Apenas Seth se despertó no tenía idea si era de día o noche, sin embargo, estaba seguro de una cosa que había sido secuestrado por unos de los cómplices de Esteban como si las cosas no fueran de mal a peor.

Tanto sus brazos como piernas, habían sido atados por unas cadenas de hierro que ni el mismo podía romper de lo fuerte que era, entonces no dudo en mirar hacia su alrededor dándose que estaba tal vez en un sótano o habitación oscura donde las cosas estaban un poco complicadas.

—Por fin despiertas, aunque tampoco sería la gran cosa si te mueres porque no eres nadie importante excepto por tu abanico que ahora me pertenece. Al principio me costó controlarlo, pero, es un buen accesorio para tenerlo aquí en mis manos—le seguía siendo Jorge mientras que este chico estaba más que listo para luchar a pesar del dolor que estaba en su cuerpo completo.

Sabía que cualquier cosa le dijera esta persona podría ser una verdadera mentira, por eso necesitaba mantener la mente ocupada para evitar