Cerca de la mañana, Esteban se tuvo que despertar porque en este momento la puerta de su cuarto estaba sonando de forma extraña, no tenía idea de lo que se trataba esta vez.

No tenía miedo de nada, pero, si esto era un ataque tuvo en mente que la persona responsable de esto.

—Luke me vas a pagar esto porque no me pienso detener ante nadie—se dijo para sí mismo cuando sacaba una pistola debajo de su cama.

Al principio, escucho unos ruidos extraños como si alguien estuviera escribiendo algo en la pared o simplemente como alguien estuviera agarrando una botella del suelo listo para golpear a una persona.

Este hombre abrió la puerta con mucho cuidado mientras que prendía las luces de la sala cuando estaban viendo algunas sombras a lo lejos algo escrito con sangre siendo una amenaza directa.

—No puede ser posible—se dijo para sí mismo completamente seguro de que estaba en peligro.

Después de muchas horas, Alba junto a Esther estaban sentadas en el comedor de la empresa, esperando que