---PUNTO DE VISTA [Narrador]--- Maximiliano salió con rapidez de su casa, al menos diez hombres más le seguían en otro carro. Pues, aunque haya sobrevivido al ataque, nadie puede asegurar que se salve de otro. La noche en la ciudad ya ha caído, así que es peligroso salir a pasear. El investigador de Lucas Campbell logró fotografiar a Isabella fuera de la casa, cuando ella estaba buscando a su hermano. Así que envió la información a su jefe. — ¿Sabías que Maximiliano ya no está en el hospital? Ha sido dado de alta Justo cuando tú y yo salimos de casa, Leo. ¿Lo has planeado? Para Isabella eso fue lo más extraño y algo que no le gustó. Porque ella quiere hablar con Maximiliano antes de hacer cualquier cosa, pero parece que Leonardo tiene su propia decisión desde el punto de vista de Isabella. El momento que pasaron juntos caminando, había cambiado todo lo que una vez pensó Isabella, pensaba hasta antes de enterarse que Maximiliano ha salido, que él también se había sentido de esa fo
—— PUNTO DE VISTA [Narrador]——-Isabella miró a Maximiliano, que a su vez estaba viendo un pétalo de rosa tirado en el suelo. — ¿Lucas Campbell estuvo aquí, Isabella? — Entregó un ramo a Karen, ella lo dejó en mi habitación hasta que llegué, después de eso le ordené que lo botara a la basura. — ¿No lo viste? Cuando llegue a la habitación en nuestra casa, había un ramo para ti de él. ¿No se ha ido? ¿Qué pretende hacer? — Espero que solo haya sido una disculpa, porque jamás se lo podré perdonar. Y no por ti, no por nadie, sino por mí. Eso lo decidí cuando le dejé.Isabella quiere dejar de ser una persona que siempre hace lo que todos quieren, quiere sentirse de una u otra forma libre. Sin tener nada que la ate.— Si no se ha ido, sabes lo que pienso hacer. ¿Verdad? —Maximiliano toma a Isabella alzando su rostro— No soy un hombre de segundas oportunidades, le dije a Lucas Campbell que abandonara la ciudad.— No te metas en eso, Maxi. Puedo resolver el tema de Lucas por mi propia cuen
----PUNTO DE VISTA [Isabella]---- Los pensamientos que tuve la primera vez que dormí con Lucas, fue algo como, deseo que este hombre no se aleje de mí nunca, pero eso se fue después de casarnos. Pero ahora… ahora deseo que, al abrir mis ojos, este hombre siga a mi lado, si no es así, juro que jamás volveré a tener relaciones con él.Entonces, aunque ya quería abrirlos, primero tenté la cama, para darme cuenta y no desilusionarme cuando abriera mis ojos, no sentí nada.— Maldito seas, Maximiliano —susurré al abrir los ojos— Maldito.— ¿Por qué tan buenos deseos para tú esposo, Isabella?Me asusté al escuchar de repente la voz de Maximiliano, quién estaba saliendo del baño únicamente con una toalla enredada, tapando de la cintura para abajo. Pocas veces he tenido esta oportunidad de verlo, así de perfecto.¿Algún podré gustarle?— Pensé que te habías marchado —dije— Pero ahora veo que no.— No, decidí que no me alejaré de ti de nuevo. Te hice sentir mal, no fue mi intención aquella pri
----PUNTO DE VISTA [Narrador]----La finca Santoro es el lugar mas seguro cuando alguien desea desaparecer. Aunque se llame finca Santoro, no hay algo que demuestre una conexión legal con la familia. Los lugareños protegen la finca porque Maximiliano Santoro ha dado demasiadas y fuertes donaciones de dinero a cada persona que vive en ese lugar.Ahora que solo desea proteger a su “reina” no dejará nada se le salga de las manos. Jamás había sentido esta necesidad de proteger algo. Maximiliano sabe que Alessandro puede solo, por lo que todo este sentido de “hombría” es nuevo para él.— He sentido el viaje mas largo que el anterior —habló Isabella cuando por fin pisaron el suelo de la hermosa finca.— Creo que te entiendo, me duelen las caderas también —respondió Maximiliano recordando la noche anterior.Gabriele tenía al menos tres horas viendo la entrada de la finca para volver a ver a su musa, Isabella. Aunque su primo, le haya prohibido hacer cualquier cosa, al menos puede verla todo
——PUNTO DE VISTA [Isabella]----— ¿Estás escuchando lo que me estás diciendo, Maximiliano? —pregunté ofendida.No puedo creer lo que Maximiliano me está diciendo. La mirada que le me dedica es de que está diciendo totalmente lo que él piensa.— Pensarías lo mismo si la situación fuese diferente, Isabella.— En este momento, nos hemos jurado lealtad, no amor, no mediocridades, Maximiliano. Al menos en este momento toda mi confianza está depositada en ti. ¿No me dijiste hace unos días que solo en mí confiarías? — Lo hice, pero… todo lo que acaba de pasar frente a mí. Es lo que me haces pensar, Isabella.La actitud que está tomando, me hace enfurecer de formas que no imaginé. Me recuerda un poco a la forma que la que Lucas comenzó a ser conmigo, así que mi silencio es mi respuesta. Solo por un momento.— Mi nombre es Isabella Ferrer, Maximiliano. No soy una mujer común, soy única.Me di la vuelta y salí de la habitación, con eso definitivamente no me quedaré en la misma habitación que
----PUNTO DE VISTA [Narrador]----— Si sabías lo peligroso que era casarse con ese hombre. ¿Por qué has decidido correr ese riesgo, Isabella? Isabella tiene tanto miedo, que los nervios y el sentimiento de amenaza actuaron de sedante, cayendo desmayada frente a aquel desconocido.El hombre la miró, sin duda imaginó una mujer así para ser la esposa de Maximiliano, una mujer sexy, segura, pero al final de cuentas, una mujer vulnerable. El hombre resistió hacer cualquier cosa aprovechándose de aquella situación.…— ¡¿Dónde están mis hombres, Gabriele?! —exclamó Maximiliano en cuanto el sol salió.— Están por llegar. He investigado por horas y la familia involucrada son los Vongola.Maximiliano al escuchar eso, inmediatamente pensó en los peligros. Los hombres que pertenecen a la familia Vongola, sin duda alguna conoce al peor de todos ellos y su enemigo por naturaleza.Niccolo Vongola, el hombre que conoce hace muchos años y un depredador. La diferencia entre los dos es que a Maximilia
----PUNTO DE VISTA [Isabella]---- Cuando regresé a Italia, nunca me imaginé que yo podía estar en una situación peor. Sabía que mi padre, siendo un anciano me daría palabras de aliento, que mi hermano me apapacharía y que Johana estaría siempre cenando conmigo. Jamás se me ocurrió la idea que mi mejor amiga estaría viviendo en Asia, que mi hermano sería obligado a casarse y que mi padre estaría de descanso por mucho tiempo. Jamás pensé que Maximiliano sería mi esposo, no quería ni volverme a casar, ni enamorarme de un hombre como lo es él. Ahora, jamás pensé que estaría en una situación como esta. Al aceptar que Maximiliano tiene negocios chuecos, pensé que solo sería ignorar eso, no preguntar, no nada. Pero ese ha sido mi peor error. — Empecemos con las preguntas —me dice con un rostro serio Niccolo— ¿Qué sabes de la propiedad de la familia Santoro junto a Eslovaquia? ¿Por qué han estado construyendo allí? — Esa propiedad no es más de los Santoro. — ¿Cómo? No intentes engañarme,
----PUNTO DE VISTA [Narrador]--- — Suelta eso —la voz de Niccolo es sin duda amenazante. Los papeles parecen invertidos, con Isabella tomando aquel cuchillo con sus manos temblorosas, Niccolo deseando escucharla gritar cuando su sangre salga por un corte profundo en la piel, no desea matarla, pero si jugar con ella. — Claro que no haré lo que me pides, Niccolo. Aunque parezca que Isabella tiene el control, Niccolo no es un hombre temeroso a un corte. Sin duda alguna él sigue jugando con la pobre Isabella, que está muriendo de miedo. — ¿Sabes por qué la familia Santoro tiene interés en ustedes? Esa pregunta sin duda alguna es algo que Isabella no espera. — Nos casamos por conveniencia, ambos —respondió Isabella segura— Eso lo sé. — Maximiliano tiene cientos de enemigos, enemigos que se volvieron locos cuando Maximiliano logró derrotar a la familia mas importante que todos los europeos tenemos en la mira… Logrando que muchas personas desearán matarlo. ¿Sabes cual es la forma de h