Demian Stuart Ahora, ¡Quien se estaba muriendo de los celos soy Yo! Ese tipo no fue de mi agrado, cuando tuve mala suerte de conocerlo en España. Su, forma de mirar a mi esposa, me incomoda. Claro, es el ahijado de su abuela pero eso no significa que deja de ser hombre al lado de una hermosa mujer. -Señor Stuart, está seguro que no quiere mi intervención –Vuelve a preguntar Eliza insegura. -Eliza, tranquila. Manejare esta situación a mi manera, además ella, es mi mujer y madre de mis hijos. Para que un tipo se meta entre nosotros. Debo estar muerto para permitirlo. Y bien, muerto… pero, quizás entonces también evitaría que mi pequeña estuviera con otro hombre. Sonrió con mis pensamientos tontos. Cuando vuelvo mi mirada de catalina justo a la chica próxima, noto que Eliza está concentrada en mi rostro con un ceño fruncido. Quizás no me entiende porque aún es muy joven para hacerlo… Demonios, me refiero a mi como un anciano. Cierto le llevo once años. Sin embargo no es para tanto.
Catalina Abrego de Stuart -Bueno, Catalina. Estoy realmente sorprendida que mi primo aceptara ese arreglo para salir con Mario, por mi experiencia Demian, es muy celoso y agregando su forma posesiva de tratarte. Pensé que se armaría un gran problema. Me encanta como sabes manejarlo. Eres mi heroína Caty –Dice, sonriente Lauren. Más que saber manejar a mi esposo, diría otra cosa… simplemente, consintió esta noche de fiesta para complacerme de esa forma enmendar sus tonterías anteriores en el colegio de nuestro hijo. Demian, nuca hace nada sin analizarlo bien. Todo es cuando él desea que se dé las cosas nada diferente. Sí, no se tratara de una corrección de sus acciones anterior. Ni soñando permitiría esto por más que se lo rogara. Demian, es demasiado mandón y dominante para permitir que su esposa lo manipule a su antojo. -Por cierto, ¿Qué sucedió con Alicia pensé que vendría con todos nosotros? –Interviene Georgina. -Seguro, ese cuñado suyo se lo prohibió ¡Has visto como ac
Demian Stuart -Quien diría que nuestra pequeña Catalina, tiene tantas habilidades como bailarina. Todos los hombres en este lugar están babeando por ella y las otras dos chicas.-Me recuerda Jonathan tratando de contener una sonrisa. -Mejor pierde esa sonrisa de idiota, es mi mujer quien está en esa plataforma. Pero ahora mismo termino con sus locuras, aunque tenga que sacarla cargando sobre mis hombros. -Sí, todo un hombre de las Cavernas. Porque no dejas que se divierta un poco… pobre, chica debe estar muy estresada –Acude Gregory en su defensa. Estresa… pobre chica, va terminar cuando ponga mis manos sobre ella. Me pongo de pie en un solo movimiento los chicos se mueven a mi ritmo al igual que Eliza quien mantiene su rostro imperturbable. Lista para enfrentar lo que venga. Pero antes de dar un paso en dirección a mi mujer siento una pequeña mano sobre mi antebrazo reteniéndome de seguir mi camino. -Demian, no te alteres solo es una niña que quiere divertirse. Además… Me suel
Demian Stuart Coloco una toalla limpia sobre mi cuello terminando de remover el sudor que se acumula en mi rostro luego de mis ejercicios. Me pregunto si mi pequeña estará ya despierta. Esbozo una sonrisa tonta en mis labios imaginando su pequeño cuerpo desnudo entre mis manos. Nunca me cansare de desear a mi esposa con cada célula de mí ser mientras ella sea absolutamente mía. Pesando en la posibilidad de tener un encuentro matutino además de alimentarla. Mis pasos me llevan camino a la cocina para preparar un desayudo para llevárselo a la cama. Pero mi corazón se sale de mi pecho cuando al entrar en la cocina detengo mis pasos ante la visión de mi esposa inconsciente sobre la cerámica del piso. Para luego ponerme en movimiento y auxiliar a mi niña que permanece sobre su costado completamente inerte ¿Qué debo hacer? -Catalina, mi amor despierta ¡Dios! ¿Qué te sucede pequeña? –Digo, mientras palpo su pulso en su cuello y acerco mi rostro a su nariz para comprobar que respira. Aun
Demian Stuart -¿Qué dices mi amor no estoy entendiendo nada?, ¿Cómo que tengo otro hijo de donde apareció? Si, mis únicos hijos permanecen en esta casa. ¿Quién está tratando de sembrar duda en el corazón de mi mujer? -Demian, en casa está un sobre que contiene fotos y una nota… ¡Que! -Mi amor ¡No! Puedes comenzar ahora con dudas. Te prometo que no tengo hijos fuera de nuestro matrimonio. Nunca, escúchame bien Catalina, nunca estuve con una mujer aparte de ustedes sin un tipo de protección. Necesito que confíes en mi palabra mi amor estoy dispuesto someterme a una prueba de ADN con ese niño para probarte que ese pequeño no lleva mi sangre. -Demian… -No, Catalina. Piensas que desconocería mi sangre eso jamás lo haría. Si, acepto que tuve una relación de amantes con esa mujer pero nunca deje embarazada a Lara. Ese niño no es mi sangre si lo fuera nunca dejara de reconocerlo. Además dime mi amor conociendo a doña Marta te haces una idea el lio que hubiera armado para que reconociera
Demian Stuart -¿Qué estás diciendo amor, eso no es posible? Bueno… pensándolo bien si puede solo que no entiendo como mi hermano ignora que es padre? Si eso es cierto tuvo que suceder cuando Mauricio todavía estaba en la universidad. Espera ella es de tú generación… es mayor que el bobo de mi hermano. Mmm que estoy diciendo al final eso no importa. ¡Genial ahora resulta que soy viejo! Ya que comparto la misma edad con Lara. Sonrió con un poco de amargura ¡Porque eso me recuerda que mi esposa es una niña comparado conmigo! Cuando mi pequeña Catalina nació ya asistía la primaria. ¡Que viejo me siento! Mi esposa luego de decir todas esas palabras prácticamente sin respirar se queda en silencio mientras digiere toda la información. Sé que es una verdadera sorpresa que ahora resulte ser el padre del hijo de Lara mi cuñado. ¡Su hermano! -Demian, estoy segura que si mi hermano se entera va responder por el niño. Mauricio es muy serio y responsable. Lara debe decírselo para que reconoz
Catalina Abrego de Stuart -Gracias, Catalina por permitir que Denn venga a jugar con mis hijos. Ellos son felices con su amistad, disfrutan mucho jugando con tú pequeño –Comenta Alicia con una tímida sonrisa. Ambas volvemos nuestra mirada en dirección donde nuestros niños juegan videojuegos. Entiendo cómo se siente Alicia y comparto sus sentimientos. Mi pequeño al igual que los suyos pasó por situaciones muy difíciles a su corta edad que lo hizo perder gran parte de su niñez. Pero aún estamos a tiempo para que comiencen un nuevo inicio en sus vidas como niños. Que son protegidos por sus padres de cualquier posible peligro. -¿Qué me cuentas Alicia con respecto a Marcelo? –Pregunto con interés por mi pequeño paciente. -Aún no se abre conmigo Catalina, tengo miedo que mi hijo… -Alicia, debes tener confianza que Marcelo saldrá de sus problemas emocionales. No, esta solo ahora tiene muchas personas preocupas por su bienestar aparte de ti. Ella, sonríe moviendo su cabeza afirmativame
Demian Stuart -Estas bien, mi amor te noto un poco cansada –Digo, con preocupación mientras continuo luchando con Caty para que coma su papilla de manzana. Ahora tengo un desastre entre manos con su comida regada por todos lados, su rostro se mira tan tierno cubierto con la mezcla de comida para bebé, incluso mí cara está en las mismas condiciones. Sonrió a mi pequeña Caty con un gran amor irradiándose por todo mi corazón. Ella, a diferencia de su hermano Denn no conoce que significa no ¡Claro solo es un bebé! Pero a veces me parece que me entiende perfectamente y se burla de su pobre padre. Retadora todo el tiempo como mi mujer. Sin embargo ese carácter que se cargan ambas me hace amarlas a un más. Caty al igual que su madre puede hacer conmigo o manejarme a su antojo. -Sí, estoy bien. Mi amor no te preocupes creo que mejor deberías preguntarte por los motivos de mi apariencia cansada –Contrataca mi esposa con una sonrisa. Sirviendo fruta picada a nuestro hijo. Sé que estoy en