Catalina Abrego -Solo un pequeño piquetito y termino de extraer la muestra respire profundo –cierro mis ojos con fuerza conteniendo mi respiración, mientras que con mi otra mano sostengo fuertemente agarrada la mano de Georgina. ¡Que como siempre es mi fiel compañera en las buenas o malas! ¡Dios realmente podría estar creciendo un pequeño intruso en mi interior!, pero que puntería tiene mi marido. ¿Cómo es posible… si solo estuvimos juntos en dos ocasiones? Mi culpa por descuidada. -Muy bien señorita Catalina con esto es suficiente sus resultados estarán en unas horas. Luego pasara con la médico encargada de ginecología para darle una respuesta de su prueba –Me sonríe la amable enfermera, trato de corresponder su gesto pero no puedo esbozar más que una sonrisa tensa. -Gracias, estaremos en la sala esperando por los resultados –Dice mi amiga dándome un ligero apretón en mi mano como su forma de darme ánimos en este momento. Una veces nos retiramos al lugar donde esperaríamos lo
Catalina Abrego Mis últimos días habían sido una ruleta rusa de molestias estomacales matutinas que no me daban tregua. Eso sin contar con mi repulsión a muchos alimentos que antes eran de mis favoritos. Simplemente no podía verlos para nada ¡Como que este niño quizás tenia los gustos de su padre no los míos en cuanto a gustos! Coloco mis manos sobre mi vientre acariciando distraída tratando de tener una conversación con mi retoño que no paraba de revolver mi estómago ¡Por favor bebé no compliques a mami! ¡Y como hijo de su padre ignoraba completamente mis peticiones para hacer su santa voluntad! -Esta noche será de lo más genial Catalina… todas irán ya que están un poquito intrigadas con tú nuevo novio si supieran que en realidad ya es tú esposo –Sonríe malévola mi querida Georgina frotando sus manos como las brujas malvadas de los cuentos de hadas de Disney. -No, tengo muchos ánimos de ir –Pero cuando veo su cara lista para comenzar un combate que no ganare me corrijo –Espera n
Catalina Abrego ¡Georgina Carranza otra vez me la volvió hacer! Busco con mi mirada a esa disque amiga mía… que anda revoloteando por todos lados desde que llegamos, por suerte mi madre y Nana Estelita no asistieron. ¿Por qué ese sería otro motivo para sentirme más avergonzada? -Muy bien señoritas nuestra noche está a punto de iniciar. Para que celebremos la despedida de soltera de mi mejor amiga Catalina… ¡Si señoritas siempre se nos casa!, pero…¡Con un novio distinto - Dice Georgina sonriendo como el gato que se comió el canario de la abuelita –Nuestra pequeña fiestecita será estilo cabaret chicas por lo que todas nos disfrazaremos para no desentonar con la sorpresa de esta noche. ¡Voy a morir! Todas las chicas comenzaron a vitorear y aplaudir como locas a las palabras de Geo. Claro para el relajo están más que puestas. -Chicas en esa esquina sobre la mesa hay antifaces para cada una de ustedes –Vuelve a sonreír meneando sus cejas de forma extraña ¡Presiento que lo siguie
Catalina Abrego -Georgina Carranza no te atrevas a dejarme sola –Pero mi querida amiga ni me escucho -¡Ay no! Una fuerte mano me tomo de la muñeca, conteniendo mi impulso por escapar de esta situación tan penosa, para luego guiándome quien sabe a dónde dentro de la habitación. Escucho solo su respiración justo a mi lado era lo único, porque todo el tiempo permaneció en silencio. Cosa que me enloquecía que permaneciera cayado. -¡Oye no es necesario que hagas un baile privado para mí!, estoy bien con solo que permanezcas lejitos de mi sin hacer nada. Igual van a pagarte así que no pierdes nada de todas formas. ¡Pero el bendito hombre era mudo, porque ninguna palabra obtuve de su parte como respuesta más que silencio absoluto! ¡Yo no estoy para estas locuras! Cuando detuvo nuestros pasos ya estaba a puntito de hiperventilarme. En serio estaba tan nerviosa con esto. ¿Por qué mi mejor amiga me hace estas cosas? Acaso no recuerda que ahora soy una mujer casada con un hijo de cinco a
Catalina Abrego Despierto entre las suaves sabanas estiro mi brazo en busca de su calidez pero en su lugar ahora esta frio. ¿Dónde está? Elevando un poco mi cuerpo acomodando mi cabeza sobre las almohadas. Busco con mi mirada pero no lo veo dentro de la habitación. ¡Me dejo sola!, no es posible, pero como llego el pensamiento a mi cabeza desapareció al escuchar unos ruidos extraños como golpes provenientes de algún sitio dentro de la suite. Me incorporo de la cama sosteniendo las sabanas alrededor de mi desnudo cuerpo. ¡Donde quedo mi ropa!, Ahs… como que ya se me hizo fiesta perder mi ropa siempre que estoy con Demian. Sin más remedio salgo de la cama con la bendita sabana enrollada cubriendo mi desnudes. Me dirijo en dirección de donde llegan los sonidos… mis pasos me llevan frente a un pequeño gimnasio ¡Vaya sorpresa! Ahí está mí adorado tormento con solo unos chándales colgando de sus caderas ¡Y nada más eso! Su tonificado abdomen se contrae con cada movimiento que realiz
Catalina Abrego -Tú eres mi amiga no es así ¿Cómo pudiste jugar conmigo de esa manera Georgina Carranza?, tienes una idea lo muerta de miedo que estaba anoche… pensando que explicación daría a Demian por tus tonterías. ¡Pero como siempre a mi amiga simplemente le resbalan mis reclamos! -Caty ya deja de regañarme –Me muestra su lengua –Todo estaba fríamente planificado para que tú noche con Demian fuera de fantasía. No puedo evitar entre cerrar mis ojos acusadoramente. ¡Pequeña manipuladora si no fuéramos amigas desde la primaria! -Eres una loca, pero un día Geo no muy lejano llegara tú turno. Entonces me divertiré de lo lindo con tus costillas –Pero como no, eso solo incrementa su gozo a mis costillas. Nunca cambia recuerdo cuando tuve el placer de conocerla, estaba en la primaria y ella era la niña nueva que llego del extranjero. Para ser más específica de México con sus padres. Todos tenían curiosidad por la chica nueva hija de un importante diplomático. Geo en ese entonces e
Demian Stuart -Señor Stuart. Buenas tardes la doctora Abrego continúa con su cita de las 3:00 pm, si gusta puede esperar por ella en su consultorio –Miro interrogante a su asistente -¡Así el consultorio esta libre porque está utilizando una sala especial para la terapia de hoy! Asiento aceptando acompañarla donde me indica mientras espero por mi mujer para llevarla a casa. Cuando estaba en mi oficina, recibí una llamada de mi hijo muy feliz ¡Porque su madre vendría a casa!, mi pobre niño no podía contener su alegría. Pronto mi niño ya no tendría que conformarse con los breves momentos que puede disfrutar de su presencia. Solo unas semanas más y mi mujer estaría donde pertenece. -Si, necesita algo puede llamarme señor Stuart con su permiso –Me quede solo en el consultorio de mi mujer. Observo el espacio con atención es bastante acogedor, cada pulgada es parte de su personalidad de Catalina. Sonrió contemplando un retrato de ella junto a su familia es tan dulce. Ella es tan difer
Demian Stuart Veo como mi mujer sale con prisa del consultorio, mientras mantengo presionado al estúpido hombre contra la pared. Estoy furioso con este tipo por faltarle el respeto a mi Catalina. ¡Hasta cuando seguirá hostigando con su presencia! Pero en este momento me interesa más el bienestar de mi esposa que partirle la cara… -No, quiero volverte a ver cerca de Catalina. Si continuas provocándome te juro que haré de tu vida una pesadilla –digo para luego arrastrarlo conmigo rumbo a la puerta para empujarlo fuera. Mi prioridad era mi mujer por lo que salgo en su búsqueda. Sin preocuparme si atendió mi advertencia o no de irse y mantenerse lejos de mi mujer. ¿Dónde se metió? Miro a todas direcciones buscándola con desesperación. Camino sin rumbo preguntándome ¿Qué fue lo que sucedió en ese consultorio? Al doblar por una esquina mis pasos se detienen frente a los sanitarios de damas ¡Puede que esté ahí!, sin preocuparme a murmuraciones abro la puerta para revisar si está en su