Connor Fray
—¡Dije que me bajes! Tú enorme bruto
—Continua nena no voy a cambiar de opinión, irás dónde decida llevarte.
—En tus sueños Fray déjame ir idiota —Dice con un renovado ataque de golpes con sus pequeños puños.
Continuo con mis pasos ignorando sus protestas pronto será una Fray debe acostumbrarse a mi presencia, por que ahora estoy decidido que ella sea mi mujer. Y no la de ningún Morgan.
Entro cargando mi retadora prometida quien insiste en seguir golpeando con todas sus fuerzas. Mi dulce niña piensa que logrará dañarme. Muchos son los ojos que miran en nuestra dirección sirvientes que van y vienen.
—Lana, no quieres un escándalo que todos se enteren que mi prometida estaba en los brazos de otro hombre ¡Oh, si! —Con eso paran sus golpes además de guardar silencio —Ahora se buena niña de acuerdo.
Subo los escalones de dos en dos con ella sobre mis hombros su actitud me hace gracia en lugar de continuar enojado. Me parece entretenido que Lana, resultará ser la chica en la tarima.
Unos pasos más finalmente llegamos al final de las gradas, me dirijo por el pasillo buscando un lugar privado dónde conversar con ella.
Me decido por la segunda puerta que conduce directo aún despacho entro cerrando la puerta de un golpe, luego coloco a Lana, sobre sus pies.
—Bien, ahora preguntó y tú respondes ¡Entendido! —Mi valiente prometida comienza a negar, pero con mi mirada le indico que lo piense bien —Es fácil compláceme no te busques más problemas.
El gesto que hace con sus labios es muy gracioso ¡Está chica es entretenida!
Lana Glower
Permanecemos en un punto muerto estudiando nuestra mirada después que el muy bruto pronunciará sus últimas palabras, no puedo creer que pretenda tratarme como una niña. Cruzo mis brazos sobre mi pecho como una forma de llevarle la contraria.
Sin embargo, el hombre ni se entera, luego se aleja de mi metiendo sus manos dentro de los bolsillos en su pantalón.
—Bien, bien, eres Lana Glower eso está claro, también que eres mi prometida y que me engañas con Morgan. Dejo algo sin mencionar.
Una mueca se dibuja en mi boca este tonto se mentalizo en su cabecita su propia historia. Pero por mi bien es mejor que lo saque de su equivocación.
—Yo no tengo nada con Caleb son ideas tuyas Fray —Un dedo aparece frente a mi haciéndome callar.
—Por favor dime Connor ya que pronto nos convertiremos en esposos, entonces recapitulemos dices que estoy equivocado —Dice elevando una ceja gesto que remueve algo raro en mi estómago.
—Pues es una pregunta que debes responderte a ti mismo, porque de mí no obtendrás más aclaraciones. Me da completamente igual lo que pienses —Y ahí voy de nuevo.
Su mirada se torna oscura muchas alertas se disparan en mi cabeza sin embargo no consigo morderme la lengua por lo que continúo atacando.
—Es natural que un Fray se crea con derecho de intimidar a los demás actuando como un maldito salvaje exigiendo derechos que aún no tiene…
Hasta ahí llegan mis palabras el hombre me acorrala contra la pared asustándome por su arrebato.
—Presta atención Lana Glower guárdalo en tú pequeña cabecita, eres mi prometida, mi futura esposa y madre de mis hijos, te guste o no, me importa un bledo. Digiérelo como quieras, pero algo quiero que quede claro te mantendrás alejada de Caleb Morgan.
—Y si no quiero hacerlo ¿Qué? —Ahí voy de nuevo sin detenerme a pensar en las consecuencias porque nací sin un filtro o instinto de sobrevivencia.
El hombre solo sonríe antes de colocar sus labios sobre mi boca de forma posesiva, tomándome por sorpresa, pero qué demonios, luego busca abrirse paso en su interior mientras sus manos invaden mi cuerpo como un pulpo.
Connor Fray
Me dejo llevar ella es tan suave que mis manos se pierden en sus curvas, estoy concentrado en su calor que no veo venir su ataque. Lana, golpea con su rodilla mi parte noble, haciendo que suelte un alarido de dolor mientras llevo mi mano a esa zona.
—Pero que demonios te pasa sabes que puedes dejarme estéril por ese golpe acaso no quieres tener hijos en un futuro.
—¿Con quién, contigo claro que no? —Dice con burla en su voz irritándome.
Mi intención es volver a la carga contra ella, pero mi intención se ve interrumpida cuando la puerta se abre de repente apareciendo en el umbral Simón con su rostro descompuesto que de inmediato se transforma en una mueca.
—Connor tus padres y los señores Glower te están buscando, tienes una idea de cuantas excusas he dicho para cubrirte, mientras te escondes con esta chica —Vuelve su rostro hacia Lana —No, te ofendas, pero sales sobrando en esta conversación y en la vida de ese hombre, ya que mi amigo está comprometido, entiendes. Si, nos concedes unos minutos —Señala hacia la puerta.
Lana, asiente sin aclarar quien es ella, pero antes de salir por la puerta me muestra su lengua para luego simplemente marcharse dejándome ahí con mis testículos adoloridos y con un Simón orgulloso de proteger mi dignidad.
Connor Fray—No tienes que darme las gracias por salvar tú trasero, aunque es una chica muy hermosa debo aceptarlo, natural sentirte atraído, si con ella hubieras cometido un gran error Connor —Dice Simón orgullo de si mismo.No pienso sacarlo de su error simplemente camino hacia la puerta para reunirme con mis futuros suegros, seguido de cerca por Simón.—Oye espérame ahora resulta que tienes prisa por caerle bien a tus suegros, si hasta unos minutos…Sus palabras se quedan atascadas en su garganta cuando nos detenemos en presencia de mis padres, los padres de Lana, y la mismísima Lana, que es toda burlonas risitas.Lana GlowerLa cara de su amigo es todo un poema mis labios se estiran en una gran sonrisa.—Hijo finalmente llegan —Murmura su madre saliendo a su encuentro —Ven conmigo es hora de que conozcas a tú prometida.El codazo de Sofía en mis costillas me recuerda que esta reunión es algo serio borro mi sonrisa de inmediato con un gran esfuerzo.—Connor, han pasado muchos años
Connor Fray¿Qué esta perturbándola? Todos mis instintos se ponen alerta mi cuerpo adopta posición defensiva sea lo que este viendo Lana, lo percibo como una amenaza a pesar de no conseguir verlo.—Lana —Digo su nombre estirando mi brazo para tomar el suyo, pero ella no me responde una mirada ausente me corresponde —Niña, concéntrate en mi voz, estoy aquí.Trato de aproximarme, pero me resulta imposible algo me impide tocarla que está sucediendo. Luego la escucho volver a murmurar, pero en esta ocasión no entiendo que habla.—Lana —Aparece por una esquina Caleb que corre hacia ella, pero al igual que a mi es rechazado por lo que la retiene —¿Qué demonios está sucediendo? ¿Qué haces ahí como una estatua sin ayudarla?—Pues lo mismo que tú, tratar de ayudarla sin conseguir llegar a ella —Suelto entre dientes.Ambos frustrados solo observamos impotentes como ella permanece ahí frente a nosotros sin poder hacer nada para ayudarla.—Debemos hacer una maldita cosa Fray —Su, preocupación por
Connor FrayEn un momento en la madrugada me quedé dormido mi cuello duele como el demonio por quedarme en una posición incómoda froto mis ojos para despabilarme un poco recordando donde me encuentro.Durmiendo tranquila se encuentra Lana, después de una noche difícil velando sus sueños que cada cierto tiempo murmuraba exaltada, me alegro de que finalmente consiguiera descansar.Me concentro en su pequeño rostro en forma de corazón que comienza a dar signos que está a punto de despertar estirándose como un pequeño gatito, abre sus ojos tratando de enfocarlos hacia donde me encuentro, primero no hay ninguna reacción vuelve a cerrarlos, pero luego como si su mente hiciera la conexión los abre de golpe.—Buenos días, bella durmiente berrinchuda —Es mi amable saludo.—Tu, ¿Qué haces en mi alcoba?—Pues velando tus sueños para que más estuviese aquí—Mmm, no será que tienes un fetiche que satisfacer viendo a otros dormir que pervertido eres Fray.—Jajaja que graciosa lamento decepcionarte
Connor Fray—Vamos Lana respóndele también me gustaría saber tú respuesta —Digo apretando los dientes.Ella, retira los brazos de Morgan alrededor en su cintura poniendo distancia entre ambos cayendo en un momento de incomodidad.—Caleb, por favor márchate hablaremos en otro momento de acuerdo —Lana se concentra en Morgan en lugar de responder mi pregunta.—No, pienso dejarte sola con él —Insiste como todo un caballero el pequeño cachorro.—Hazlo, estaré bien —Veo la indecisión en el lenguaje corporal de Morgan sin embargo al final asiente pasando a pocos centímetros de mi camino hacia la puerta.Deseo darle una lección, pero no es el momento ahora debo resolver las cosas con esta mujer.—Estoy haciendo un verdadero esfuerzo Lana para controlarme de lo contrario serás la culpable que destroce la garganta de tú amiguito.En lugar de intimidarse con mis palabras ella me enfrenta elevando su mandíbula de forma retadora.—¿Qué se supone debo aclarar? Si, es un hecho que ya decidiste que s
Connor Fray—Ella, no está Lana se marchó —Entra diciendo su madre alarmada —Víctor debemos buscarla.—Mujer tranquila seguro esta cerca desde pequeña le ha gustado jugar a ocultarse toda esa alarma, preocupara a nuestros invitados mi amor —Dice el padre de Lana.—No, entiendes Víctor, ella escapo falta ropa y sus documentos no se encuentran en la cómoda —Luego se queda callada como si por primera vez desde su entrada recordara lo que dijo su marido.—Su hija escapo —Se eleva la voz de mi madre haciéndose escuchar —¿Cómo es posible Marian? Acaso tú hija no esta de acuerdo con el matrimonio con mi hijo.—Claro que no Rachel es todo lo contrario solo que Lana, aun no madura lo suficiente para entender las cosas como nosotros —Se excusa su madre.Pero el daño es hecho por la mirada de desaprobación en los ojos de mi madre sé que no confía en las palabras de la señora Glower, pero antes que la sangre llegue al rio, su prima Sofia intervine.—Lana, no debe estar lejos seguro logramos encon
Lana GlowerUn fuerte dolor de cabeza me embarga las nauseas son tan intensas que siento en cualquier momento volveré el estómago. Abro mis ojos despacio al principio todo esta borroso por lo que froto hasta que mi visión poco a poco consigue enfocarse.A mi alrededor solo visualiza paredes sin ninguna decoración es un lugar todo carente de cualquier calidez ¿Dónde me encuentro? ¿Qué sucedió? Son las preguntas que rondan en mi cabeza hasta que escucho las bisagras rechinar en protesta al abrirse la puerta.Cierro mis ojos tratando de fingir seguir inconsciente pero mi truco no resulta para nada al escuchar la voz de una mujer que con tono burlón se dirige a mí.—Vamos no eres tan buena fingiendo mejor abre los ojos tengo muchas preguntar que hacerte Lana Glower como por ejemplo ¿Cómo se te ocurrió salir sola sin protección?Pero la ignoro, aunque su pregunta despierta curiosidad ¿Qué clase de secuestrador le pregunta a su víctima eso?—Continuaras fingiendo por mi está bien me comeré
Connor Fray —Hice una pregunta Fray ¿Estas amenazando a mi padre? —Rugue entre dientes Caleb convulsionando. Conozco lo que se avecina no soy un tonto, todos los síntomas, están presentes, aunque no me molestaría entrar en una pelea en este momento con el cachorro de los Morgan, no vine a este lugar para pelear. —Cálmate hijo, estoy seguro de que Fray solo se encuentra alterado por la desaparición de Lana —Ante las palabras de su padre la presión en mi hombro se pierde. —¿Cómo que desapareció? —No, sabes nada al respecto Caleb —Interrogo —Piensas que miento pues temo que voy a decepcionarte idiota porque desde que me marche esta mañana no se absolutamente nada sobre ella. —De acuerdo, confiare en tú palabra cachorro —Suelto con sarcasmo- —Puedes dejar de llamarme cachorro solo soy menor que tú por unos años, anciano —Sonrió con el apelativo del niño, claro que es un cachorro. —Disculpen mi intromisión, pero está claro que ella no está aquí por lo que sugiero unirnos para busc
Connor Fray—¿Por qué me buscas? ¿Quién eres tú? —Pregunto estudiando el rostro de la chica que parece tener diecinueve o veinte años quizás, pero por la experiencia que refleja su mirada puede que me equivoque.Ella, esboza una sonrisa genuina en sus labios antes de responder—¡Lo dije lobo! Acaso tienes problemas de audición —Dice poniendo los ojos en blanco.—-Escuche el nombre que utilizas sin embargo todavía no me dices que ¡Demonios eres! Porque una simple humana estoy seguro no.—Vaya, vaya, parece que el primogénito de los Fray es más sensible de lo que esperaba. Pero no te debo ninguna respuesta, solo confórmate con saber que trajimos de regreso a tú prometida.Terminando de decir esa simple oración hace su aparición Lana, custodiada por dos tipos entre los mismos rangos de edad, que la chica, asiento en su dirección, mientras Simón murmura a mi lado.—¿Quiénes son estos tipos? Son realmente raros hermano. Solo mira el del arito en la ceja escalofriante.—Guarda silencio Simó