Una semana después, casi todos en la empresa había visto tanto a Alba y Luke demasiado juntos, al principio algunas de sus compañeras estaban ignorando este hecho por completo hasta que una de las muchachas los encontró juntos dándose un beso.

De todas maneras, Alba seguía cumpliendo sus funciones en la empresa, ahora como la secretaria oficial de Luke trabajando en el último piso del edificio, totalmente diferente a Anahí, Cristóbal y Yahiko, quienes ahora se encargaban de las finanzas y presupuestos.

—Alba, por favor no te olvides del siguiente papel porque en un rato vamos a ir al restaurante para comer todos juntos.

—¿En pocas palabras, me estás diciendo que es una cita?—le pregunto esta mujer agarrando las carpetas para llevarlas a otra oficina.

—La verdad termina esto y nos vamos porque tengo mucha hambre—respondió este hombre cuando estaba enviando un correo a una empresa.

Alba tenía que aprender a quedarse callada porque decía muchas tonterías, cuando en realidad, se debí