Por la cabeza de el italiano pasaron miles de posibles escenarios, odio varios de ellos en los que Antonella le hacía daño a Karo, tenía que poner fuera de combate al hombre que ahí estaba, pero temía que la loca mujer al verse perdida decidiera dañarla. Había sido un tonto, debió de escuchar a su familia a tiempo, sobre todo a su abuela, debido a sus años era muy sabia y podía ver los verdaderos sentimientos de las personas, recordó que su abuelo siempre se dejaba llevar en los negocios por los presentimientos de la abuela y comunmente le salía todo muy bien. Pero él en su necedad, había hecho caso omiso todo lo que le decía de su amiga, nunca le gusto que la llevara a su casa, después él no la invitaba, pero ella sola iba, insistía en llamarla abuela también, lo que a la abuela no le gustaba en absoluto, pues no la consideraba como parte de su familia por mucha amistad que tuviera con sus padres y abuelos, no le parecía el comportamiento de la chica y agradecia cuando él evitaba in
Donatello y Karo la veían ahí parada con la mirada perdida, la atención puesta en ellos mientras sonreía macabramente, el miedo se apoderó aún más de la chica, no podía saber qué era lo que ella realmente quería, ni lo que pretendía hacer, pero algo era seguro, su loca cabeza estaba planeando algo en contra de ellos, quizá quería que su fin fuera memorable, deseaba causarle mucho sufrimiento, Karo tembló ante ello, Donatello sintió que la chica estaba verdaderamente aterrorizada, pero no podía hablarle para tranquilizarla hasta que la loca de Antonella se alejara cuando menos un poco, tal vez si se daba cuenta de que le hablaba, se pondría más furiosa, y eso no les convenía a ellos, la desquiciada mujer podría tomar la decisión de deshacerse de una vez por todas de ella, y dado que él estaba encadenado, no podría hacer nada para defenderlaAccedió tranquilamente a hacer lo que Antonella le pedía, quedó atado justo al lado de la chica, pudo por fin consolarla en voz baja cuando vio que
En otro lugar muy lejano de donde Karoline se encontraba, Donatello se había despertado por la noche sin saber en donde estaba, al moverse sobre la cama, pudo sentir la calidez de un cuerpo junto a él, debido a la oscuridad no lograba ver de quién se trataba.—¿Karo? —La persona a su lado se levantó rápidamente para encender la luz.—¡Con un maldito demonio! ¿Hasta cuándo vas a seguir pensando en esa pordiosera?Frente a él estaba parada una furiosa Antonella, la mujer estaba tan solo en ropa interior, en ese momento Donatello se dio cuenta de que él se encontraba de la misma manera.—Estás completamente loca Antonella, ¿Dónde está Karo? ¡Contesta!—Shhh shhh, baja tu tono de voz que me molesta, te voy a poner las cosas claras de una vez por todas, no andaré con rodeos.—Esa porquería está en mi poder, no podrás salvarla, nos casaremos en unos días, los necesarios para planear mi tan soñada boda, claro que tu tendrás que pagar por todo, pues te has encargado junto con el imbécil de To
—¿Quién te lo ha dicho? —Antonella pensó que heredaría la fortuna de su amante, menuda sorpresa se llevó cuando el heredero absoluto fue el hermano del hombre, ella sólo cobró el dinero de un millonario seguro que estaba a su nombre, ese hombre la ha estado buscando, desea vengarse. Donatello no podía creer tal maldad de la mujer, estaba a punto de decirle a la esposa de su primo lo que estaba pasando, que localizara a ese hombre, que en él tendría a un gran aliado, pero Antonella regresó en ese momento. —Amor, ¿Qué crees? Tú prima me ayudará a elegir el vestido de novia, se ha portado muy linda. —Muy a su pesar, el italiano tuvo que fingir una sonrisa. En ese momento la esposa del primo de Donatello se dio cuenta de que algo no estaba bien, después de lo que le había dicho, él sonreía como si nada ocurriera, tendría que hablar con la familia, no era normal su reacción ante las fechorías de la mala mujer. —Quiero que todas las mujeres jóvenes de la familia sean mis damas de honor
Antonella daba saltitos de alegría,mientras Donatello aún tenía su mirada fija sobre ella, le dio un rápido beso y salió para dirigirse hacia la casa de la abuela, la anciana mujer estaba esperando resignada a que la loca pasara a buscarla, no le agradaba ni un poco. Cuando llegó, la anciana se negó a subir al auto con ella, iría en su propio auto, el chofer estaba listo para llevarla. —¡Maldita mujer! —Exclamó con furia para sí misma Antonella, ya vería la forma de deshacerse de ella después de casarse con Donatello, le hubiera encantado hacerlo ese día, pero sabía que sí lo hacía la boda se suspendería hasta terminar el luto. Donatello trataba de concentrar su atención en su trabajo, así los días se le hacían más tolerables, sacó de su cartera la fotografía que tenía de Karoline, la observó con detenimiento, la extrañaba demasiado. En la isla, Karo pasaba horas con la vista clavada sobre la urna, recordaba todo lo vivido junto a Doantello, se arrepentía del tiempo que había perd
Ahora Donatello temería la reacción de Antonella si su padre le decía, afortunadamente Cedric no se había dado cuenta cuando puso en su lugar a su suegro, el hombre esperaba fuera de la oficina.Más tarde ya había terminado todas sus reuniones, el padre de Antonella al enterarse de que no podría estar al mando, decidió no entrar a las reuniones, sentía que no tenía caso, se aburriría, así que se quedó intentando enamorar a la secretaría de su yerno, la chica era bonita y le parecía divertida.Cuando ya estaban por salir para regresar a la casa de Donatello, una eufórica Antonella entró seguida de su madre, la mujer llevaba una gran sonrisa en el rostro, aún más grande que la de su hija, si es que eso era posible.—¿Qué pasa mujer? Veo que les ha ido bien.—Mucho mejor de lo que imaginamos.Antonella abrazó fuertemente a Donatello, mientras le entregaba una pequeña caja cubierta por un enorme moño.—¿Esto qué es? —Preguntó malhumorado, se sentía agotado, no estaba para las tonterías de
Los días pasaban y la pesadez de Antonella iba en aumento, ni siquiera toleraba tener a su hija al lado, era increíble que su frío corazón no sintiera calidez cuando estaba cerca de su pequeña, Donatello la acercó ese día para que la alimentara.—Está preciosa bebé busca a su madre, no ha querido tomar la botella, así que será mejor que la alimentes.—Estás mal, cómo te atreves a pedir que eche a perder mi cuerpo, suficiente con lo deforme que estoy, llévatela de aquí, sí cuando menos hubiera sido niño, alejala de mi vista, no me sirve para nada, será tan solo un estorbo.—No puedo creer que trates así a tu propia hija, ni siquiera has intentado sostenerla entre tus brazos. —Esa mujer era una hiena, no había otra palabra que la describiera de mejor manera.Cuando Donatello salió de la habitación con la pequeña, Cedric entró por la ventana, tenía una duda sobre la pequeña.—¿Qué demonios haces aquí? Sal inmediatamente, no puedes ser tan atrevido, no te pago para que me molestes.—¿Está
La familia Carusso contrató un investigador privado para intentar localizar el lugar donde Antonella tenía prisionera a Karoline, pero era como buscar una aguja dentro de un pajar, por más que buscaban, no encontraban una sola pista, mientras tanto, hacían creer a la loca mujer que era bien recibida en la familia, la esposa del primo de Donatello le pidió perdón, la engañó haciéndole creer que quería ser de nuevo su mejor amiga.—Claro que te perdono, sabes que solíamos ser las mejores amigas. —A Antonella le convenía tener a una espía dentro de la familia.En la isla, Alessandro trataba de ganarse el amor de Karo, fingía tener por el bebé un amor que no sentía.—Tienes un hijo maravilloso, me hubiera gustado que lo hubiera podido conocer mi primo. —Sabía que con aquellas palabras debilitaba los sentimientos de Karoline.—Deseo regresar a la ciudad, a cualquiera, debo trabajar para sacar adelante a mi hijo, no puedo seguir todo el tiempo en esta isla.—Solo te pido que me des un tiemp