Parada en el bosque cara a cara con el guerrero de Eric, comencé a mirar alrededor buscando una ruta de escape. No sabía qué hacer y podía notar que Stefan estaba teniendo un pequeño ataque de pánico en su mente.

"No me di cuenta de que era ilegal dar un paseo por aquí," digo.

"¿Es eso lo que están haciendo? Te estás alejando demasiado del castillo, Princesa. Nos han dicho que ya no tienes permitido acercarte al Bosque Místico," dice.

"¿Desde cuándo? Nadie me informó sobre esa regla," digo.

"Bueno, el Rey y su mano derecha me informaron de esa regla esta mañana. Lamento que no te hayan informado, pero necesito llevarte de vuelta al castillo," dice.

"Y una mierda. Iré donde quiera y cuando quiera. No puedes decirme qué demonios hacer. Y ellos tampoco," exigí. Pero Stefan agarró mi brazo y trató de tirarme un poco hacia atrás mientras el guerrero se me acercaba.

"En realidad, sí pueden decirte qué hacer. El Rey puede decirle a todos qué hacer y eres plenamente consciente de eso," dice. Y