Jayden estaba completamente irreconocible. Conducía mucho más rápido que antes. Sus ojos solamente estaban concentrados en la carretera. Esquivando autos, motocicletas y cualquier cosa que se interponían en su camino.
—Jayden, detente. La policía está detrás de nosotros —grito, desesperada por el terror.
—Al igual que el auto negro —me responde.
—Por favor, Jayden, podemos levantar una denuncia contra quien sea que nos esté persiguiendo, pero por el amor de Dios, ya para.
No pensaba detenerse por nada del mundo. Mis manos automáticamente fueron en busca de su celular.
Marco con los dedos desequilibrados el número de Selene.
—¿Quién… eres? —ebria. Mi amiga estaba ebria.
Después de oírla me lo pienso dos veces, si decirle lo que estaba ocurriendo. Al final tras pensar un minuto la
NoviembreMi padre me ha estado llamando toda la mañana para decirme, y recordarme que estaría en Miami a las tres y media de la tarde, y que lo esperara en el aeropuerto.Aun ni siquiera le había mencionado la verdadera razon por la que no estudiaba más, y me arrepiento de eso completamente.Voy a tener que hacerlo ahora, cara a cara. Algo me dice que me voy a acobardar cuando finalmente se lo tenga que decir.—¿Mi hermano ya no te dirige la palabra? —preguntó Sophie, mientras se devoraba su helado chocolate y menta. Estábamos caminando por la playa, la encontré aquí de pura casualidad. No nos habíamos hablado desde la fiesta —. Cada vez que te menciono pone una expresión de cállate la boca, o te largas de mi casa.Con Duncan tampoco he hablado desde la fiesta. Tampoco es que he tratado de ponerme en contacto con él, es más
Lo que me estaba diciendo Selene no era cierto. Jayden me contó cómo murió su padre. Y como yo ya le había dicho a ella, los rumores se los inventan las personas.—¿Sabes otra cosa? —pregunta, no hace falta que le responda ya que habla antes de siquiera yo gastar saliva—. Había pruebas. Habían encontrado ADN dentro de la oficina de su padre, pero misteriosamente desapareció. Se dice que fue Jayden el causante de eso.Sacudo la cabeza, mientras me cubro el rostro asombrada de que ella se crea todo eso.—¿Por qué has dicho antes que está casi comprobado?Selene mira a Melissa, y con un movimiento de cabeza la obliga a salir de la sala. Quedamos las dos solas, me ofrece sentarme en el sofá, acepto dado que nuestra conversación se alargaría.—Alguien lo vio salir de incógnita el día del incendio —dice con l
—¿Soy quién? —Duncan no se quedó con la duda.A decir verdad a mí también me interesaba saber que iba a decir mi padre.—¿Eres el hijo de Alexander Powell? —pregunta mi padre.—Si —responde Duncan.—Vaya. Alexander es un amigo íntimo, hace años que no lo veo —dice mi padre—. ¿Cómo está tu madre?De verdad esto es demasiada coincidencia. Aun no me creo lo que está pasando. Mi padre conoce al padre de Duncan. Y, ¿a toda su familia?—Está bien, gracias —dice Duncan sonriendo.Se dicen unas cuantas cosas como si fueran mejores amigos.—Bueno, vámonos. Estoy cansado y en la noche tengo que verme con un cliente —dice mi padre llevando en cada mano su maleta y la de la que he de suponer de Clarie. Ella solamente tiene su bolso de cuero blanco colgado en s
—Jayden, espera por favor —bajo las escaleras rápidamente.Él tenía la obligación de decirme que mierda fue lo que sucedió. De donde conoce a mi padre, porque lo golpeó con ese odio tan escondido que tenía.Después de darle un golpe a mi padre, Jayden se dio la vuelta, y sin mirarme se echó andar como escapándose. Yo no lo dude y lo seguí.—Jayden —volví a llamarlo.Al llegar al último escalón, visualizo a Jayden tratando de abrir la puerta principal del edificio, pero no tiene suerte, menos mal. Esa puerta en muchas ocasiones se traba, odiaba que pasara, pero lo agradecía en este momento. Sin éxito, él da un golpe de puño cerrado al cristal, quebrándolo. Inmediatamente corro hacia a él preocupada.Sus nudillos comienzan a sangrar con rapidez.—Ven, vamos a mi ap
JAYDENExtiendo mi mano por toda la cama buscando la piel suave y delicada de esa chica la cual me estaba destruyendo por dentro, pero lo único que sentía era las sabanas a mi lado sin nadie sobre ella. Abro mis ojos y los entrecierro al sentir el sol filtrarse por la ventana. frunzo la nariz de inmediato, coloco mis codos en la cama y busco por la habitación alguna señal de ella.—¡Iris! —llamo. Nada—. ¡Bonita!Por un segundo me viene a la cabeza que tal vez todo lo que sucedió ayer no paso realmente, y eso hace que me frustre conmigo. De ser así, esa chica se metió dentro de mi piel y no es una muy buena señal. Luego veo su sostén de encaje rosado en el suelo, sonrío inconscientemente.Pero, ¿Dónde está?Mi celular me avisa que tengo una llamada entrante, frunzo el ceño
—¡No, no, eso no puede ser verdad! —me llevo mis manos a mi cabello, y luego a mi rostro.Lo que mi padre me estaba confesando no podía ser cierto, debía haber un error, él debía estar confundido. Pero con las palabras y su tono de voz que utilizo conmigo no hace menos de un minuto me hacen dudar de Jayden.—Dime por favor, Iris, que no has sido tan estúpida como para meterte en su cama —mi padre se levanta del sofá, mirándome interrogativo.Yo bajo la mirada, como iba a confesarle que si fui lo bastante estúpida.Esta mañana cuando llegue a mi apartamento, mi padre, Duncan y hasta Clarie estaban esperándome con el alma en la boca, bueno al menos se notaba eso en papá y Duncan. Lo primero que me han preguntado es donde he ido.Me daba vergüenza confesar lo que sucedió Jayden y conmigo, siento una opresión en el pecho,
Mi padre había conducido por una hora completa hasta llegar a una mansión, y es que eso era realmente lo que estaba frente a mis ojos. No me podía creer que el padre de Duncan tuviera semejante casa.Según tengo entendido el señor Powell vive aquí junto a su nueva esposa, Rachel, eso fue lo que mi padre me informo cuando conducía por la carretera de la ciudad.Selene quien estaba pegada al lado mío, no dejaba de admirar cada rincón de la casa tanto por fuera como por dentro.—Ese desgraciado de Duncan nunca me dijo que su padre era millonario —exclamo mi amiga—. Se lo ha tenido bien guardado.Mi padre se adentró más a la sala con toda confianza, como si ya hubiera estado aquí antes.Él lleva un traje de vestir muy elegante de pies a cabeza.De pronto miro hacia las escaleras largas y con una alfombra sobre ellas de color rojo opaco, y
No puedo ocultar mi nerviosismo al tener al señor Powell tan cerca, luego de escuchar lo que Jayden me dijo. Me agache para tomar mi celular rápidamente, Jayden aún estaba en línea. Me alivie.No sabía exactamente sicreerle o dudar de sus palabras después de todo, después de que me mintió. Pero estaba tan seguro de sus palabras, cuando se le quebró la voz…algo me decía en mi interior que debía hacerlo, debía creer en sus palabras.Alexander Powell era un asesino y amigo de mi padre.¡Mierda!Necesitábamos salir de esta casa urgentemente.—¿Dónde está el baño? —pregunto abruptamente.—Por aquí, sígueme —me señaló el interior de la casa. No debería entrar con él y estar a solas pero debo comportarme como si nada, como cuando he puesto un pie e