Capítulo 264
En el momento en que Niko, que forcejeaba y agarró el palo largo, Estela se lo clavó en el pecho con tanta fuerza.

La sangre roja oscura llenó instantáneamente el mar.

Niko la miró atónito, con los ojos llenos de resentimiento y rencor.

Al siguiente, Estela lo soltó y gritó de pánico: —Ayuda.

Para cuando los guardaespaldas llegaron, Niko había desaparecido en el mar.

Lo único que se veía era la sangre en el mar.

El público estaba conmocionado.

Estela se puso pálida de miedo y se cubrió la cara mientras lloraba: —Le dejé agarrar, él mismo lo tiró con fuerza, accidentalmente se apuñaló, y luego soltó el palo largo y se hundió. ¿Qué hacer? Vayan a salvarlo.

Uno de los porteros puso muy mala cara al verlo.

—Probablemente está muerto. Vayan a buscarlo primero, le diré al señor López sobre esto.

«Pasa esto. No sé cómo explicarlo al jefe.»

—Iré con ustedes. —dijo Estela con los ojos enrojecidos.

En la habitación de Juan, seguía despierto, y el médico, con el rostro grave, saliócon
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo