Capítulo 1

Tiro de la manija para abrir la puerta y entro en mi habitación. Todo está perfectamente ordenado, como de costumbre, por las personas que trabajan en casa. Estoy a punto de dar un portazo cuando Dereck irrumpe. Miro al chico con ojos enormes. Mira alrededor de la habitación sin hacer nada al respecto. Se acerca a la pared donde cuelgan mis fotos con Denny enmarcadas. Él asiente lentamente. Trato de adivinar lo que está pensando a toda costa, pero todo lo que puedo ver es indiferencia.

—Todo esto es una broma, ¿Verdad? — pregunto mientras escucho al bolso, que hace un momento estaba en mi hombro, aterrizar en el suelo.

Dereck se gira hacia mí, Si, ya entendí, que estúpida fui al preguntar eso. ¿Podría alguien bromear así?, No sé que es lo que mi familia está pensando, pero tendré una sería conversación con ellos y será muy pronto.

Recojo mi bolso del suelo y lo tiro sobre la cama. O al menos, era la idea, porque el objeto volador golpea el pecho de Dereck. El chico me mira con ojos asesinos. Al principio estoy aterrorizada pero al siguiente segundo las convulsiones sacuden mi cuerpo. Presiono mi mano sobre mi boca para tratar de contener el estallido de risa, pero es en vano. Estoy temblando tan fuerte que se me saltan las lágrimas. Dereck todavía está furioso. Un punto para Izzie.

—Se acabó — sisea, cruzando los brazos sobre el pecho.

Observo su uniforme de cuero negro. La tela abraza sus hombros con fuerza. ¿Cómo es que un chico tan guapo tiene un carácter tan desagradable?

— ¿Podrías dejarme en paz? En mi propia habitación, no es probable que corra ningún peligro.

Dereck asiente y se dirige hacia la puerta. Cuando pasa junto a mí, se detiene. Mi cabello castaño claro se ve casi rubio en comparación con su cabello negro azabache. Me siento un poco avergonzado por su compañía. ¿Qué está pasando conmigo? Afortunadamente no me he quitado los zapatos, gracias a los cuales gano unos centímetros útiles. Miro sus ojos oscuros. Dereck no me quita los ojos de encima. Después de un rato, susurra con voz un poco ronca.

—Tienes ojos azules. — Por un momento me parece que veo a una persona completamente diferente. Dereck se aclara la garganta y agrega en ese tono formal suyo — Aquí está mi número, guardalo en tu teléfono, si necesitas algo, vivo en el otro edificio — pone un pequeño trozo de papel en mi mano y se va.

Miro sorprendida hacia la puerta detrás de la cual acaba de desaparecer. ¿Qué se suponía que significaba su comportamiento? Me frustro y marco obedientemente el número, llamando al contacto "imbécil".

Me quito los zapatos incómodos y los tiro al otro lado de la habitación. Estoy harta de esto. Bajo las escaleras de mármol hasta la sala de estar, donde mi familia se divierte mucho viendo una comedia. Me paro frente a la pantalla grande, tratando de bloquear su vista. Funciona. Los tres fijan sus ojos exasperados en mí.

—¿Pasa algo, cielo? — Mamá pregunta con impaciencia.

Siento que me invade una oleada de frustración. Cruzo mis brazos sobre mi pecho, luchando contra la tentación de romper cualquier cosa preciosa que esté a mi lado.

—¿Pasa algo? — Repito la pregunta de mi madre. — ¡Sí, pasa algo! ¡Ese maldito Dereck se ha convertido en mi sombra! ¡No quiero eso!

Alex se ríe pero se detiene cuando le doy una mirada asesina. Papá suspira suavemente mientras se quita las gafas. Se pasa una mano por la cara y comienza a explicar

—Izzie, sabes que nos preocupamos por tu seguridad, deberíamos haberlo hecho hace mucho tiempo. Eres reconocible lo quieras o no. Y debes tener a alguien que esté a tu lado para que te proteja. De verdad, solo estamos preocupados por ti.

—¡No me pasará nada! — grité enojada — ¡Alex también es tu hijo, también lo conoce medio mundo y sin embargo a él no le pusieron una garrapata!

—Oye papá, eso es buena idea — Alex dice mientras mira soñadoramente — de preferencia que sea una chica rubia con pechos grandes.

Me pongo furiosa, mis padres simplemente niegan con la cabeza, claramente sin aceptar el comportamiento de su hijo. Camino nerviosamente de un pie a otro. Veo vacilación en el rostro de papá. Tendré éxito, será posible...

—No Izzie — dice bruscamente. — Alex es un hombre y puede defenderse solo, tu eres una chica y por eso tienes guardaespaldas, así lo decidí y no pienso cambiarlo.

No puedo creer lo que acabo de escuchar, estoy atrapada, ¿De verdad no confían en mí? El dolor toma el lugar de la ira. Sacudo la cabeza mientras los largos mechones de mi cabello cortan el aire. Corro escaleras arriba y cierro la puerta de mi habitación. Me deslizo sobre la cama sollozando. Toda mi vida va a cambiar ahora. Sin privacidad. Oh no, le mostraré a Dereck dónde pertenece