Me quedé mirando la fotografía por un largo rato, no lograba ver ese gran parecido que decían que yo tengo con Elisa, quizá solo en el color y forma de los ojos.
Saqué una mascada que había en la caja y me cubrí la mitad del rostro dejando solo al descubierto mis ojos y sí se parecían mucho, pero tampoco es que tuviera unos ojos tan especiales.
No cabía duda de que había sido una mujer muy hermosa, entendía por qué Marco estaba tan enamorado y no se había casado después de que falleció. Sentí celos al pensar que la había amado tanto, como para cerrar su corazón al amor a pesar de seguir siendo un hombre joven.
No pude evitar pensar que no entendía que había visto en la señora vaca, ella sí que no tenía nada de especial. Sí, debía reconocer que era guapa y elegante, pero la bondad en
Entre en la casa con una revolución de emociones en mi pecho, por un lado, el deseo que sentía por ver a Ana, consolarla y hacerla sentir que me tenía para protegerla y por otro el dolor que me causaba entrar en esa casa y recordar a Elisa.Atravesé el vestíbulo tratando de no mirar la alfombra, esa mancha me recordaba aquélla noche que se había vuelto una pesadilla interminable para mí.Bajé las escaleras hacia el jardín para llegar al chalet de invitados. Las luces estaban encendidas así que supuse que Ana estaba despierta esperándome. Algo dentro de mí me decía que había cometido un error al enviarla a esta casa, pero ya estaba hecho y debía enfrentar lo que fuera.Abrí la puerta del chalet y me sorprendí al ver que se había quedado dormida recargada sobre el respaldo del sofá viendo hacia la ventana, sentí una pro
No pude evitar llorar al ver que Marco no me creía que no tenía ningún pretendiente, acababa de decirle que lo amaba y parecía que no le había importado. Me quedaba claro que iba a ser muy difícil que confiara en mí y que la señora vaca era muy inteligente. Las imágenes mostraban a un joven dañando las ventanas del chalet y ella fue muy astuta en asegurarse de que Marco estuviera con en ella en el preciso momento en el que ocurrió todo.Me puse de pie para salir de ahí, me había herido en lo más profundo de mis sentimientos y no podía soportarlo. Tuve el impulso de romper el contrato y de olvidarme de él para siempre, aunque sabía que eso no iba a ser posible.—Yo sé que no me crees, y no me voy a esforzar por convencerte. Será mejor que vuelva a la pensión no tiene caso seguir con este contrato señor Duran.&md
Me sentía como en un cuento de hadas, Marco trajo un poco de ropa a mi chalet y pasábamos todo el tiempo que podíamos juntos y dormíamos abrazados todas las noches.A su lado me sentía protegida y escucharlo llamarme “mi amor” era como música para mis oídos. Tenía miedo de que todo fuera un sueño y que en algún momento tuviera que despertar.No había hablado con Melo porque había comenzado con las clases de inglés ya que el inicio de cursos se aproximaba y yo tenía que estar lista lo antes posible, así que pasaba todo el tiempo que Marco estaba en la oficina estudiando y practicando con mi profesora.Como era de esperarse Marco insistió para que las cases me las diera una mujer y yo accedí porque no quería darle motivos para que se sintiera inseguro, ya había notado que su nivel de celos era bastante alto y se deb&iacut
Estaba parado junto al altar esperando a que llegara la novia, mis invitados estaban a punto de presenciar el evento del año en Acapulco, mi boda iba a dar mucho más de qué hablar de lo que todos pensaban.Ricardo Fuentes, uno de los empresarios hoteleros y restauranteros más importantes del puerto, se casaba con una joven que bien podía ser su hija, pero no, no era de eso de lo que iban a hablar sabía que lo que iba a hacer sería un escándalo, pero después de lo que me enteré la noche anterior solo sentía rabia, vergüenza y un profundo rencor.Evitaba las miradas de mis invitados, solo los saludaba, pero no permitía que se me acercaran a conversar, tenía miedo de no ser capaz de llevar a cabo lo que estaba a punto de hacer.El sacerdote ya estaba listo esperando detrás del altar improvisado en la playa, los invitados habían tomado sus lugares y la novia
Escuché cómo Julián le reclamaba a Ana por no hacerle caso porque prefería estar con viejito millonario y mi corazón se rompió en mil pedazos. Las últimas semanas él decía amarme y querer enfrentar al mundo entero para que estuviéramos juntos, incluso esa noche yo estaba dispuesta a entregarme a él.Cada día me presionaba para que tuviéramos relaciones sexuales, y ahora yo entendía que eso era lo único que quería de mí, tirarse a a la gorda, satisfacer su ego consiguiendo que la chica de expósito le entregara su virginidad para después burlarse de ella.—Melo yo…— El rostro de mi amiga se desencajó al darse cuenta de que su pretendiente era el hombre al que yo amaba y que con tanta ilusión le había contado cada detalle de nuestro noviazgo.—No digas nada Ana, tú no tienes la culp
Me quedé muy preocupada por Melo y miré con indiferencia cómo Julián se iba del lugar, pero sin siquiera intentar ir tras ella. No cabía duda de que en el mundo había hombres que eran unos verdaderos patanes, no merecían hacerse llamar hombres. —¿Sucede algo mi amor? — Me preguntó Marco al oído y me puse nerviosa al pensar que quizá me vio hablar con Julián y pudo pensar mal de mí. No me gustaba esa sensación de tener que cuidar mis movimientos de Marco, aunque sabía que tarde o temprano lograría que confiara en mí y no pensara mal cada vez que hablara con un hombre. —Melo, mi mejor amiga acaba de descubrir que el muchacho del que está enamorada, es un patán que coquetea con otras. —Y supongo que esa otra eras tú ¿cierto? Lo miré y me encogí de hombros, no podía negarlo, pero tampoco me atrevía a admitirlo. —El tipo era novio de Melo e intentó acercarse a mí, mi pobre amiga sufrió una gran decepción. —Ven, vamos a sentarn
Así mojados y llenos de arena como estábamos, Ricardo me llevó hasta el aeropuerto, compró dos boletos de avión en primera clase y viajamos a la ciudad de México. Yo no tenía pasaporte y tampoco visa para salir del país, así que nos hospedamos en un hotel para esperar a que pudiera hacer los trámites necesarios.Ya en el avión no pude disimular mi nerviosismo, las piernas y las manos me temblaban porque nunca me había subido en un avión, Ricardo me tomó de la mano para transmitirme tranquilidad y yo me sujeté con fuerza. No pude evitar emitir un pequeño grito que s escapó de mi garganta cuando el avión despegó, ya luego todo volvió a la tranquilidad y casi no se sentía el movimiento.Solté la mano de Ricardo y mis dedos habían quedado marcados en sus manos por la fuerza con que lo tomé y sin pesarlo, pas
Me dieron de alta en el hospital cuando mi presión se normalizó y la actitud de Marco cambio conmigo por completo, en ese momento supe que a pesar de todos los problemas que pudieran surgir entre nosotros, el amor era más grande y siempre encontraría la manera de manifestarse.Lo vi realmente preocupado por mí, pude palpar la angustia que sintió al verme en estado de vulnerabilidad y su afán de protegerme y cuidarme se incrementó a la máxima potencia.Volvimos al chalet y él insistía en contratar a una enfermera para que me hiciera compañía, pero yo insistí en que no era necesario, ya me sentía bien, su amor y sus cuidados me devolvieron a la vida.—Perdóname por no haberte dicho todo sobre Connie — le dije.—No quiero hablar de eso, ya pasó y nada podemos remediar, no quiero que volvamos a discutir sobre el asunto.