ElenaA estas alturas ya me estoy preparando para cualquier cosa que me desagrade. Desde que llegué es una cosa tras otra, más secretos, más mentiras, más, más, más, más. ¿Por qué no decirme de una vez? Estoy hartándome de recibir solo migajas de quién dice que me ama, y ahora ¿quién me asegura que no me mentirá? Esperar, aceptar y ayudarle. Es lo único que puedo hacer. Sus últimas palabras han calado en mi mente, haciéndome perderme por unos segundos en los que pienso de igual forma que Amaia... Él no podría hacerlo, no tiene el derecho de quitarme a mi hija luego de que nazca.—Fueron especulaciones suyas, yo jamás le haría algo así —aclara y yo tuerzo los labios mientras pienso.—¿Entonces, qué pasó luego? ¿Dónde está ella? ¿Y la bebé, por qué nunca la he visto? Ok ahora que medito suena peor. Llevo dos meses acá y nunca antes escuché nada de Amaia ni de su pequeña. Hero me dice que la quisieron mucho pero... ¿hasta donde llega la hipocresía? O sea, jamás la mencionan, no hay nad
ElenaSus quejidos aumentan segundo tras segundo. Sé que le estoy haciendo daño, y me gusta la sensación de dominio que me provoca. Hace tiempo deseaba descargar toda mi rabia interior, ¡al fin! encontré a la persona indicada que se encargará de soportar mi furia. Y bien merecido se lo tiene. El silencio en la cocina se rompió desde el momento en que una silla rasgando contra el suelo pulido emitió un fuerte chasquido. La tensión entre la malnacida y yo finalmente alcanzó su punto de ruptura.Con un grito de rabia, me lanzo nuevamente hacia Ashley, agarrándola por el cabello con un poderoso tirón que hace que se doble hacia atrás, con su rostro al alcance del mío. Necesito saciar mis ganas de acabar con ella, tenerla bien cerca para que escuche palabra por palabra lo que tengo que decirle. Forcejea desesperadamente, pero mis manos mantienen un agarre férreo en su cabello, y cada intento de escape solo parece empeorar la situación. Un grito de angustia escapa de los labios de la rub
ElenaDespués de recibir la llamada del secuestrador hace unas horas, el eco de las palabras crueles siguen resonando en mi mente. Mi corazón late con miedo. La voz anónima me ha dado un plazo, un plazo que se agota con cada segundo que pasa. ¿Qué haré? El rostro de Evelina, a quien amo más que a nada en el mundo, me atormenta desde que escuché sus gritos. ¿Cómo podría estar tranquila estando ella en tal peligro?«Todo esto es mi culpa, por casarme con un millonario...», pienso.Tras secar mis lágrimas, bajo a la cena familiar. La tensión en la mesa se vuelve palpable. Ash está presente y sus ojos intentan emitir un juicio silencioso hacia mí. Hilary, por su parte, también me taladra con sus orbes azules, aunque ajena al tormento que me embarga en silencio. No quiero que nadie sepa de mi situación, y esto se convertirá en una pesada carga que no sé si podré soportar.Hero nota la angustia en mi rostro, lo sé porque agarra una de mis manos bajo la mesa, proporcionándome un apoyo silenc
Elena«Conducir no se le da tan bien como ser una perra, pero bueno, se agradece». Pienso mientras Ashley se salta unos cuantos "pare" en la carretera. —¿Por qué le has hecho tanto daño? —¿A quién? —Desvía la mirada hacia mí y enarco una ceja.—¿Y tienes el descaro de preguntar? —susurro apretando los dientes en un intento por evitar ofenderla.—¡Ah, a Hero! Emm... Me imagino que solo te han contado lo bueno. ¡Uf, claro que sí! —sisea y toma una curva, estamos llegando al lugar—, él me traicionó primero, estábamos a punto de cumplir un año de relación cuando lo atrapé con otra en nuestra cama... O bueno, vuestra cama, dejó de ser mía desde hace mucho tiempo -recuerda pensativa y sacude la cabeza-, en fin, gracias a él me convertí en lo que soy ahora. Me sonríe y no puedo evitar tragar con dificultad. Cada día me sorprendo más de la mierda en la que me ha metido mi padre; un hombre millonario con más pesadillas que vida, su disfuncional, rara y misteriosa familia, y una relación des
ElenaPodría imaginarme a cualquier persona detrás de todo esto, por un momento culpé a Ashley, o a la hermana mayor de Hero, sin embargo, la cara se me cae al piso cuando el golpe de realidad impacta directo en mi rostro. ¿Qué le hicimos para que nos pagara de esta forma? ¿Es esa la manera de agradecerle a Eve todo lo que hizo por ella? ¡Joder, que se tomó un año de vacaciones para trabajar en una cafetería y poder pagar esa carísima universidad! Miles de preguntas de instalan en mi mente mientras las facciones de la mente maestra de la escena se endurecen con odio, sí, así me mira ella, con tanto desprecio y asco como si fuese una basura ante sus ojos. —Desde tu boda te has vuelto un fantasma. —Comienza a hablar mientras a pasos lentos se aproxima a mí—. De saber que mis planes saldrían tan bien me hubiese entregado yo misma a tu marido, es un bombonazo...—¿Qué... Qué te pasa? —el susurro se escapa de mis labios al tiempo que las lágrimas brotan—. No... No entiendo... ¿Tú? ¿Planes
HeroElena y Evelina caminan tomadas de la mano en medio de la plaza. Sus pasos resuenan contra las paredes de ladrillo mientras avanzan hacia la luz de los autos policiales, donde los uniformados esperan.De repente, un estruendo rompe el silencio. Un disparo. Evelina se tambalea, soltando un gemido ahogado mientras una mancha de sangre se expande en su pecho. Elena se queda paralizada por un momento, con los ojos abiertos de par en par en shock antes de soltar un grito desgarrador.Los policías, alertados por el sonido del disparo, se mueven con rapidez y determinación. Corren hacia la escena, con las armas desenfundadas y las expresiones endurecidas por la gravedad de la situación. Uno de ellos se arrodilla junto a Evelina, intentando detener la hemorragia mientras los otros dos se lanzan en busca de la fuente del disparo.Por un momento me quedo perplejo, inmóvil, incapaz de formular un movimiento. Solo me quedo ahí, parado como roca mientras mi cuerpo experimenta un intenso choqu
~Un mes después~Juicio por la muerte de Evelina JonesElenaEn el tribunal, con el eco de los murmullos llenando la sala, el juez se sienta imponente detrás de su estrado, mientras los ojos de todos convergen en Emily, quien está de pie en el centro, rodeada por un mar de miradas acusadoras.Reúno la valentía suficiente y la miro a la cara, no dejo de hacerlo, y lo acentúo más cuando su abogado inicia la defensa.—Mi cliente sostiene la versión de los hechos relatada en el juicio anterior, y agrega que, pese a todo lo ocurrido, está muy arrepentida de sus actos. Aquí le muestro su señoría, pruebas médicas que afirman que mi cliente no estaba en sus cabales en el momento de los crímenes cometidos el pasado mes de julio —explica su abogado, y le lleva al juez la evidencia médica que corrobora sus palabras.—Cobarde... —murmuro. —Shhh, tranquila Elena —me calma David, el abogado de los Clark.—Cuánta impotencia... ¡Es mi hermana, ambas lo son!—Respira, por favor. —Licenciado Wesley,
~Seis meses después ~ElenaMe acurruco a su lado, dejando mi cabeza sobre su pecho desnudo. Llevo mi pierna a su cintura y lo aprieto contra mí mientras él se remueve buscando mi calor. Siento su respiración sobre mi cabello y una de sus manos juega con un fino mechón rojizo. Ambos respiramos tranquilos, la paz de finalmente haber vencido en el juicio es palpable incluso en la habitación. Ashley tiene derecho a verla en las vacaciones, costó un poco que Hero lo aceptara, pero al fin y al cabo, Ashley es una mujer impulsiva y ambiciosa que no se cansará de intentar sacarle dinero, y pese a toda su locura, en el fondo se esfuerza por ser buena madre.No me puedo creer que Valeria sea nuestra, porque sí, es mi hija adoptiva también. Ni siquiera voy a pensar qué pasará con eso el día que el contrato se cumpla y ya no forme parte de esta familia, prefiero respirar hondo y dejar que las cosas fluyan conforme pase el tiempo. Hero y yo nos queremos, ¿quien me asegura que de aquí a unos meses