Mauricio

Después de los contratiempos que tuvimos en este día pudimos continuar con nuestro almuerzo de 4 como lo habíamos planeado desde un principio. Pasamos la tarde juntos pero al llegar la noche nos despedimos de nuestros amigos y decidimos llegar a mi apartamento donde le tengo preparada una sorpresita a mi linda.

—Bienvenida nuevamente a su apartamento —digo mientras abro la puerta para que ella entre siguiéndola más atrás.

—Bueno y donde esta esa sorpresa de la que tanto me venias hablando en el auto —comenta con una sonrisa tan cautivadora que me provoca besarla en estos momentos.

—No coma ansias señorita. La sorpresa está en nuestra recamara, me avisas cuando estés lista para entrar por ti —le hago saber y me mirada extrañado.

—Estas un poco misterioso Mauricio —comenta mordiéndose su labio inferior.

—Para nada, pero estoy seguro de que moriré al vértelo puesto —susurro para luego dirigirme a su boca y besarla de la manera que tanto he anhelado desde que entramos a este apar