Audrey salió corriendo hacia la mansión de los Vangelis, sintiendo una repentina urgencia de buscar el diario que había tomado del castillo. Subió las escaleras rápidamente, como si la vida le fuera en ello y tal vez era cierto, cada paso resonando con determinación en el silencio de la mansión.Llegó a su habitación y se acercó a su escritorio, donde guardaba sus pertenencias más preciadas, y buscó frenéticamente entre los libros y papeles hasta encontrar el diario.Sus manos temblaban ligeramente mientras sostenía el diario en sus manos. Sabiendo ahora la importancia de su contenido. Con el diario firmemente agarrado, Audrey descendió las escaleras con la misma prisa que antes. Salio hasta el jardin, donde su familia esperaba desconcertados y llenos de curiosidad.—Ella…— Audrey abrió el diario y mostró el dibujo de aquella mujer que se parecía a ella y a su hija, o más bien ellas se parecían a la mujer del dibujo. — Creo que es la hija de Joel.Ravel asintió con una tierna sonrisa
Bleid se acercó junto con Audrey, hasta donde sus hijos se encontraban abrazados. Los gemelos no dudaron en correr a los brazos de sus padres.Bleid no dudó en abrir sus brazos al igual que Audrey para cada uno cobijar en ellos a sus hijos.—Ya todo está bien, no permitiremos que nada malo les ocurra — mencionó, Bleid a ambos jóvenes al fundirse en un abrazo los cuatro.—Ahora que estamos unidos y más fuertes que nunca, debemos urdir un plan para enfrentar a Joel y su clan de vampiros —dijo Gregory, adoptando una postura firme y determinada.—Estoy de acuerdo. Hemos pasado por demasiado sufrimiento a manos de Joel, y no permitiremos que siga causando dolor a nuestra familia y a otros inocentes —afirmó Audrey con voz decidida.—Joel es astuto y poderoso, pero tenemos la ventaja de conocer sus debilidades y su forma de operar. Debemos utilizar esa información a nuestro favor. Además, contamos con Gwyneth, cuyo vínculo con Joel podría proporcionarnos información crucial.— añadió Barack,
Desde las sombras más profundas del recinto, el ser corrupto emergió lentamente, como una pesadilla materializada. Su figura retorcida irradiaba una presencia siniestra, envileciendo todo cuanto tocaba. Una corrupción palpable se extendía por el ambiente, ensuciando incluso los pensamientos de Joel.Su rostro permanecía impasible, oculto bajo una expresión gélida y sin emociones. Parecía disfrutar con el sufrimiento ajeno, deleitándose con el tormento que generaba en aquellos que se atrevían a desafiarlo.—¿Parece que mi presencia no es de tu agrado, Joel?—, susurró el ser corrupto, dejando que su voz, cargada de ecos de ultratumba, llenara cada rincón de la habitación.Joel no respondió, pues sabía que no había palabras capaces de rebatir a esa entidad maligna. La sola idea de tenerla cerca era repulsiva, una oscuridad que amenazaba con consumirlo por completo.—¿A qué has venido? — preguntó Joel, enfrentándose al ser frente a él con valentía y temor entrelazados.—He venido a inform
La batalla estaba a punto de comenzar, y Joel sabía que el resultado final traería consigo un pago, sin importar quién saliera victorioso. Un escalofrío recorrió su espina dorsal mientras contemplaba el campo de batalla que se desplegaba ante él. Las sombras parecían retorcerse de anticipación, hambrientas de gritos y dolor, ávidas de alimentarse de aquellos que se decían luchar en nombre del amor y la justicia.El ser maligno empuñaba un mango oscuro, un instrumento que le permitía jugar entre los dos bandos, sembrando discordia y confusión. Pero gracias a la astucia de Joel, quien había logrado crear una pequeña ventana en la mente de Audrey, él podía vislumbrar los acontecimientos que se desarrollaban en ese preciso momento entre ambos grupos. Esa información sería invaluable para decidir a cuál de los bandos debía favorecer.Una sonrisa retorcida se dibujó en los labios del ser corrupto mientras saboreaba la expectativa de los eventos por venir. Era un maestro de la manipulación y
—¡Protegeré a mi hermana y a mi abuela! —gritó Barack con determinación, sin perder ni un segundo. Sin siquiera desvestirse, sintió cómo su ropa se rasgaba mientras su cuerpo se transformaba. El pelo comenzó a crecer rápidamente, cubriendo su cuerpo con una densa capa de pelaje. Sus músculos se expandieron, otorgándole una fuerza y agilidad sobrehumanas. Ahora, como un imponente lobo, estaba listo para enfrentar a los vampiros que amenazaban a sus seres queridos.En cambio, Susan no contaba con ningún tipo de poder o capacidad para defenderse. Y Gwyneth nunca antes se había transformado, y ahora, en medio de la batalla, no sabía si era capaz de hacerlo. La incertidumbre y el miedo se apoderaron de ambas, pero su determinación por proteger a su familia superaba cualquier obstáculo.—Nosotras, también ayudaremos —Susan y Gwyneth, tomaron sus propias armas, no serían una carga para su familia. Juntas compartieron una mirada llena de complicidad. Empuñando sus dagas y espadas, lograron he
La batalla parecía interminable, pero finalmente Bleid logró desarmar a Joel y lo inmovilizó en el suelo. Un momento de pausa se apoderó del campo de batalla mientras los combatientes recuperaban el aliento.Sin embargo, la victoria de Bleid fue efímera. Un grupo de vampiros de refuerzo, aprovechando el momento de distracción, rodeó a Audrey y la capturó. Los ojos de Bleid se llenaron de angustia mientras veía a su amada en manos del enemigo.Un destello de determinación iluminó su rostro y Bleid se lanzó hacia los soldados, decidido a rescatar a Audrey sin importar los obstáculos que se le presentarán en el camino.No obstante, el contraataque del alfa, fue interceptado por Joel quién en ese momento uso uno de sus poderes doblegandolo y colocandolo de rodillas frente a él.Yue, también fue en ese momento también capturada, obligándola a cederle de nuevo el control a Audrey.—Joel, por favor. Deja libre a Bleid — le pidió ella al líder de los vampiros. Joel soltó una risotada macabr
Gwyneth asintió, sintiendo el apoyo y la confianza que emanaban de sus seres queridos. Sabía que podía confiar en ellos para protegerla y ayudarla en esta peligrosa misión de rescate. Sin perder un segundo, se dirigió rápidamente hacia el lugar donde había visto a Joel llevarse a su abuela, consciente de que cada paso la acercaba más a su enemigo. Los dos lobos, Gregory y Barack, la seguían de cerca, sus miradas alertas y sus músculos tensos, listos para enfrentarse a cualquier enemigo que se interpusiera en su camino. La batalla rugía a su alrededor, pero Gwyneth se sentía fortalecida por el amor y el apoyo de sus seres queridos. Cada paso que daba aumentaba su confianza y fortaleza interior.A medida que avanzaba, su conexión con Joel se intensificaba. Sentía sus emociones, sus intenciones y sus motivaciones. Aunque el desafío era enorme y las circunstancias eran peligrosas, Gwyneth estaba decidida a enfrentarlo todo para reunirse nuevamente con su abuela y proteger a su familia.M
—¡Padre!—, exclamó Gwyneth en ese instante, haciendo que tanto Bleid como Joel giraran sus cabezas hacia la joven.Sin embargo, el que se vio más impactado al verla fue el vampiro. En ese fugaz momento, sentía que se encontraba frente a su hija perdida, Dulcinea, en un pasado remoto y olvidado.—Dulcinea…—, susurró Joel, pronunciando con duda el nombre de la joven que se alzaba ante ellos, mientras los tres lobos adoptaban posturas defensivas, alertas a cualquier amenaza.El silencio se apoderó del lugar, cargado de un dramatismo casi palpable. El corazón de Dulcinea latía con fuerza en su pecho, mezcla de miedo y valentía, consciente de la trascendencia de aquel momento.—¡Por favor, deténganse!—, suplicó Dulcinea en el cuerpo de Gwyneth, con una voz temblorosa, tratando de contener la tensión entre los presentes.Sus ojos se clavaron en los de Joel, buscando el rastro de familiaridad y conexión, queriendo recordar el amor que alguna vez existió entre ellos. Aunque sus facciones most