Catalina Abrego -Solo reacciono a tu intensidad Demian, es normal estar un poco incomoda… cuando mis padres están a unos pasos –Con la punta de su nariz roza mi mejilla, sin importarle lo más mínimo que llamemos la atencion de los demás por entretenernos –Por favor, necesito que seas un poco controlado con tus impulsos. -Catalina, no te pongas difícil conmigo – susurro muy cerca de mi oído, provocándome un escalofrió que ascendió por toda mi columna vertebral –Eres mi esposa puedo hacer contigo lo que quiera pequeña. ¡Dice con un tono posesivo en su voz! Trago saliva este hombre realmente es algo…. Ni siquiera le importa dónde estamos en este momento, en medio del recibidor a la vista de cualquiera. ¡Sus descaradas muestras de afecto me ponen nerviosa! Sus brazos me tienen prisionera manteniéndome tan cerca de su tonificado cuerpo. Puedo sentir su alimento mentolado sobre mi piel. ¿Me pregunto cuanto se ejercita para estar en tan buena forma?, ¡Por Dios Catalina que estás pe
Catalina Abrego ¡No creo en el divorcio! Sus últimas palabras antes de marcharse quedaron grabadas en mi cabeza. -Demian yo… -Mejor no sigas Catalina, eres mi esposa eso no cambiara. Por más que te niegues a aceptarlo. Dentro de tres meses se celebrara nuestra boda religiosa, a petición de tu padre con lo que estoy de acuerdo. ¡Yo, no tenía voz ni voto aquí! Mi padre junto con mi pequeño tormento; alias “maridito” se fue después de la cena con mi progenitor para hablar en su despacho a puertas cerradas para acordaron todo sobre nuestro matrimonio sin mi consentimiento, ni siguiera fui invitada en su reunión para decidir sobre mi porvenir ¿Cuándo es de mi vida que tomaron decisiones?, solo ellos dos. -De acuerdo ¡Qué más puedo decir cuando ustedes ya decidieron por mí! –Digo, con un toque de amargura en mi voz que no paso desapercibida. -Estas molesta con eso Catalina –toma mi cintura con su gran mano, para de un solo jalón arrastrarme contra su cuerpo firme –Mi pequeña niña ta
Catalina Abrego Unos pequeños golpes en mi puerta atraen mi atencion del expediente que estoy revisando. -Doctora Abrego, disculpe que interrumpa pero su esposo está aquí –Noto que Maricela tiene serios problemas para terminar –Llego con su hijo. ¡Como!, trajo a Denn… -Está bien, Maricela deja que pasen por favor –Esbozo una tensa sonrisa en mis labios –Gracias. ¿Qué nueva artimaña está planeando este hombre? ¡Con mis padres consiguió todo en sus planes! Ahora que más quería, a que viene todo esto. Y para empeora las cosas trae al niño. …¡Voy a ponerlo en su lugar! Pero mi determinación solo quedo en eso. Cuando veo aparecer a mí adorado tormento, como Geo se refiere a él, cada vez que tiene oportunidad así provocarme con sus burlas. Entra con prisa llevando entre sus brazos a mi pequeño niño mientras espero en mi consultorio por una explicación. Pero de inmediato me pongo de pie alerta. -Demian ¿Qué sucede porque el niño esta así? –Ni, soy conciente que mis pasos me llevan
Catalina Abrego Mi pequeño paciente descansa inquieto sobre su cama. Después de su llegada a mi consultorio. Ya no pude mantenerme lejos de él. Así que decidí acompañarlo a su casa. ¡Ya que me preocupaba su estado emocional! -Gracias, Catalina –Me dice Demian mientras permanece sentado junto a su cama. -De nada…es mi paciente debo velar por su bienestar –Su oscura mirada me observa de una manera extraña. -Segura que solo se trata de eso -¿Qué trata de decir con eso? –Ahora eres mi esposa Catalina mi hijo ya no solo es tu paciente. Finalmente entiendo que quiere decir realmente con sus insinuaciones. No había pensado en eso que ahora era su madrastra. ¡Pero sin la verruga en algún sitio de mi rostro!, como en los cuentos de hadas de Disney. -Yo, no pensé en eso Demian pero ahora que lo mencionas mi deber con el niño es mayor. -Mi pequeña Catalina tan difícil es ser mi esposa para aceptarlo –Pregunta caminando en mi dirección con su mirada todo el tiempo sobre su presa. ¡Rápi
Demian Stuart Entre mis brazos…Catalina trata con todas sus fuerzas de resistirse, ¡pero finalmente su necesidad es similar a la mía! Su cuerpo se arquea respondiendo a mis manos jugando bajo su ropa. ¡Deseo tanto que se entregue completamente! Sin restricciones ¡Que se permita disfrutar este momento! Ella es demasiado reservada hasta un poco tímida… quiero que se libere de sus temores para que su hermoso cuerpo goce cada una de mis caricias. ¡Mi pequeña Catalina! -Catalina deja de pensar tanto en esa linda cabecita –Murmuro mientras paso despacio mi lengua entre sus firmes pechos expuestos. -Esto no está bien Demian… ¡Ah!...yooo –No, permito que continúe formulando pensamientos. La necesito completamente perdida en las sensaciones que estoy produciéndole con mis caricias. Mi mujer es demasiado contenía. ¡Quiero que enloquezca con mi boca!, con mis manos sobre ella. Explote sin inhibiciones ¡Que deje de ser mi recatada mujercita!, para convertirse en una mujer apasionada en
Catalina Abrego -Mis niños tienen hambre –Una amable señora con mirada adorable nos recibe con una sonrisa. Cuando entramos a la cocina. Se trata de una dulce mujer con su cabello poblado de canitas recogido en un práctico moño. Por alguna razón que no logro entender siento cierta familiaridad con ella. ¿Cómo si la conociera de años? ¡Es bastante extraño!, pero es la emoción que se aloja en mi estómago. El brillo en sus ojos me lleva a pensar que tiene mucho afecto por mis dos acompañantes… en su mirada hay mucho amor. -Usted debe ser Catalina, es todo un placer conocerla me alegro que esté con nosotros. Mi nombre es Gloria soy Nana de mis niños Demian, Denn y Dixon –En ella no percibo ninguna pizca de incomodidad con mi presencia, solo me parece un poco curiosa conmigo –Me imagino que ninguno ha comido todavía pero prontito voy a solucionarlo… Vamos por favor tomen asiento. Ella me recuerda mucho a mi Nana Estelita. ¿Quizás por eso percibo esta familiaridad? -Ven, conmigo mam
Catalina AbregoDespués que su padre saliera con su hermano de la cocina, mi pequeño Denn permaneció conmigo solo un breve momento por todo el tiempo que ellos estuvieron en su despacho.Ya que mi niño debía que cumplir con un itinerario de actividades…bastante apretado, me pregunto ¿Quién establece eso para un pequeño niño?, debe estar mal de su cabeza el adulto que toma esas decisiones.¡Lo que más me incomoda era el hecho que recién unas horas, Denn tuvo una crisis bastante seria!Habiendo transcurrido unas horas mi pobre niño estaba obligado a cumplir con una agenda que ocupaba la mayoría de su tiempo.-Sus padres están de acuerdo con su matrimonio con mi niño Demian –Pregunta con interés su Nana Gloria. Sacándome de mis reflexiones.-Ellos están de acuerdo que continuemos juntos, pero pusieron la condición que también debíamos estarlo bajo la bendición religiosa, así que dentro de tres meses se realizara.No sé qué nota en mi voz la simpática señora, pero aclarándose su garganta
Catalina Stuart No soy de esas personas que merodea curiosa en una casa donde fui invitada, pero… moría de aburrimiento. Por lo que después que Nana Gloria me dejara sola comencé a desesperarme. Así que decidí vagar a mis alrededores sin un rumbo definido. Solo me deje llevar por mis pasos que me llevaban sin un rumbo conocido. ¿Por qué permanecía todavía en casa de Demian?, pues por quien más ¡Que mi pequeño niño!, quería asegurarme de que permanezca tranquilo. Y no sufriera una nueva recaída en mi ausencia. Al llegar a un pasillo doble en dirección de unas enormes puertas…Mmm un sentimiento extraño se apodero de mi cuando más me acercaba. Pose mi mano en la sólida madera para empujar…estaba a punto de entrar. -Catalina, ¡Aquí estas cuñadita! –Mi impulso inicial es interrumpido por Dixon. Miro con un sentimiento de familiaridad hacia donde me disponía curiosear… -¡Eh!, señor Stuart…quiero decir Dixon –me corrijo de inmediato por la miradita de reproche que me hace el susodic