Catalina Abrego ¿Cómo llamo mi madre a la señora Sanders?, esto no es cierto… es, ella su prima. Esto debe ser una broma. Mi madre es familiar de esa mujer, que no para de verme extrañamente… ¿Cómo resulto que la suegra de Demian es prima de mi mamá?, ¿Qué, entre en un mundo paralelo?, alguien debe estar jugándome una pésima broma. Eso quiere decir que ella es mi tía. ¡Santo cielo!, qué tontería es esta. -Camila, tú ¿Qué haces aquí? –Su, mirada sorprendida es algo que no sé cómo explicar, porque aparte de lo obvio parece que no le hace ninguna gracia la presencia de mi madre a la señora Amelia, ¿Cuál será la razón? -¡Oh, cierto es un poco extraño estar en un lugar como este claro!, y coincidir. Estamos aquí por mi esposo. Recuerdas a Santiago está muy mal de salud. Pero gracias a Dios nos informaron que va a mejor. A mamá se le quiebra su voz cuando pronuncia esas palabras. Para todos es difícil todo lo que paso con mi padre y ahora esa angustia está por terminar. Solo es cues
Catalina Abrego Aunque nuestra salida del hospital fue un poco accidentada por la aparición de los señores Sanders de la nada. Todo estaba bien. ¡Ahora todo está mejor gracias a Dios! Mi padre según mencionó su médico pronto saldría del coma, solo debíamos que esperar que su cuerpo se estabilizara. Ya que después de una intervención de tantas horas era normal que todavía permaneciera inconsciente, eso sin contar los días anteriores de mucha tensión por la que todos tuvimos que pasar, en especial mi madre, que no quería dejar a mi padre ni un segundo fuera de su vista. Ya en casa finalmente el agotamiento me noqueo. Sin embargo me sumergió en un sueño intranquilo. Mi mente rememoraba cada una de las palabras que cruzaron mi madre y la señora Amelia. ¡Quien ahora resulta ser mi tía materna! Me siento muy confundida por todo lo dicho en ese lugar entre ellas, pero a pesar de buscar respuestas nadie quiso darme ninguna de todos los integrantes de mi familia nadie quiso hablar sobre
Demian Stuart-Quiero que se mantengan lejos de mi esposa. No estoy dispuesto a seguir tolerando, que busquen maneras de encontrarse con ella.-Demian, no pienso obedecer tus prohibiciones, aquí no solo decides tú. También Catalina decide a quien deja entrar a su vida. Además si recuerdas bien, independientemente te guste o no, estaremos en su vida, quieras consentirlo o no. Ella es nuestra sobrina. Deja de interferir con nuestra familia.¡Genial ahora resulta que son familia! Y por ese motivo se sienten con derecho de pasar sobre mí. He ignorar completamente mis advertencias.Ya veremos, cuanto les dura esto de mi cuenta corre que se acabe su valentía.Nadie absolutamente nadie va interferir en mi matrimonio con Catalina. No voy a permitir que los Sanders me fastidien arruinando todo.-Soy quien tiene todo el derecho a decidir por mi mujer, ¡nadie más! Cuando, ella se convirtió en mi esposa, pasó a formar parte de mi familia. Y seré el único en tomar las decisiones en mi matrimonio
Catalina AbregoEsto, no es cierto… mis ojos me están engañando. Mi corazón se aprieta, siento como mis pulmones comienzan a quemar por la falta de oxígeno. Vamos Catalina respira… esto, no puede ser real. Pero si lo es ¡Dios! ¿Qué significa todo esto?, me quedo plantada, en el marco de las enormes puertas. Mientras siento que mis pies se fundieron con el piso de mármol.-¿Qué te sucede mi pequeña Catalina?, no te esperabas que en realidad, tú presencia en esta casa solo sea para remplazar a la verdadera mujer de Demian. ¡Ay querida!, me imagino que esta es una gran sorpresa para ti. No es cierto. Jamás cruzo por tú cabecita que solo eras el remplazo de la señora de esta casa.¡Señora de esta casa!Burla hay en su tono de voz, esto debe estarlo disfrutando de lo lindo esta tipa odiosa. Permanezco en silencio por un buen rato, sin saber cómo reaccionar ante todo esto.Frente a mi hay muchos retratos de una mujer, Que a pesar de serme familiares no me pertenecen… esa, chica tiene mi ros
Demian Stuart¿Dónde está mi mujer?, fui de un lugar para otro buscándola. En el hospital su madre ni siquiera está enterada de nuestra discusión., Supongo que Catalina, no quiso incomodar a su madre con nuestros problemas.En su casa, nana Estelita tan poco tenía conocimiento de nada ¡Maldición!, ¿Dónde estás Catalina?, Ella, no puede simplemente salir de mi vida, sin darme la oportunidad de darle mi versión.Estúpida Helen, por su culpa mi mujer se enteró de todo, mandándome al diablo. Todavía vibran en mi mente sus últimas palabras antes de marcharse a toda prisa.“Mi pequeño error fue conocerte”Ella, me considera un maldito error tanto así, que se fue sin volver a mirar atrás como una ligera brisa.¿Por qué busco escapar de mí, sin darme una sola oportunidad?, creí que nuestro amor iba a superar todo ¡Cuan equivocado estaba!Ni me permitió dar una explicación…Cuando regrese a casa la culpable de mi sufrimiento hace mucho había escapo de mis garras. Solo, espera Helen esto no se
Demian Stuart En un bar de la ciudad. Al final tuve que terminar cediendo, aunque ahora no es nada de mi agrado, andar de fiesta con los chicos como solía hacerlo cuando estaba soltero. No, me quedo más alternativa que seguir el plan de mis endemoniados amigos. Bueno, más bien seguir los planes de Henry. Que según el muy idiota de no hacerlo se guardaría su pista sobre donde podría estar mi mujer. ¡Para esta clase de amigos mejor tener enemigos! Realmente solo estoy molesto, porque me arrastraron a una de sus noches de licor y mujeres. Ahora que estaba casado con Catalina, no había ninguna mujer que se comparara con ella. Para llamarme la atencion. Solo existía mi mujer en mi cabeza, solo ella es capaz de excitar mi cuerpo. Hacer que pierda hasta el apetito. -Demian, quita esa cara de amargado. Estas espantando a las lindas señoritas –Dice, fingiendo estar molesto Henry –Tienes una idea ¿Cuánto tiempo llevo en sequilla?, no arruines nuestra oportunidad con una bella chica. To
Demian Stuart En mi ajetreo por salir deprisa de ese lugar por mis propios medios. A pesar de ni tener un buen equilibrio con mis pies, para sostenerme sin tropezar con lo que tenga frente a mí, no me detengo. Aunque todo a mí alrededor gira y gira sin parar, sigo adelante sin ver atrás, para comprobar si mis amigos siguen mis pasos. Todo lo que quiero es poner la mayor distancia entre esa mujer y yo… ¡Que no para de incomodarme! ¿Qué piensa que en ausencia de mi mujer? Va, tener un tipo de oportunidad conmigo está completamente mal de la cabeza. Solo pensar en sus manos sobre mí me provoca asco. Nadie, que no sea mi amada esposa tiene derecho a tocarme ¡absolutamente nadie! Solo, pertenezco a mi pequeña Catalina, con su mal genio y todo, ella es la única mujer que amo. Y es la única que puede elevarme al completo gozo o hundirme en la melancolía. Sonrió como idiota, recordando esa boquilla ligera llevándome la contaría siempre. Mi bella combativa mujer. Ella, puede torturarme to
Catalina Abrego “Catalina… Catalina… por favor no dejes a mi hijo solo” Escucho una voz muy similar a la mía. No muy lejos de donde me encuentro, estoy en medio de la estancia rodeada de fotos y recuerdos de quien era la esposa de Demian. “Por favor Catalina… mí, hijo te necesita” Repite una y otra veces como un eco que se propaga en toda la habitación. Es su voz, ella es Carlota pero ¿Dónde está no consigo verla?, solo logro percibir su desesperación en sus suplicas. Pero no entiendo su insistencia con proteger a mi hijo. Como su madre sé que es mi deber cuidar de mi pequeño Denn. Jamás voy a permitir que este en ningún peligro. “No, culpes a Demian… mi esposo ahora te pertenece Catalina. Él te ama” Ahora habla sobre Demian esto es tan confuso cada minuto me desespero más por averiguar el porqué de sus peticiones. Debo estar volviéndome loca juro que escucho a Carlota, pero que hace aquí ¡Dios esto debe ser un sueño!, quiero despertar por favor. “Catalina, por favor protege