—¡Ally! —Corre a perseguirla mientras que Julia se queda sonriente logrando su objetivo.

—Holly… —Ascher la detiene—. ¿Sucedió algo? —Nota su desesperación.

—De verdad que eres un completo idiota Ascher. —Alza su voz.

—¿Qué pasó nena? —Estaba confundido.

—¿Cómo se te ocurre decirle a tu prometida lo de Ally? ¿Acaso creíste que se le ablandaría el corazón y dejaría de molestar? Pues lo empeoraste, no sé cómo confiaste en ella para decirle algo tan delicado, ahora cree que yo la niego. —Lo empuja y luego se va a buscarla.

—Ascher, te estaba buscando. —Llega Charlie algo agitada y Ascher queda aún más confundido—. Julia me dijo que me buscabas.

—Claro, ahora lo entiendo. —Golpea su frente con la mano—. Nunca dejes a Holly sola a pesar de que Julia te lo pide, yo soy tu jefe, me haces caso a mí.

—Si señor. —Agacha su rostro.

Ascher se da la vuelta y entra al salón donde se encontraba Julia, quién había pedido a un obrero pintar sobre el dibujo de Ally.

—¿Quién les dio permiso de pintar? —