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Narra Justin
No le daba crédito a lo que tenía que pensar y lo que tenía que pensar.Al ver como la abrazaba ... no sé ... El puto aire se me esfumó y algo dentro de mi quería golpearlo tan solo por un puesto de manos en ella.una vez que se separaron se quedarán mirándose a los ojos, mierda, si no me controlaba lo iba a matar aquí mismo.—Te quiero pequeña ... siempre estaré para ti. — le dije y ... le besó la jodida mejilla y se fueron a no se dónde.—Mierda. — escuché decir a mi amigo.el también estaba furioso, hoy en la mañana me hablo diciendo que ayer se había encontrado a la nerd por la calle y su celular se le callo, lo reviso y se encontró con ese mensaje y no pudo evitar que una broma, pero por lo visto no le ha funcionado.&m.Narra StephenMiraba como justin observaba enojado al niñato junto a Samanta.Ellos se iban a comer afuera.—Podrías disimulares que no te agrada el chico. — dije serio, como siempre.—Seguirás con eso ... No hay mar tarado Stephen.- Me dio un pequeño golpe y siguió comiendo.Narra JustinA quién quiero engañar ... Odio verlo con ella.No quiero ni pensar que tendrán un fuera, oh quisa tengan una relación escondida, se van a fuera un besase y ... Ahggg odio eso,Pero de algo si estaba seguro ... Esa niñata ... Desde la vi en los vestidores ... La quiero para mí.Escena retrospectivaYa me iba a casa, ya era hora ... La mayoría se había ido y yo seguía aquí, pero unos ruidos me distrajeron.Pensé que eran unos idiotas ca
.Me alejo lentamente de los chicos sin que se den cuenta, corro por los pasillos buscándola, enserio los celos me están comiendo vivo.—Necesito hacerte una pregunta.—escuché al idiota frene de golpe ...y miré el salón de nuestro grupo.Ella estaba ahí...con él.—Sí, dime.—dijo ella tímida...como siempre.—¿Qué te ha pasado en el labio?—curioseó, Sonreí al saber que la había marcado, al recordar que yo la bese.—Tenía los labio secos y se me partieron un poco.—dijo nerviosa después de unos segundos, odie que mintiera de esa manera, ¿acaso le avergüenza decir que yo la bese?—Si quieres...yo te los remojo.—dijo mirándolo con cara de pervertido... hijo de puta, mis nudillos estaban blancos de tanto que los apreta
.La tomo entre mis dedos y la posiciono en mi muñeca un poco más arriba y comienzo a pasarla lentamente.La sangre que comienza a salir, se mezcla con el agua, mis lágrimas vuelven a salir, mientras más cortes hago...menos dolor siento por lo que me hacen.Corto mis dos brazos y mis muslos...sé que hay mucha gente que dice que es malo...que los que nos cortamos estamos locos, que somos unos idiotas por hacer eso pero...¿ellos entienden el por qué? ¿alguna vez se preguntaron por lo que pasamos?, se que muchas personas han pasado cosas peores, y muchas de ellas no se cortan, pero yo no tengo con que mas distraerme, no se que hacer con mi vida, no se.... no se.Yo sólo quiero que mi hermano me ame como yo lo amo...extraño a mi hermano, a aquél niño de ojos celestes como los míos que me abrazaba, que me decía que era su pequeñ
.Narra Susan.—¿Cómo que casi le dices la verdad?— grita mi esposo del otro lado de la línea.—Es que esa niñata.... La odio y sabes porque.—dije con los dientes apretados, estaba furiosa.—Sigo diciendo que es tonto eso.—dice cortando la llamada, y eso solo hace que mi enfado cresca mas, y las ganas de ir dentro de la casa y matar a esa niña con mis propias manos.Odio a esa maldita niña, la...la quiero lejos de la única persona que aprecio, lejos de el.Apreté mis manos en un puño y me fui dentro de casa a buscar a mi hijo para ya irnos de esta casa.Narra Sam.Me desperté....Y mis brazos dolían por las cortadas, creo que esta vez las ise un poco mas profundas que otras veces.En mi cabeza aún rondaba la pequeña duda que instaló la t
.—¡No! ¡¡Suéltenme!!—gritaba mientras ellos me sacaban del instituto y me tapaban la boca.Intentaba gritar... Pero con lo que me pusieron en la boca era imposible. Pataleo... Pero no me sueltan.Me adentran a una gran camioneta y una vez dentro los dos chicos que van conmigo comienzan a tocarme el cuerpo.Asco... Eso es lo que siento, me muevo y de nuevo intento gritar...pero nada... Ellos destrozan mi ropa y yo me asusto más, el trapo que han puesto en mi boca impide que los gritos salgan.—Cálmense chicos...Ya estamos por llegar.— dice el que va manejando.,No logro distinguir bien su voz.Los dos chicos morochos asienten pero no dejan de tocarme, sus manos recorren todo mi cuerpo, cosa que solo me hace sentir asco.Miedo... Es lo que recorre mis venas en esto momentos, no se que me harán...pero lo que sí tengo seg
.Narrador omnisciente.Mientras en aquél cuarto una pequeña chica era violada por tres hombres, del otro lado de la cuidad... Dos chicos se embriagaban.Y en aquella casa, aquél chico sentía por primera vez miedo y un mal presentimiento, al igual que los otros dos.... Pero aquellos dos... No se querían dar cuenta o simplemente... No le daban importancia......La chica gritaba pidiendo ayuda, pero nadie acudía a ella, los hombres entraban y salían de ella sin ninguna piedad y sin darse cuenta de como la destrozaban por dentro física... Y emocionalmente.Uno por uno los hombres fueron acabando con ella, una vez que ellos estuvieron saciados de placer... Se marcharon... Y a la chica la tomaron y la dejaron tirada a un lado de la carretera, los chicos notuvieronpiedad de aquella pobre chica, a ellos no les importo nada mas que el dinero, y e
.Narra Luther.Esa opresión en mi pecho que sentí hace tiempo atrás ... volvió, era algo que me incomodaba muchísimo, es como si te apretaran el pecho.Y sabía el porque.SamTenia que ir a verla ... Ayer no me contesto el teléfono ni los mensajes ... Nada ... Y eso en el fondo me preocupa muchísimo, tengo miedo de que algo le pase, ya que he visto sus brazos, pero no soy quien para reclamarle.Ahora voy en mi auto camino a su casa ... Le hablé a mi madre cuando salí apurado de casa y le dije porque, ella también se preocupo en el fondo ya que le hablado mucho de Sam ya pesar de no conocerla, ella y mi padre se ha encariñado mucho de la pequeña Sam, dicen que por el momento les parece una muy buena chica.Narra JustinEl teléfono no tiene paradoja de sonar, así que estiro mi brazo c
.Narra Stephen.Una niña dormía profundamente en medio del bosque ... me acerqué a verla ... Y era mi Sam.Mis padres a mi lado la miraban asustados.¿Qué pasa?¿Por qué estoy aquí?¿Por qué Sam duerme?Pero de pronto todo se esfumo, unos movimientos bruscos me despertaron ... Justin, que me miraba con cara asustada, fue lo primero que vi al abrir los ojos.¿Qué te pasa viejo? —Digo tomando me la cabeza.—Y-yo ... Esto ... ella ...—Hermano, habla bien.—Violaron a Samanta Resmond. — soltó súbitamente ... espera ... Samanta .... Sam ... mi Sam.Me paré de la cama de un sopetón y comencé a vestirme ...—Tiene que ser una broma. — dije mirándolo serio.—Lo