Capítulo 429
—Había un circuito cerrado de televisión en ese edificio abandonado que captó en vídeo el comportamiento "espeluznante" de Estela.

Juan se quedó perplejo: —¿Espeluznante?

Estela llegó sola a la azotea, con la cara blanca de terror.

En el vídeo no aparecía otra persona detrás de ella, pero era como si alguien la empujara hacia delante.

Estela se paró frente a un montón de cuerdas y se agachó, temblando, sin poder evitar aullar y llorar.

Se volvió para mirar atrás, incapaz de oír lo que maldecía.

Vagamente, su voz ronca y lastimera gritaba: —Te vengas de mí, sabes que quiero matarte, pero no olvides que quien te hizo caer al mar fue María, no te atrevas a dañarla.

A Juan le dio un vuelco el corazón.

Rápidamente, vio como Estela se ataba con la cuerda que tenía delante, primero los pies y luego las manos, quedando un largo trozo de cuerda.

Llorando y de mala gana, saltó al borde de la azotea.

Abajo, el suelo estaba cubierto de tierra gris y piedras duras.

No daba tanto miedo co
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo