidado me senté en él. ¡Diosa luna, por favor ayúdame! — Hola
Especial Matiu (Lían) Los olores golpean mi hocico mientras el viento mueve mi pelaje café claro. Llevo una rutina diaria, recorro toda la mañana la frontera, hoy me toca a mí y creo que llevo más tiempo de lo que tenía que durar mi recorrido. El solo pensar en mi hermana, mi amiga y confidente hace que un escalofrío ponga todos mis pelos de punta. Al recordar cada momento vivido al su lado, sus malos chistes, los cuales nos hacían reír como desquiciados, su mirada aterradora (o eso le hacíamos suponer, ya que es tan tierna y amable que no causaba miedo), su sonrisa es contagiosa y recuerdo el día que nos contó sobre Enzo, su cara mostraba pánico, por el hecho de que su padre el anterior alfa, había mandado a más un mate de sus hijas al hospital. Después de un tiempo ellos unieron su vínculo, y la felicidad se olía en toda la manada, ahora se siente un olor ácido que es el olor a tristeza. Nuestro alfa ha estado mal, nuestra luna, esta cautiva hace casi tres meses y Enzo ha esta
MAXIMUS (ENZO) Al entrar a la habitación que habíamos mi luna y yo escogido para nuestro cachorro, me fije en el pequeño bulto envuelto en una manta de color blanco, de allí provenía ese aroma que provenía de mi luna los seis meses que estuvo a mi lado. Le pregunto a Meri — ¿Qué es lo que está haciendo?.— — Soy la única que estaba cerca para alimentarla.— responde Meri. Espero a que mi cachorro se alimente hasta estar satisfecho los minutos pasan. ¡Gracias mi luna! Por la oportunidad que me diste de ser padre, pronto estaremos juntos. Pienso mientras no aparto la vista de ese pequeño. Se acerca mi padre y habla. — Es una niña, hermosa.— palmea mi espalda. * ¿Quiero verla?.* Mazlo ronronea. * Ella necesitaba primero comer.* gruñe Enzo. * Nuestra pequeña Aurora.* menciono. Un movimiento en los brazos de Meri me saca de mis pensamientos, ella acomoda creo que su ropa y descubre una pequeña de grandes ojos azules que me miran, me acerco con miedo y observo como ella la voltea y
ANA. Mi loba no puede contener sus lágrimas ante la ausencia de su cachorra, y yo siento el peso de mis pechos debido a la producción de leche. Después de que Aurora naciera, contemplé su hermoso rostro, acaricié sus mejillas y grabé en mi memoria cada uno de sus gestos. Pasaron dos horas y mi amigo se llevó a mi pequeña, fue una situación difícil, lloré durante horas rogándole a la diosa Luna que Aurora sobreviviera mientras los centinelas la encontraban.* Quiero ver a mi cachorra * gruñe Asly.* Por favor, Asly, entiende que fue lo mejor para ella *.* Lo prometiste, que ella permanecería a nuestro lado * insiste Asly.* Lo siento, es solo que no quería que ella viviera en este sitio * suspiro agotada de tanto reclamo de mi loba.Sé que para ambas es difícil no sentir a nuestra cachorra después de haberla llevado durante nueve meses. Nos habíamos acostumbrado a su exquisito aroma y al sonido reconfortante de su corazón. Mi mente dibuja los recuerdos de ese día, el dolor de cada con
MAXIMUS (ENZO). Ella me mira y siento el dolor de Asly; el brillo de sus ojos se apaga. — Te amo— susurro con voz entrecortada, mis ojos se llenan de lagrimas mientras la abrazo con fuerza.De repente, escupe sangre. — Lucharás por... Aurora — pronuncia esas palabras antes de cerrar los ojos y dejar caer sus manos inerte a su lado.Mi corazón se rompe. Desesperado, le imploro a la diosa luna, que no me la arrevate, que me lleve en su lugar, cambie mi vida por la suya. Ella es joven y merece tener un futuro lleno de alegria.— por favor, diosa luna, te lo ruego, no quiero vivir sin ella— suplico en voz baja.Aferrandome a su cuerpo sin vida, siento miedo de enfrentar mi vida sin ella. — Mírame, abre tus ojos, te lo pido— grito y toco su mejilla que está fría. La opresión en mi pecho se intencifica con cada latido doloroso.En medio de mi desesperación, Eitan se arrodilla a nuestro lado e intenta separarla de mis brazos. — Ana bebé— pronuncia y el lo intenta de nuevo, pero yo me res
Los días siguientes fueron lo mismo, solo podía sentir dolor en mi alma, mi luna ya no estaba a mi lado. Me costaba dormir, el agotamiento, no permitía salir de mi cama. ¿Cómo puedo olvidarme de ella? Esto me impide vivir. Este día era igual a los anteriores, nada más permanecía en mi cama mirando el techo y en la noche mirando como la luz de la luna se filtra atravesamos de las cortinas color azul. Las voces y gruñidos se escuchan en mi puerta, nada más giré mi cuerpo en la cama para mirar la puerta corrediza que dan al balcón. — Enzo abre la puerta.— se escucha la voz de mi padre. — No vete, quiero estar solo.— demando. — Habré la Maldita puerta o la tiraré.— gruñe mi madre. — Por favor, no puedes seguir así, Aurora te necesita.— susurra mi padre. ¡Joder! Mi pequeña, bichito, me necesita, agudizó mi oído y escucho su llanto, eso me parte el corazón o lo queda de él, cierro mis ojos y cada recuerdo de ella llega como un tornado. — Abre.— llora Melisa. Mi padre al no recibir