Ese renegado comenzó a gimotear, me incliné sobre él y lo derribé al suelo gruñendo en su cara, advirtiéndole que no se moviera.

Podía sentir las preocupaciones de Jackson durante la pelea, estaba al otro lado del campo de batalla y no podíamos vernos, pero sabía que estaba preocupado de que yo no estuviera lista para esta pelea. Desde que regresé de Morda, no había estado entrenando y él temía que no estuviera en condiciones de pelear, pero ni siquiera le hablé. Seguí haciendo lo que estaba haciendo y me aseguré de atacar a cualquier renegado que se interpusiera en mi camino. Jackson podía sentir todo lo que yo estaba sintiendo y ni siquiera estaba herida todavía, así que debía entender que yo estaba bien. También podía sentirlo y yo sabía que él estaba bien, por lo que no había razón para seguir asegurándole que no estaba herida.

Necesitaba concentrarme en lo que estaba haciendo y eso era bastante difícil en ese momento. Había renegados por todas partes y miembros heridos de la manad