•Sara• Esa noche no pudo terminar peor, Zac no paró de acorralarme para que le dijera la verdad, si estuve en algún momento con Samuel. Le mentí, le dije que no, que en ningún momento lo vi.Sus celos se salieron de control que, esa noche me aleje de él, no quise escuchar más sus gritos, por qué de hablar tranquilamente paso a gritarme. Los chicos estaban en su mundo bebiendo y bailando que no se percataron de nada, Zac perdió su norte nuevamente y está vez me asusto grandemente y termine por pedirle a Maikol que me llevará.Maikol no me habló en todo el camino y quien cortaba la tensión era Patricia, inocente sin saber lo que pasó, hablando incoherencias por la borrachera que traía. La mañana siguiente conversé con él y no pudo más que entenderme, le pedí que me perdonara por ser una carga para él, nadie más que yo quisiera olvidar y no sentir más.Estas últimas semanas mis manos se ponen frías al igual que mis pies, he tenido una tos extraña que se presenta al agitarme y mi pecho h
Todos están hablando y charlando, Greta está en la cocina con la señora de servicio preparando los bocadillos, no veo a tío Manuel por ningún lado. Maikol está junto a Daniel que es el DJ, por lo que veo, continuó recorriendo el lugar y veo a algunos conocidos del colegio jugando un juego de parejas y en eso mis ojos caen en el rubio que viene caminando hacia mí; está vestido con un pantalón de seda negro y una camisa de vestir ceñida a su cuerpo de color azul claro, la lleva recogida en sus codos. En sus manos trae un ramo de girasol y por más que lo evité todo este tiempo por su rección en el club, me saca una sonrisa por qué son mis flores favoritas.—La palabra preciosa queda corta—me besa la mejilla y me funde en sus músculos brazos—. Gracias, Zac.—Feliz cumpleaños, Sarita— Se separa un poco, pude verme en sus ojos azules tan claros. Es un buen chico—, no podía olvidar que hoy era tu cumpleaños y me tomé el atrevimiento de invitarme solo.Sus ojos no muestran enojo o algo pareci
•Samuel•Dos días atrás…Estoy en mi oficina terminando con lo último que faltaba para el lanzamiento de un nuevo libro de una de las mejores escritoras del país, todo está listo impreso y embalado para ser enviado al resto de las editoriales del país y fuera de él, es una de los pocos escritores que decidieron seguir con nosotros a pesar de lo último que está sucediendo estos meses con la filtración de los borradores y diseñó, todo lo tengo bajo investigación, sin embargo, el gusano que está detrás de esto sabe cómo hacer su trabajo.Entra una llamada de Margot.—Dime, Margot.—Señor, aquí afuera está la Señora Greta, se nota algo nerviosa. ¿La dejo pasar?—Sí, hazla pasar. Y, por favor, que nadie nos molesté—cuelgo y me levantó para recibirla, ella casi nunca viene para este lugar y que Margot me diga que parece nerviosa, me preocupa, porque Greta es una de las mujeres más seguras que conozco.Toca y le digo que pase, viene vestida con un pantalón bota ancha de seda de cintura alta
—Sara, está enferma, S-Sara…—solloza—, se está muriendo, tiene problemas en su corazón, se está hinchando sus pies y manos, no las siente a veces. Está débil, solo duerme. Y-y días atrás su tos fue insoportable al pasar la crisis se durmió, sin embargo, su pecho bajaba y subía muy rápido y joder, estoy segura de que algo pintaba en él. ¡Joder, Samuel!—grita y me empuja del pecho—, ¡Sara quiere morir, no quiere decirte nada ni a ti, ni a ninguno de los chicos! ¡Tiene tiempo con esto oculto y sabes algo más al enterarse de que volviste con la puta rubia y que esperan dos debes tuyos, fue suficiente para ella, para alejarte!—¿¡Mierda dices!?—le gritó ella no se inmuta—, ¡como mierda pudo ocultar algo así! ¡Joder! Es su salud y tú, cómo pudiste seguir callada, Patricia. Ella misma me alejó, yo nunca quise hacerlo, me engañó Patricia, pero eso no quiere decir que no podía decirme lo que pasaba con ella.Patricia se queda callada y mi cabeza trabaja rápidamente. Ya va, pero…, Sara me alejó
Maikol, permanece sin expresión alguna en su rostro, Daniel saluda a Sam, este nada más levanta una ceja entendiendo qué pasa entre ellos. —¿Podemos hablar, hermano?— le pregunta y Maikol pasa por su lado y se dirige a su habitación, Sam me deja un beso en la coronilla y me murmura que todo va a estar bien y se va detrás de Maikol. Me quedo con Daniel y este sonriente y dice: —Sara, Samuel es un buen hombre con sus defectos como todos y sus inseguridades, pero es un buen tipo. No sé qué pasó con ustedes, pero no quiero verlo más como ese día que destruyó el Club. Siento un nudo en mi garganta al escuchar a Daniel. —Tú, sabes de lo mío con Samuel— asiente—. Sí, y no los juzgó más bien los apoyo. Porque gracias a su amor, yo tomé la valentía de aceptar lo que soy sin miedo a ser juzgado y me di cuenta de que hay amores que tienen más prejuicios y son más señalados que el de dos homosexuales. —Daniel, yo no entiendo qué pasa. Pero tengo un pálpito en mi pecho extraño y sé que no es m
•Samuel•Tenerla a mi lado, era lo que necesitaba, Sara es mi razón de ser, de vivir por ella madure en cuestión de días, al morir nuestros padres y ahora por segunda vez les he fallado, por ser un maldito imbécil herido por su supuesto engaño.Ver sus tobillos de esa manera no me dejaron pegar un ojo y su delegado cuerpo que, al tenerla entre mis brazos sin nada de ropa, podía contar con mis dedos cada costilla. Maikol se sentía dolido al enterarse lo que oculto, Sara y sentía que jugó bien su papel haciéndole creer que ella estaba bien y no era así, no me quería cerca de Sara por como actúe el último día que estuve, le expliqué todo como pasaron las cosas y solo negó al saber lo infantil que fuimos los dos, nos herimos, pero, aun así, no dejamos de sentir todo esto que sentimos. Al igual que a Bryan le conté que al final si somos hermanos, no solo de palabra, sin duda, eso lo hizo muy feliz, le pedí disculpas por alejarlo a él también y todo quedó en el pasado, tenemos algo más impo
•Samuel•Vamos en mi coche a toda velocidad, no esperaré 48 horas para que aparezca Sara, llamó a Daniel y le explicó lo que pasó y le pido que se quede con Zachary y no le comenté nada. Pregunta por Maikol, que no le responde el teléfono y le digo que lo deje en paz, que no debe tener cabeza para hablar con nadie.Bryan va a mi lado hablando por teléfono con unos amigos para que nos presten su ayuda.—¿Vamos para la Mansión Lombardy?—Sí—respondo sin dejar de ver la carretera.—Sabes que ese malnacido no estará—aclaró—Lo sé, Bryan, no soy estúpido, sin embargo, su padre sí—suelto con desagrado—, ese señor tendrá que ver cómo m****a hace para dar con su hijo, por qué si lo consigo primero, lo mato.Bryan asiente y continúa en su teléfono.Media hora después llegamos y Bryan es quien habla por el intercomunicador y le autorizan para pasar, estacionamos dentro de la mansión y nos esperan en la puerta.—Bienvenidos, el señor los espera en su despacho síganme.Pasamos por unos pasillos ll
•Samuel• Los días y las semanas pasaron muy rápido. Mi vida y la de todos cambiaron en un mes. Sí, mes sin saber de Sara. Terminé cerrando las editoriales que tenía, solo una se mantiene en pie; la que mi padre fundó.Mi padre…, como suena extraño decirlo después que sabes la verdad.El detective Dominic, ha estado haciendo su trabajo, sin embargo, no es suficiente. Bryan se lanzó a las calles al igual que los chicos, no puedo decir que no hemos hecho lo posible y lo imposible, a pesar de su historial con las drogas, entramos a esos barrios que lo perdieron en su adolescencia con tal de tener una pista; Zac tendía a ser un ex consumidor por algunos gestos de los que se percató Bryan al hacerse pasar como su amigo. Conversamos con un vagabundo y dijo que un chico muy rubio, llegó buscando drogas y algunos inhaladores, solamente pude pensar en Sara ¿Qué drogadicto busca eso? Le informamos al detective, pero la versión del vagabundo cambió, misteriosamente dijo que no era rubio, que vio