Capítulo 421
Lorena esperaba fuera a que saliera José.

Fiona se le acercó, con el rostro serio, —¿No dejaste que la tienda guardara la vigilancia? Eso es una prueba.

—No te preocupes, mamá, yo no sería tan tonta. —Lorena sonrió.

Fiona suspiró aliviada y le dio una palmada en el hombro.

Giró la cabeza para mirar a Adriana y a Wanda y dijo con dulzura y amabilidad: —Vuelvan primero, nos ocuparemos aquí. No se preocupen.

Adriana no había querido quedarse a servir.

«La familia Suárez es tan rica que poder contratar a diez cuidadoras.»

Estaba satisfecha de tener la compensación en la mano.

Asintió con una sonrisa, —Bueno, entonces volveremos primero, ¡llámanos si nos necesitas!

Fiona asintió e hizo que el chófer las llevara al hotel.

Lorena y Fiona entraron en la sala.

La sala de Dalia era grande, espaciosa y luminosa, tenía las dos piernas escayoladas y estaba tumbada con un plátano en una mano y un vaso de zumo en la otra.José estaba a su lado pelando una naranja.

José estaba pelando una n
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