¿Me ayudan comentando? Muchas gracias por leerme! ¿Desean un maratón ?
----PUNTO DE VISTA [Narrador]---- — ¿Qué? —fue la primera reacción de Isabella. ¿Por qué Maximiliano le estaba diciendo eso ahora? — Quiero el divorcio, Isabella. No quiero estar más a tú lado. Isabella se estaba esforzando mucho por comprender lo que Maximiliano le estaba diciendo. Aunque Maximiliano lo hace para protegerla, esas siguen siendo palabras hirientes. — ¿Qué? — ¿Debo ser más claro, Isabella? Eres una mujer inteligente, estos meses me lo has demostrado. No quiero seguir a tú lado. No quiero seguir viviendo contigo, no nada. — ¿Es así como se define tú lealtad, Maximiliano? —Isabella se está resistiendo las ganas de llorar— ¿Hasta aquí llega tú “lealtad”? — Mi lealtad —repitió pensativo Maximiliano— Por mi lealtad es que te estoy dejando, Isabella. No quiero engañarte con otra mujer, por eso es por lo que quiero terminar esto. Nosotros nunca tuvimos sentido alguno. La antigua Isabella ya estaría llorando, pero Isabella solo lo resiste. No puedo estar pasando esto en
—— PUNTO DE VISTA [Isabella]—- Desearía cada día qué pasa no pensar más en mi exesposo, aunque nuestro divorcio aún no concluye por todos los bienes intermedios, ya no lo he visto desde aquel fatídico día. Mi vientre crece con la fuerza de una tormenta, digno hijo de aquel hombre tan confuso para mí. Aunque vivir a su lado por unos cuantos meses fue demasiado aprendizaje, bueno y malo, ahora solo deseo mi propia paz. Jamás le admití que le tenía cariño, así que al menos de esa forma no siento que me hayan rechazado por completo. — ¿Hoy iremos al ginecólogo? —me preguntó Leonardo, sacándome de mis pensamientos — Si, aunque hasta ahora todo está bien, no quiero correr riesgo. Me siento feliz con cada día que se acerca. — Tenemos que decirle a padre pronto, él nos dirá cómo manejar a la prensa. Sabes que todos van a querer saber quién es su padre. — Creo que puedo manejarlos, desde nuestro divorcio han estado sobre mí a cada momento. Creo que ha sido el matrimonio más importante q
----PUNTO DE VISTA [Narrador]---- — Señorita Ferrer —saluda la ginecóloga Anastasia— Es un placer volver a verla. Luce demasiado bien, me da un gusto ver eso. Isabella fue la primera en entrar, siempre en la primera parte, si es que no necesita revisión, en caso de eso, Leonardo suele salirse. — Buen día, doctora. La verdad es que si me he sentido bastante bien. — Buen día, doctora —saludó Leonardo con la típica sonrisa de “galán”. Leonardo acompaña a Isabella por dos razones principales, la primera es que nunca la deja andar sola y la segunda es que la doctora le parece una bella mujer. — Está haciendo un excelente papel de tío, señor Ferrer —sonrió la doctora— Empecemos por cómo se ha sentido estos días. — La verdad es que no me siento como una mujer embarazada, no totalmente. Hago mi vida normal, quizá si me canse un poco más rápido, pero no es mucho la diferencia. Percibo mas algunos olores, pero eso es todo. No he vomitado ni una sola vez, eso es lo que me daba miedo. — C
----PUNTO DE VISTA [Narrador]---- La doctora se había disculpado por aquella interrupción al menos unas tres veces. Todos es Italia saben lo importantes que son cada miembro de la familia Ferrer, así que ser interrumpido por el capricho de alguien fue lo peor.— He visto el sexo —avisó la doctora moviendo el aparato rápidamente para que no lo viera Isabella— ¿Quieres saber que será?Leonardo sintió una emoción por saber. Pero Isabella quiere mantener el sexo del bebé desconocido hasta que nazca.— Yo si quiero saber —dijo Leonardo.— Pero no sabremos, así que eso no lo diga, doctora.— ¿No tendrán una fiesta de revelación? —preguntó la doctora.— No queremos hacer de esto un tema de circo —habló Isabella— No quiero que nadie se entere de esta… situación.La doctora y todo Italia saben de la repentina separación entre Isabella y Maximiliano, así que la doctora puede entender las razones de Isabella para que nadie se entere que espera un hijo de alguien que no es más su esposo.Compren
----PUNTO DE VISTA Narrador-----Maximiliano ha perdido el control sobre sus emociones, que son tan fuertes, que deben agradecer de que solo se haya encerrado en su habitación dentro del departamento que tienen en el centro de la ciudad. — ¡Es un bastardo! —gritó con todas sus fuerzas por el enojo— ¡Un maldito! Para Maximiliano estar separado de Isabella Justo en el momento que se dio cuenta de su amor por ella, fue demasiado difícil. Puesto que tres meses no han servido para olvidar ni su aroma. No ha podido dormir en la habitación que compartieron, porque los recuerdos se vuelven tormentosos cuando lo único que quieres es olvidar. “””””””””INICIO DE FLASHBACK””””””””— Quiero a todos alejados de la casa —sentenció Maximiliano como orden directa a todos— Aquel que esté cerca de este hogar, lo mataré. Dejar a Isabella en aquel hospital, aun cuando sabe que ha pasado por un trauma fuerte, le ha dolido demasiado, más de lo que pensó que podía dolerle. — ¿Tomarás unos días de descan
----PUNTO DE VISTA [Narrador]---- Finca de la familia MonclovaLa señorita Monclova llega furiosa a casa. Las sirvientas saben que cuando la señorita Monclova está de mal humor, es mejor mantenerse alejado de ella. Así que cuando azota la primera puerta, todas desaparecen. — ¿Dónde está mi padre, Federico? —pregunta con un tono amenazador— En su oficina, señorita —responde Federico acostumbrado a los berrinches de la hija del señor Monclova.Hilda Monclova, hija mayor del señor Monclova, es una mujer que ha sido bastante caprichosa desde hace mucho tiempo atrás. Se había logrado comportar cuando Alessandro Santoro habló con su padre, pero ahora, está furiosa.— ¿Qué te pasa ahora, Hilda? —preguntó el señor Monclova cuando la vio entrar, de solo ver la forma en la que camina, sus gestos, conoce a su hija tan bien como la palma de su mano.— Maximiliano Santoro no quiere casarse conmigo, padre. He sido humillada por culpa de esa estúpida mujer.— ¿Qué mujer? ¿Maximiliano tiene amante
——PUNTO DE VISTA [Narrador]—— Isabella condujo hasta llegar a un complejo de casas que están lejos de los atrajeos de la ciudad. Aunque parece estar lejos, la mayoría de los que viven en la zona están allí por gusto, pues las casas son pequeñas pero lujosas. Solo personas importantes pueden estar viviendo en esa villa, como era denominada por ciertas personas. Los dos investigadores llegaron al final, enviando la ubicación a sus respectivos clientes, que deseaban ver que es lo que estaba pasando en la vida de Isabella. Bella Isabella. — Estoy bien, no te preocupes por mi. Aunque esperaba que eso no pasara de esta forma, me preparé por si papá reaccionaba así —fue lo primero que dijo Isabella cuando respondió la llamada de Leonardo — ¿Dónde estás? No pienso dejarte sola. — Ya sé que no, pero quiero que hoy no te preocupes por mí. Nadie sabe dónde estoy, así que quisiera que hicieras algo de ti hoy. Mañana nos vemos, te lo prometo. — Isa no quiero dejarte sola, sé que te duele
----PUNTO DE VISTA [Narrador]---- — Soy yo, Isabella, no te asustes, soy yo —Maximiliano alzó las manos en son de paz— Déjame ayudarte. Isabella estaba a punto de ahogarse con su propio vomito por el susto provocado por este hombre. Como pudo le hizo señas para que le pasara un vaso de agua, necesitaba enjuagarse la boca y quitarse eso. — ¿Estás bien, Isabella? ¿Llamo a un doctor? — Qué estás haciendo aquí, Max. ¿Cómo es que has entrado? ¿Cómo sabes donde estoy siempre? Esto no es una casualidad. — No puedo dejarte sin vigilancia, Isabella. Aunque estemos separados, necesito que estes protegida. Mis enemigos siguen, nunca se detienen. — ¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó Isabella queriendo saber— ¿Cómo has entrado? — Me dijeron que saliste y tomaste una nueva ruta, solo he venido a ver que todo esté bien. Solo eso, Isabella. Maximiliano está naturalizando el hecho de que ha seguido a Isabella desde hace varios meses, desde el día cinco de su separación. La habitación de pront