Desperté a la mañana siguiente con la cama vacía. No estaba segura de cuánto tiempo había pasado desde que Alfa Jackson se fue, pero su lado de la cama estaba frío. Así que había estado despierto un rato. Apenas amanecía, así que supuse que se había escapado en medio de la noche. Maldito aficionado. Vivimos en la misma casa. No puede evitarme.

Salí de la cama y bajé a la cocina a tomar un café, y no había nadie en toda la casa de la manada. Fui a su oficina y tampoco estaba allí. Así que subí con mi café y regresé a mi habitación.

Me duché y me vestí para ir a la escuela esa mañana, me aseguré de tener todo en mi bolso antes de salir de casa y comencé a dirigirme a la escuela. Sabía que era muy temprano y probablemente no habría nadie allí, pero eso no era diferente a estar en casa.

Tan pronto como llegué a la escuela, fui a la biblioteca, me senté con algunos libros y comencé a hacer tarea cuando sentí que alguien me tocaba el hombro.

"Hola, Edward", dije sin levantar la cabeza.

"¿Cóm