—Señor si no se retira, téngalo por seguro que ninguno saldrá vivo, así que por favor retírese—me dice uno de ellos.—Yo solo vengo a buscar a mi hija estrella.—Yo no conozco a ninguna estrella.—Entonces quién me llamó?, y no me digas que no fue de aquí, porque en el reporte aparece este apestoso lugar.—Señor lárguese, este es un lugar privado, aquí no traemos a mujeres sin su consentimiento—dice una mujer vestida sexi con sus brazos llenos de tatuajes.—Por favor cachetona, retírate que este galán lo que quiere es una guerra.—Chicos ustedes seis buscan a estrella, nosotros nos quedamos, si este tipo quiere pelea pues con mucho gusto se la daré—tomo mi arma y la llevó al nivel de mi pecho apretando el gatillo y este sale como bala de cañón impactando en el tórax de uno de los escoltas.No me importa si muero hoy, lo que más quiero y deseo es que mi hija esté sana y salva, me deslizó por la mesa del bar para ocultarme de los impactos causados por estos hijos de perra, están locos q
—¿Qué tanto me ves?—le pregunto y él se echa a reír.—Pues, anhelando probar tu zona húmeda.—Mira yo no quiero nada contigo, no me gustas, me das asco, eres feo—me detiene.—Que yo soy que?—me reclama en tono incrédulo y se levanta de la cama, me agarra del brazo y me levanta a su altura—sabes algo, jamás y nunca había escuchado que una mujercita me haya llamado de esta manera—su voz se clava en mi oído y cada palabra dicha por él salpica en mi rostro decenas de chispas de saliva—eres muy bonita, pero tu boca daña tu imagen.—Mire señor, no me obligué a quererlo, no puedo, simplemente no puedo, así que por favor déjeme en paz.—Esta imbécil—eleva su mano para darme un golpe, al saber que eso se avecina cierro mis ojos esperando otro de sus puños, pero no, no fue así, él me tumbo a la cama y salió enojado por la puerta, dándolo seguro, uh, me duele...me siento mal creo que sí sigo así moriré antes, mis heridas aún están vivas, y como me está pensando este salvaje creo que no sanarán rápido
—¿Qué tanto me ves?—le preguntó y él se echó a reír.—Pues, anhelando probar tu zona húmeda.—Mira yo no quiero nada contigo, no me gustas, me das asco, eres feo—me detiene.—Que yo soy que?—me reclama en tono incrédulo y se levanta de la cama, me agarra del brazo y me levanta a su altura—sabes algo, jamás y nunca había escuchado que una mujercita me halla llamado de está manera—su voz se clava en mi oído y cada palabra dicha por el salpica en mi rostro decenas de chispas de saliva—eres muy bonita, pero tu boca daña tu imagen.—Mire señor, no me obligué a quererlo, no puedo, simplemente no puedo, así que por favor déjeme en paz.—Esta imbécil—eleva su mano para darme un golpe, al saber que eso se avecina cierro mis ojos esperando otro de sus puños, pero no, no fue así, el me tumbo a la cama y salió enojado por la puerta, dándolo seguro, auh, me duele...me siento mal creo que sí sigo así moriré antes, mis heridas aún están vivas, y como me está pensando este salvaje creo que no sanarán
Tengo que salir de aquí como sea, me levanto de la cama toda partida y sangrada, intente abrir la manija pero está cerrada.—¡Ayuda!—grito esperanzada en que alguien escuche mis gritos.luego de algunos minutos la puerta se abre a topé, y lo primero que veo son unos tacones negros mientras mis ojos subían ya mi mente se estaba imaginando lo que él había dicho acerca de sus otras mujeres, y cuando llegó al rostro de la procedente de aquellos tacones es...es Maritza, pero esta vez luce espantosa su ojo derecho está herido y sus brazos están rasguñados.—¿Estás bien?—le pregunto y me dirijo a ella para abrazarla.—Él me dio una golpiza—me abraza y se pone a llorar.-¿Que Paso?—Yo estaba acostada y él fue donde mi, me tumbo de la cama y empezó a golpearme, mientras lo hacía me gritaba que por tu culpa, por no dejar que te hiciera el amor, tu, tú eres la culpable de todo esto, si tan solo lo hubiera dejado el tal vez no me hubiera golpeado—se aparta de mí mientras me mira con odio.—Lo si
—Déjame bastardo—sacudo mi mano para zafarme de su agarre.—Te lo dije, pedazo de estúpida, como a Maritza le pase algo, juro que te—detiene sus palabras y aprieta su mandíbula y luego prosigue—te daré tan duro hasta hacerte llorar.—Haz lo que quieras, además tú pequeño miembro ni siquiera cosquillas me dio—el frunce el ceño y me aprieta la muñeca para después acercarme a su torso.—Así, eso lo veremos pequeña diabla—se echa a reír maliciosamente.Espera el me ha sacado de aquel cuartito ósea que estamos afuera no lo dudo y le echo un vistazo a la casa o mejor dicho a la mansión, Wau que grande, todo aquí es hermoso, bueno la verdad mi casa es tres veces más grande que está caja de fósforos, río dentro de mi, me imagino que mi familia tiene más dinero que este tal Óscar multimillonario, no sabe el con quién se ha metido, si supiera que si a mi padre le da la gana de mover un dedo y volver mierda su vida, lo hace, ojalá mi padre me esté buscando ya que prometí llamarlos, salgo de mis
—Esta bien—el cierra sus ojos esperando mi "beso" se ve tan bien detallada su cara, de por dios es muy lindo, lo pienso un poco y luego me decido tengo que hacerlo es solo un simple beso además a que le temo, el a mi no me gusta, ni un poquito.Mientras me acerco para tocar sus labios él abre sus ojos quedando a pocos centímetros del beso.—Espera—me detiene—porque mejor no descansas, es más tienes que guardar reposo, ¿entendido?—asiento meneando la cabeza.Es cierto...tengo que cuidarme pero, está era mi única oportunidad para ver una salida, pero Óscar me saca las palabras de mis pensamientos.—¿O acaso querías ver una salida, para escapar? —niego rápidamente—espero no mientas.Me recuesto en la cama un poco cansada, mientras que Óscar me da un beso en la frente y sale de la habitación, este hombre es muy extraño pese a que es bipolar, tierno y cascarrabias es también un poco dramático en fin sale de mi estereotipo no me gusta, no se porque pero a mi mente se incrusta Henry, sé que
—Estúpida!—me doy una bofetada a mi misma, soy una idiota porque carajos no le hablé a papá en turco, solo hablé español para que esté webardo no me disparara, mi padre también es otro no me pregunto nada acerca de mi idioma , pero no todo es malo, quizás esa podría ser una señal además mi padre no le extraño mi cambio?, exacto lo tengo mi padre vendrá, pero...no quiero que le pase nada, en fin me tocará esperar.Luego de algunos minutos entra de nuevo el menso de Óscar, espera... está cambiado lleva puesto un conjunto negro y usa gafas ¿Qué le pasa? me hace levantar de un enorme grito.—¡Levántate!—¿Qué vas a hacer?—digo poniéndome de pie.—Tienes que irte de aquí.—¿Me dejaras ir?—él suelta una risa y con malicia en su rostro me dice.—Te venderé a un fiel amigo.—¿Acaso estás loco? solo déjame ir promete no decir nada, lo juro.—No pequeña, ya todo está arreglado...vendrán por ti en un par de minutos.Esto no puede ser, ¿adonde me llevan ahora? él me tomó del brazo y me hace salir
—No me expliques nada ya tu vestimenta lo dice todo, hija—me agarra el mentón y se fija que estoy lastimada, su rostro luce con una tristeza enorme, luego su mano empieza a temblar y una lágrima recorre su mejilla—perdóname cariño, yo tengo la culpa.Tomó su mano y las arropó con las mías y de la nada empiezo a llorar con él—no, papá nadie es culpable de esto, solo esos bandidos.Mierda para que dije eso, ahora papá cambió su rostro de triste a enojo, pero este no es cualquier enojo es una furia incontrolable mueve su cuello en círculos y eso es una mala señal, cada vez que hace eso se avecina una tragedia lo sé, hace tres años en Turquía un hombre le falto el respeto a mamá en ese entonces tenía diecisiete estábamos en el supermercado y mi madre estaba comprando unos chocolates para mí, ella los había pagado y el tendedero juro que dicho pago nunca se realizó, mi padre para no causar más estragos volvió a pagar pero como mi madre es como es: de palabras no aceptó el hecho y se quejó