Catalina Abrego -Amiga esta situación es interesante pero a la vez atemorizante. ¿Cómo está eso que el niño piensa que eres su madre? –Pregunta Georgina con curiosidad mientras ambas volvemos nuestras miradas donde se encuentra Denn jugando con su Tableta no muy lejos de nosotras. -Si, lo se ¡aun no logro entender porque! –Encojo mis hombros –Tan poco me he atrevido interrogar a Demian al respecto. ¡Por alguna razón siempre que pienso en eso mi estómago se contrae! -Bueno, tarde o temprano descubrirás el motivo por el momento trata de no estresarte mucho amiga. Además quien no quisiera ser la madre de ese encanto de niño es como un pequeño caballerito –Dice Geo con un brillo en sus ojos. Observo a mi pequeño niño cuyo rostro está completamente concentrado en lo que sea que está viendo en su tableta tiene su linda frente fruncida. Me gustaría saber que pensamiento rondan en su pequeña cabecita. Horas después. Después de despedirnos de Geo nos dirigimos a casa. En todo el trayec
Catalina Abrego Mi pequeño Denn se negaba completamente hablar conmigo sobre lo que ocurrió hace un momento solo quería permanecer en mis brazos silencioso. Una punzada molesta me invadió en la boca de mi estómago… cada vez más me convencía que algo no estaba bien con una de esas mujeres. No podía tratarse de su abuela porque a pesar de presionarlo tanto jamás había notado una respuesta tan intensa en mi pequeño. Entonces mi otra alternativa era esa mujer la tal Helen. De ser así ¿Cuál sería el motivo? No, quería pensar de más… pero en esta ocasión mi instinto me decía que no estaba equivocada. -Cariño cuando estés listo para decirme que te molesta aquí estoy –Dije manteniéndome paciente hasta que fuera el mismo Denn quien decidiera contarme que sucedía. Por el momento yo me mantendría vigilante de cualquier cambio así como interacción que tuviera mi hijo con esa mujer. ¡Que nadita me agrado a primera vista! No se cómo explicar la sensación que percibí en su presencia pero n
Demian Stuart -Quédate conmigo esta noche mi amor –mis brazos cruzados alrededor de su cintura trato de retenerla a mi lado. ¡Ya se volvió insoportable permanecer lejos de ella! Desde la última vez que tuvimos intimidad ya no volví a tocar su cuerpo. -Con tu madre atacándome ni soñando –murmura bajito -Estarás conmigo no mi madre –sonrió descarado sobre su piel a un lado de su cuello. -¡Que gracioso Demian!, pero sabes que no puedo quedarme aunque insistas debo irme a casa antes que los Abrego vengan por mí a tú casa –A veces me parecía que en lugar de estar con una mujer adulta estaba con una niña temerosa de sus padres. Esto era diferente quizás se debía a sus raíces latinas que tenían tradiciones muy distintas a las mías. Sin otra alternativa tengo que ceder si no quiero ser hombre muerto a manos de mi mujercita o su familia. -De acuerdo Catalina te llevare a casa ya solo faltan dos días y entonces serás mía completamente –Beso bajo su lóbulo de la oreja provocando que ella j
Catalina Abrego -Doctora Abrego tiene unos minutos –Observo a mi asistente Maricela que está en la puerta –Hay una persona que desea verla pero no solicito cita previa. -Un nuevo paciente Maricela ¿Porque no me aparece agentada? –Extraño porque generalmente ella es muy cuidadosa. -No, se trata de un paciente… es una señorita de apellido Miller que quiere entrevistarse con usted según me menciono es una amiga de su familia –Conocida de mi familia. -Mmm no conozco nadie con ese apellido pero bueno está bien déjala pasar dispongo de una hora antes de mi siguiente consulta –Ella asiente para luego salir de mi consultorio para traer a mi misteriosa visitante. Vuelvo mi mirada en dirección a la puerta cuando se abre dejándome ver a Maricela primero. -Por aquí señorita Miller -¡No puedo creer lo que ven mis ojos! Mi misteriosa visitante es nada más y menos que la tal Helen. ¿Qué hace esa mujer aquí? Como en casa de mi maridito esta mujer tiene una apariencia impecable camina con grac
Demian Stuart -Mmm no es ese… el tipo que nos está causando problemas Demian –Guardo silencio con mi mirada clavada en su dirección –Amigo solo contrólate si recuerda que Denn pasa el rato con nosotros. Me conocían tan bien mis amigos que rápidamente se pusieron en alerta, para evitar cualquier percance que pudiera presentarse si no dominaba mis impulsos. ¡Como mi Nana Gloria decía siempre cuando se refería a mí adolescente que yo era un muchacho mechita corta! En ocasiones mi genio me metía en muchos problemas…uno de esos casos fue con él hermanito de mi mujer hace un par de años. -Papá ¿Qué sucede ya no iremos a comer? –Mi pobre hijo pregunta incomodo sintiendo el cambio en el ambiente. -Claro que vamos a ir mi Denn tú padre solo se distrajo pero sabe que debe alimentarnos –Agrega Jonathan dándome un codazo en mi estómago –No, es así Demian. Asiento molesto con él idiota no puede llamar mi atencion de otra forma que no sea golpeándome. -Que bien, entonces quiero pizza… -Mis
Catalina Abrego Solo un día más para mi boda… Esta vez mi novio era un hombre que apenas conocí cuatro meses atrás aproximadamente. Ahora estaba frente a un enorme espejo apreciando mi nuevo vestido de novia. Aun no hablaba con Demian sobre la visita de Helen a mi consultorio ya que decidí que no empañaría nuestros días trayendo a colación esa tipa irritante. Pero sabía que un día tendría que ponerle un alto. En cuanto a la madre de mi maridito expresó su molestia por no ser incluida en los preparativos de nuestra boda. -¿Cómo te atreves a dejarme fuera de un evento tan importante en tú vida Demian?, esto es una verdadera falta de respeto de parte de ambos –Doña Marta como la llamaban sus hijos cuando estaban molesto o sin humor no me iba a dejar escapar ilesa. Me pregunto si la antigua esposa de Demian era realmente una santa para soportar su intensidad. -Madre todo fue resuelto entre los padres de Catalina y mi personal no te molestes por tratar de ahorrarte estrés –Pues su
Demian Stuart -Nos vemos muy guapos papá estoy seguro que mamá estará feliz con nosotros –Denn está que no cabe de felicidad por lo que representa este día para él ya que por fin su madre estará a su lado. -¡Que pasa con nosotros no estamos esplendidos también. No merecemos que nos digan lo guapos que estamos también –Menciona Henry asiéndose escuchar como siempre con sus cosas. -¡Ay tío Henry si también te miras muy guapo como papá y yo! –Suelta una risita mi pequeño. Todos mis amigos incluyendo a mi hermano están conmigo en el lugar donde se encuentra el altar entre dos inmensos árboles que adornan hermosamente. Esperando que llegue mi mujer quien será escoltada por su padre. Denn es parte de mis acompañantes o padrinos ¿Cómo se les diga?, se mantiene junto a mi sosteniendo una almohadita color blanco con forma de corazón que contiene nuestros anillos. Mi hijo me ayudo a elegirlos en la joyería se tomó tan seriamente su elección que pasamos horas escogiendo el más hermoso anill
Demian Stuart Mantengo a mi mujer entre mis brazos todo el tiempo mientras nos dirigimos al aeropuerto. Hoy viajaríamos a Mallorca, España. Donde pasaríamos nuestra luna de miel por dos semanas, además también aprovecharíamos nuestra estadía para ir de visita a casa de su abuela para así presentarme como el esposo de su nieta. Denn nos acompañaba aunque no era común incluir a tus hijos en un viaje de ese tipo. Catalina tomo la decisión de llevarlo con nosotros. No, pude oponerme ya que cuando a mi mujercita se le metía algo en su cabecita nada podía hacerla cambiar de opinión. Sospechaba que sus motivos para insistir con traer a nuestro hijo, tenían que ver con dejarlo bajo el cuidado de mi madre. Últimamente para mi pesar ellas mantenían una batalla campal en cuanto se refería a los cuidados de mi hijo. Catalina no compartía para nada la intensidad de mi madre. Y en cuanto doña Marta estaba molesta porque mi mujer le llevara la contraria. -Demian ¿Cómo que llevaran a Denn con u