ENZO.
He batallado con mi alfa para mantenerme tranquilo, revisado cada uno de los problemas de la manada, estos asuntos mantienen mi mente ocupada.
Pero al llegar la niche mi mente se llena de los recuerdos de mi Ana Sofía.
— Enzo.— Izan me saca de mis recuerdos.
— Dime.—
— No hemos avanzado nada, hemos estado tres horas y solo has firmado un documento.— me reprocha.
Los documentos pendientes están en una pila al lado de mi escritorio y se amontonan más y él tiene razón.
— Maldición no terminaré nunca.— grito atrayendo la mirada de Izan mi beta.
— Enzo, relájate.— me calma mi amigo.
— Joel, tenía razón.— él no está aquí, Meri no se sentía bien esta mañana y no se quería alejar de él y cada día que pasa estoy más seguro
ANALa verdad es que siempre mi familia han sido sobre protectores, siempre me han cuidado de manera exagerada, yo de alguna forma me escapaba sin ser vista por ellos o por los centinelas que estaban a cargo de mi protección.* Ana está en peligro.* son las palabras de Marta, que escuche al entrar al despacho sin tocar, ellos me miran.— Ana.— Enzo se dirige a mí.— ¿Por qué?.— pregunto y nadie responde.— Maldición, explícame.— grito.— Alguien está filtrando información sobre ti.— susurra Marta.— Destrozaré el cuello a quien se haya atrevido.— gruñe Maximus.— No es el momento— Habla Joel.— Joel tiene razón, es mejor buscar e interrogar y luego asesina.— habla Oliver.— Por la diosa, dejen de hablar, de asesinar.— les regaño.<
ENZO — Tómalo como una recompensa por salvar a mi pequeño brujo. — habla el Hechicero Nicolás. Lo que Nicolás le dijo a ella la ha afectado, más tarde preguntaré Abrazo a Ana y la apego a mi cuerpo, ella solloza. * ¿Qué demonios le hizo?.* gruñe Mazlo. Absorbo el olor a fresa, que ha sido el Mejor olor del mundo, el cual desierta mis sentidos. — Alfa, para mí sería un placer firmar con usted otro tratado de paz.— Lucia se dirige a mí. —Tu padre contó con mi ayuda muchos años y tenemos una buena amistad, espero con usted sea igual.— Nicolás. —Será un honor.— admito, no sé que tan estrecha era la amistad entre ellos. — Tomen asiento.— habla mi padre. Ellos se acercan al sofá, Nicolás toma a Alex sé sus brazos y él se acurruca en sus brazos, él besa su cabello. — Gracias por darle sangre a mi pequeño.— menciona lucia. — Él lo necesitaba y yo pude dársela.— responde mi luna. — Joder, luna eres una valiente, yo llevo siglos y aún me da temor.— bromea Nicolás,haciendo
ANAEnzo me dio un regalo hermoso, era una cadena de oro blanco con un dije de una luna que se pone de color azul cuando hay oscuridad.Enzo me explico que fue un regalo que le dio la diosa luna.Los días siguientes, hable con Meri, ella me ha contado sobre su relación con Joel, me alegro de que su relación este cada día mejor, además la sorpresa que se llevó al darse cuenta de que esperaba a su cachorro, chillo pataleo y maldijo.Ahora es alegría y solo habla de su cachorrito.El sonido de la puerta del salón de clase cuando se sierra me saca de mis pensamientos.— Buenos días.— Saluda una loba de buena contextura física.— Buenos días.— saludamos.— Si tenemos dos nuevas alumnas, serian tan amables de ponerse de pie y presentarse.— la loba se dirige a nosotras.— Mi nombre es Meri Dubois.— se pre
ENZO Mi luna desea mi muerte ¿Cómo se atreve tocarse de esa forma? En mis aposentos, tengo una m*****a erección, por lo cierto muy doloroso. ¡Ana, mi vida no dejaré salir durante un largo tiempo! Abrí la puerta encobrándome a mi padre furioso y mi madre tratando de tranquilizarlo, mi excitación se fue así como llego. — ¿Qué demonios Enzo?.— gruñe mi padre. Su pregunta interrumpe mi caminar, él sigue caminando alrededor del despacho con su mano rascando su cabeza. — No sé dé que hablas padre.— le respondo. Si sé exactamente de que me habla y no pienso reconocerlo pues esto causara un conflicto.
ANA — Vamos Ana, hoy es el día.— me pide una de mis hermanas, jalando la sabana que cubre mi cabeza. — No quiero, déjeme en paz— gruño. * Asly tengo miedo de que a él no le guste y se aleje.* chillo. * Ana somos hermosas * — Vamos todas fuera.— Todos salieron, sus pasos se escuchan. — ¿Qué sucede? Tu machote alfa está allí afuera esperando para la cacería.— destapo mis ojos y la miro fijamente. — ¿Quieres hablar con él?— pregunta y niego con mi cabeza. — Tami tengo miedo.— le susurro. — Ana es normal que lo tengas, sabes a mí me paso y yo creo que todas las mujeres lo hemos sentido, pero debes confiar en él— ella se acuesta a mi lado y acaricia mi cabello asiendo círculos con él. — ¿Qué debo hacer?, no tengo la menor idea— — Solo déjate llevar y siente, ahora podemos continuar.— le muevo la cabeza diciendo que no. Los minutos pasan y nuestro silencio me hace sentir bien. * Enzo, n
—Probaré el dulce néctar.— se acomoda, abre mis piernas, él mordisque mi botón haciendo que grite y mi respiración se acelere.Una lamida larga hizo que mi cuerpo tiemble de placer.— Mi alfa.— gimo.Un dedo penetró mi sexo, arde, la sensación es mejor.Mis ojos se cierran, respiro profundo logrando llenar mis pulmones de aire.Mi cuerpo pide más, sus penetraciones era profundas, rápidas, pero cuidadosas.Un orgasmo golpea mi cuerpo haciendo que mi vagina se sierre alrededor de su dedo.— Enzo.— chillo.— Amor eres deliciosa.— lame mi entrepierna.* Eso fue...** Increíble.* termino por mi loba.* Ahora me necesitarás.* ella tiene razón, ahora está en modo de alfa real y mi cuerpo puede que no soporte.Dejo que Asly haga una transformación parcial.&
ANAObservo cada parte de él, me acuerdo la sensación increíble que sentí al tenerlo dentro de mí, Al principio solo fue ardor y dolor, luego hizo que tocara las estrellas con mis manos.Me avergonzaba de estar desnuda delante de él. Pero es algo estúpido, ya que lo he estado varias veces así delante de él.Me llevo al borde de la tina y me senté allí, abrió el agua y hecha esencia, al llenar a un punto cerró las llaves y me ayudo a meter.— Esto ayudará a relajar tu cuerpo.— me habla, pude sentir agua fría.Al sentarme sentí un ardor y cerré mis piernas y el ardor se intensificó.— Enzo.— chillo.— Ya pasará.— besa mis labios.— Tienes hambre.— pregunta y yo me imagino como anoche devoró cada centímetro de mi cuerpo.Él s
ENZOEntro a mis aposentos y me encuentro a mi luna en la cama con una de mis camisas puestas y con su trasero cubierto por una braga color azul, los libros esparcidos por la cama.* ¿Quiero morder su lindo y redondo trasero?.* Gruñe Maximus.* Algo mejor montémosla.* Sigo mi caminó a la ducha, acabo de llegar, de hacer un recorrido por la frontera y estoy algo sudoroso, me meto bajo la regadera y siento unas suaves manos recorrer mi espalda desnuda.— Hola.— su mano se dirige más abajo de mi abdomen en dónde masajea mi miembro, el cual responde a sus caricias.— Ana Sofía.— gimo su en nombre.Ella detiene su movimiento y se pone enfrente de mí.— Odio que me digan Sofía.— me regaña.— Me encanta tu nombre completo.—— Quierooo que...— ella hace una pausa y los colores suben a sus mejill