Demian Stuart Como en cámara lenta el tiempo parece detenerse ¡Mi esposa ya no está a mi lado! He perdido el agarre de su pequeña mano, ahora se encuentra en medio de la calle sin prestar atencion de lo que está a punto de suceder, el automóvil acelera su marcha parece como si el lastimar a mi mujer fuera su objetivo. Suelto su helado dejándolo caer en el suelo para iniciar una carrera contra el tiempo ¡Tengo que llegar junto a mi esposa! Escucho los gritos de Alejandro quien también inicia a correr en la misma dirección en la que me dirijo ¡Maldición porque solté su mano! Por favor que llegue a tiempo ¡Dios no permitas que esto pase por favor no! Solo, dame un poquito de fuerzas para impedirlo. -¡Catalina! ¡Catalina… cuidado mi amor! –Voy gritando su nombre mientras trato de correr con todas las fuerzas que tengo. Pero siento como si fuera imposible llegar a su lado. Pero no me voy a rendir… Estoy a un metro distancia de mi esposa solo un poco más para retirarla del peligro. V
Demian Stuart -¿Qué estás diciendo Jonathan? Estás loco eso sencillamente no puede ser cierto. Sé que esa mujer es un poco maquinadora pero llegar… A eso es imposible. Me parece una horrible broma la que estoy escuchando ¿Cómo esa molesta mujer ahora resulta ser la precursora del atentado que sufrieron mi hijo y esposa? -Demian, mi padre averiguo todo con el IP que obtuvimos de esos criminales. Rastreamos la dirección del perpetrador que nos tomó un tiempo, pero dimos al final con esa persona. Es Helen. ¡Maldita mujer! Esa es la protegida de mi madre por su culpa, esa infeliz tenía acceso a mi familia. -Eso no es todo hermano buscamos más profundo en sus movimientos en los últimos meses. Helen, estuvo en comunicación con el hombre que intentó violar a Catalina en el estacionamiento. ¿Qué? Voy a matarla con mis propias manos cuando la tenga a mi alcance. -¿Qué más has descubierto Jonathan a través de tú padre? -Hace aproximadamente tres días Helen se reunió con unos hombres quie
Demian Stuart-Hijo espera habla despacio no logro entender lo que estás diciendo Denn. Por favor mi amor ¿Qué sucede en la casa?-Papá esa mujer mala está en la casa, dice que va a lastimarme luego que acabe conmigo matara a mi madre, ella está en la habitación le dio algo de beber. Para que no se mueva de la cama… Papá, ayúdanos quiere hacernos daño. Mi corazón se detiene por un instante para luego de nuevo volver a latir de forma acelerada Helen está en nuestra casa.-Denn, ¿Dónde están las personas de seguridad? Hijo me estas escuchando –Digo, con alarma en mi voz.-No, lo se papá. Solo estamos mamá, Nana Gloria que esta inconsciente en la cocina, yo y esa mujer malvada. Ella, está diciendo muchas cosas feas… esa bruja, le dijo a mi mami que ella mato…-A quien mato Denn…-Mato a mi primera mamá Carlota…Sus últimas palabras se quiebran, eso provoca más desesperación en mi corazón.Estamos tratando contra una loca. Sí, es cierto lo que dice mi hijo, es una asesina con la que est
Catalina Abrego de Stuart -Vamos mamá… debemos salir de la casa, te ayudare a caminar lejos de esa mujer –Denn, es un niño muy valiente. A pesar de sus cinco años, mi hijo está luchando por sacarme del peligro inminente dentro de nuestra propia casa. Con su pequeño cuerpecito hace un gran esfuerzo para mantenerme de pie avanzando para mantenernos lejos de esa mujer. Todo lo que nuestras fuerzas nos permitan. En nuestro camino escaleras hacia abajo con lentos pasos un escalón a la vez. Nos detenemos por un momento para tomar un breve respiro que aunque nos pone en peligro, no puedo evitarlo. A la distancia puedo escuchar los gritos de ambas mujeres que están en una lucha sin cuartel para dominar a la otra. Quien gane esa batalla será quien decida nuestro destino. Estoy preocupada por mi suegra. Se quedó atrás haciéndole frente a Helen, quien está decidida a lastimarnos quitando de su camino a quien se interponga en su objetivo ¡Dios si le pasa algo a doña Marta! Pronto dejamos d
Catalina Abrego Dos meses después… Mi niña estaba creciendo fuerte y sana. Se notaba en mi gran barriga que al cumplir los seis meses con unas cuantas semanas era como una montaña. Luego de todo lo sucedido con Helen, mi esposo estaba tan asustado por nuestra salud y seguridad, que todo el tiempo estaba al igual que toda la familia rodeada por personal médico además de las personas que se encargaban de protegernos. Aunque estábamos fuera de peligro al menos eso pienso con esa psicópata encerrada mi maridito no se siente conforme con nuestra seguridad. Si, antes rayaba en controlador ahora es peor Demian, quedo muy afectado con todo lo que sucedió. -Mi amor dije que no… Nada, es suficiente para mantenerlos a salvo de cualquier peligro. Así, que no quiero más esa actitud necia que siempre utilizas para salirte con la tuya Catalina. Permite que los cuide a mi manera me sentiré más tranquilo. -Demian, no te parece que estas exagerando. Ella, está encerrada ¡Acaso piensas que puede es
Catalina Abrego de Stuart -Caty estas cortinas están hermosas para la habitación de Denn, nuestro pequeño se sentirá muy feliz ¡No lo crees hija! –Dice, con ilusión mi madre. -Si, muy bonitas mamá llevemos esas para mi niño. Ahora necesitamos unas cortinas para mi niña. También, necito ropa de cama, almohadas entre otras cositas elijamos las más lindas para mis hijos. Tanto mamá como mi abuela y doña Marta asienten al mismo tiempo, poniéndose manos a la obra con su tarea de equipar nuestro nuevo hogar. Demian, nos compró una residencia nueva tan hermosa como nuestro anterior hogar con la única diferencia que ya no estaba a las afueras de la ciudad. Ahora estábamos más cerca de mis suegros por seguridad. Mi suegro Darío había ayudado a mi esposo en la búsqueda. Mi esposo arreglo todo para que la renovación fuera en tiempo record ¡Cuando mi maridito se proponía algo era imparable! Nadie, podía decirle no. Eso, me contaba a mí ¿Por qué en un momento queso ser mi esposo a toda costa
Catalina Abrego de Stuart -Mi amorcito por favor deja de meterte en problemas, esa venita tuya de llevarme la contraria debe parar pequeña. Ahora, tienes que pensar en nuestros hijos, antes de hacer cualquier cosa que pueda causarte algún tipo de estrés. Demian, sigue sin estar de acuerdo con el hecho que trate al niño de Alicia. Está decidido a prohibirme mi consulta con Marcelo. Pero, simplemente eso no pasara. Ante todo soy una profesional que no puede mezclar su vida personal con mi labor como psicóloga. -Bebé, debes parar ¡No! Me gusta que quieras imponerme tus reglas incluso en mi trabajo. Demian, soy psicóloga infantil. Esa es mi profesión para eso estudie en la universidad, con el objetivo de ayudar a mis pequeños pacientes amor no puedes bloquear mi vocación. Y si tú amigo tiene un problema conmigo puede venir a mi clínica para conversar. Con esas últimas palabras me retiro a nuestra habitación, ignorando completamente lo siguiente que iba a decir. Mi marido está demasi
Catalina Abrego de Stuart Los meses han pasado a una velocidad increíble. En un pestañeo me faltaban unas pocas semanas para cumplir los nueve tan esperados meses. Tiempo en que finalmente conoceremos a nuestro pequeño retoño. Demian, estaba loco por que naciera nuestra hija. Mi esposo se pasaba en una tensión constante con la espera, parecía que en lugar de ser yo quien está embarazada se tratara de mi marido. Incluso, en mi etapa de antojos mi pobre amor sufrió por la ansiedad de buscar lo que satisfaciera sus deseos. Parecía todo el tiempo de antojos tenía un apetito voraz. Terminaría engordando si no se cuidaba con su ingesta de alimentos. Pero eso sería difícil de ver ya que mi esposo entrena todos los días su cuerpo. Me encanta verlo cuando está en el gimnasio golpeando el saco medicinal con potentes puñetazos que intercala con patadas. Es hermosa la visión que me regala de su cuerpo. Observo su entrenamiento mientras me refugio en un sofá cómodo con un tarro de chocolate