Punto de vista de Aria La rigidez de su erección empezó a presionar con firmeza contra mi zona íntima, solo separados por su pantalón y el fino encaje de mis bragas. Noah deslizó su mano entre mis piernas, desatando una oleada de sensaciones por todo mi cuerpo. Sin embargo, lo aparté con resol
—Eso suena como la mayoría de las manadas, supongo. Pero me refiero específicamente a Henry y... —Noah —completó Diggory. Asentí. —Confío plenamente en Henry. Prácticamente me crió —dijo Diggory—. Pero, desafortunadamente, no tengo mucha experiencia personal con Noah. Ha estado en el extran
Punto de vista de Noah —Podrías haber objetado en la boda y haberla liberado de este compromiso —sonó la voz de Judith desde el otro extremo de la llamada—. Digo, tenías pruebas en video de ella pasando tiempo contigo la noche antes de su boda. Hubiera sido suficiente. Salí al jardín de la azo
Cualesquiera que fueran los informantes que se habían infiltrado en la finca Bergmann, ciertamente querían saber todo lo posible sobre mí. —Lleva esto contigo en todo momento —había dicho Diggory la mañana después de mi boda, entregándome un brazalete—. Hay un chip allí que vibrará cuando detecte
Punto de vista de Aria —¡Aria! —La voz de Atlas resonó por el teléfono—. ¿Dónde has estado? ¡El hecho de que te hayan prohibido la entrada a la Luna Escarlata no significa que no pueda conseguiste empleo! Gemí mientras me apoyaba en las almohadas y me frotaba los ojos. Despertar se había vuelt
—¿Qué le sucedió? —Pregunté, arrodillándome junto al catre y levantando la camisa del hombre. Gruñó cuando me acerqué a su herida. —Está bien, Chris —le aseguró Tony—. Ella es la sanadora que me ayudó la última vez. Chris dejó de gruñir y me permitió examinar su herida, aunque sus ojos cont
Punto de vista de Aria —Solo una sesión más y deberías estar completamente recuperado —dije con entusiasmo mientras concluía el tratamiento de Chris, aplicándole la última dosis de acónito y revisando su herida, la cual estaba mostrando signos de una curación notable. —Gracias, de verdad aprec
—Entonces, las heridas como las de mi hermano, la bala de nitrito de plata —continuó Chris mientras desayunaba, —¿fue la primera vez que las atendías? —No es la primera vez —respondí, tomando un sorbo de café caliente y refrescante, —pero no es algo que vea todos los días. El nitrito de plata es