Capítulo 6
No respondí, pero mi expresión fría lo dijo todo. Nuestro pasado era como una simple película proyectada, y yo solo un espectador. Frente a Lucía, ya no sentía nada más que una fuerte impaciencia.

Lucía, intentando aferrarse a algo que ya no existía, me miró algo incrédula:

—¿Por qué? ¿Es por haber prestado el apartamento a Tomás para su actuación? Pero él también es tu pariente lejano. Solo quería ayudar.

—Sé que Tomás es tu ex de la universidad, Lucía. No seas hipócrita, sabes bien lo que pensabas entonces.

Lucía, sin escuchar lo que decía, exclamó de repente:

—¡Pagaré! ¿Vale? Quiero el objeto del juego que hace que Nestor deje de estar enfadado. Pagaré un alto por ese objeto.

Su voz sonaba suplicante, con lágrimas en los ojos. La app mostró una transferencia pendiente de 1000 dólares de Lucía.

Mi corazón, ya helado, permaneció frío e implacable. Lo Negué:

—El amor verdadero nunca fue un juego. Hemos terminado, ya nadie jugará contigo.

Mi teléfono sonó varias veces: mis padres me esp
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