Cuando bajó a desayunar con Alex, Arthur ya estaba en la mesa. Se sintió un poco incómoda, pero respiró hondo y trató de fingir que no pasaba nada.- Buen día. - Saludó con calma.Ella respondió al saludo y permaneció en silencio. Tan pronto como Alex se sirvió un poco de café, se levantó y trajo algunas pastillas, colocándolas a su lado sobre la mesa.- Y no sirve de nada decir que no lo tomarás. - dijo Arturo serio. - Sabemos bien cómo pasaste estos últimos días.Alex no dijo nada. Tomó los medicamentos que su padre le dio sin dudar.Una vez que desayunaron , Alex se ofreció a acompañarla a la casa de Dani. Ella aceptó. Subió a cambiarse de ropa. Y eran solo ella y el Dr. Adam.- Finalmente solo. - dijo Arturo.Ella lo miró preocupada.- ¿Esta pasando alguna cosa? ella preguntó.- Como te dije ayer, no ha estado bien los últimos días. No pudo haber llovido ayer.- Lo siento, Arturo. No tenía intención de dañar a Alex de ninguna manera, al contrario. Terminamos discutiendo... Fue muy
Bruna se despertó con la cálida luz del sol dentro de la habitación. Sintió el pesado brazo de Alex sobre su cuerpo. Cada vez que me despertaba a su lado, se sentía como un sueño. Pasó el tiempo y ella todavía pensaba que él era el hombre más perfecto del mundo cuando lo miraba. Todavía tenía la forma irónica ya veces dura, pero ella entendía cada vez más sus actitudes porque lograba empatizar en esa situación. No estar apegado a la vida y tratar de acabar con ella es horrible, especialmente cuando no hay una razón real para hacerlo. Sin embargo, querer vivir, amar la vida y no poder continuar con ella debe ser lo peor que le puede pasar a un ser humano. Así era la relación entre ella y Alex: en ese momento lo tenía entre sus brazos, pero no sabía cómo sería el día siguiente. Lo único seguro es el dolor que dejaría en su partida. Y esperaba superarlo, porque solo de pensar en no verlo más le dolía el corazón y unas ganas inmensas de llorar. El mundo realmente no era justo... La vida n
Bruna estaba ansiosa, porque ese día visitaría Vila da Praia do Portal con Alex. Llevaba muchos meses en la isla y aún no conocía la civilización del lugar. Dani siempre decía que era un lugar tan hermoso como las mansiones y Alex tampoco tenía más que elogios para el lugar, pero quería verlo por sí misma. Y lo mejor de todo, estaría al lado de Alex. Serían pareja.Cuando abordaron la lancha que los llevaría, ella comentó:- Tengo miedo de este barco.Él se rió:- Es solo un barco sencillo que hace pocos viajes.- Todavía necesitaría reparaciones. ella observó. – No me siento seguro aquí.- No estamos seguros en ninguna parte. - Dijo rodeándola con sus brazos, dándole seguridad.Ni siquiera necesitaría estar en sus brazos... Sólo el hecho de que él estuviera a su lado la hacía sentir segura. Ciertamente el viaje en ese barco no le gustaba mucho, bueno cuando lo usaba para llegar a la playa cuando venía de su ciudad natal. Quizá por eso había postergado tanto ir al pueblo.Por suerte l
Bruna corrió sin parar. Ralph la siguió, corriendo tras ella, a veces pasando por delante de ella. Cuando llegó frente a la casa de Alex, llamó varias veces, con insistencia. Cuando la abrió, ella jadeaba y apenas podía hablar. Su cabello estaba despeinado, sudoroso y su piel sonrojada.- Bruna, ¿pasó algo? preguntó cuando la vio.Sí, sucedió , estoy aquí para decirte que te amo y creo que moriré contigo cuando te hayas ido. Eso era lo que ella quería decir. Pero las palabras no salían de su boca. Se quedó allí, sin decir nada, con el corazón latiendo fuera de su pecho y latiendo tan fuerte que pensó que él podía oírlo.- ¿Esta todo bien?Ella lo miró con pantalones cortos estampados holgados, sin camisa, con el pecho al descubierto, curvas perfectas, aunque más delgada que cuando lo conoció. No usaba chanclas, como de costumbre. El cabello rapado logró hacerlo aún más seductor y encantador. Quería mantener su imagen dentro de su mente para siempre. Tenía miedo de que cuando él murier
Después del almuerzo, Bruna subió a leer un libro. La temperatura era templada y ese día no era buena idea nadar. Mirando el sol, mucho más débil y menos caliente que en verano, terminó por quedarse dormida.Se despertó a media tarde. Cuando bajó las escaleras, Ángela estaba sentada en el porche.- Tu madre debe estar preocupada por ti. - dijo Dani.- ¿Porque?Dani mostró la carta que tenía en la mano:- Ella te respondió tan pronto como enviaste tu carta.Bruna tomó la carta, sin prisa por abrirla:- Te lo debes perder... Como yo.- Me imagino que ustedes tres están sufriendo con esta distancia.- Sí... Los extraño mucho. Pero al mismo tiempo no quiero volver. ¿Es comprensible?dani se rio:- Sabiendo la razón, creo que sí. Pero estoy feliz de tenerte aquí, Bruna. Además de conocer a Alex y Arthur. Cuando todo termine, será difícil volver a estar solo. Solo yo, que siempre amé la soledad, ya estoy sufriendo al pensar que algún día volveré a estar solo.- Tía, te estaré agradecida tod
Las horas que Bruna estuvo separada de Alex se sintieron como días. Le tomó mucho tiempo encontrarlo de nuevo. Cuando lo vio, se levantó y lo abrazó con fuerza. Quería decir tantas cosas, pero prefería permanecer en silencio.- Espere a que llame el médico ahora. – dijo con calma.- Alex... Disculpa. Lamento haberte hecho venir aquí.- Tendría que venir, Bruna. Acabas de anticiparte.Ella optó por no hablar de la conversación que había tenido con su médico. Confirmar lo que ya sabía no serviría de nada.Se sentaron en la sala de espera a esperar que llamara el médico. Alex balanceaba la pierna todo el tiempo, ansioso. ¿Tenía él también alguna esperanza, como ella? Estaba destrozada por dentro."Alex…" comenzó ella.Puso su mano sobre sus labios, suavemente, y dijo:- Te amo... Y ni siquiera puedo explicar cuánto, porque lo que siento a veces parece más fuerte que yo, Bruna. Pero no me pidas que vuelva aquí y lo haga todo de nuevo... porque no puedo. Vio tristeza en sus ojos. - Y no se
Dani y Bruna planificaron cómo sería la ceremonia de boda y la fiesta. Dani estaba muy emocionado, anotando todo en un bloc. No quería que faltara nada. - ¿Has pensado en el vestido, Bruna? - La verdad no. - No pareces muy contento con todo esto. – observó Dani. - Tía, por increíble que parezca, esto no me importa mucho. Amo a Alex... Eso no cambiará nada... No puedo creer que este pensamiento venga de mí a veces, la mujer que solo quería ponerse un vestido de novia y entrar a la iglesia... - Quizás por eso es así... Malos recuerdos. - No. – dijo Bruno. – Me caso con el hombre que amo… Es diferente. - ¿Tiene idea de cuánto dinero heredará? Garantizará tu futuro y el de toda tu familia. - ¿A qué precio, verdad? dijo con tristeza. – Por eso a veces me pongo triste cuando me encuentro pensando en esta ceremonia, que él planeó para que yo tuviera derechos en un futuro sin él. Lo cambiaría todo por un poco más de tiempo con Alex. - Entiendo, cariño... Pero al mismo tiempo, el hecho
Mientras caminaban por la playa, Cassiane comenzó:- Mamá tiene razón… - dijo ella. – Alex es muy guapo.- Yo se. – dijo Bruno serio.- Y estás muy enamorado, ¿no? Puedes verlo en tus ojos.Bruna se sentó en la arena y Cassiane hizo lo mismo. Sabían que tenían mucho de qué hablar.- Cassi... Han pasado muchas cosas por aquí que no mencioné en las cartas.- ¿Algo además de que te casas sin avisarnos? – preguntó irónica y visiblemente dolida.- Sí. Bruno admitió.- Te confieso que desde que llegué me di cuenta que algo no andaba bien… Pensé que podría ser porque hace mucho que no nos vemos…- El tiempo lejos de ti solo aumentó la añoranza cada día... Pero estoy bien, estuve bien todo el tiempo, créeme.- Pero por qué este matrimonio así... ¿De repente? ¿No podrías advertir a tu propia familia? Lo conoces desde hace tan poco tiempo... Y si no hubiéramos venido por sorpresa, sin previo aviso, ¿no sabríamos nada?- Cassi... Alex está enfermo.- ¿Como asi? No parece enfermo.- Él... Tiene c