Ariadna quería escuchar la respuesta de su boca. —He dicho que lo quiero todo, Ariadna, eso incluye una familia. Dime si estoy pidiendo demasiado —Él la dejó ir y pasó por su costado. —Alexander, no te vayas. Aún no termino. —Yo sí, piensa en lo que te dije. —Ya te dije que no tengo… —Por cierto, te recuerdo que el sábado es la fiesta de inauguración de la cooperativa. No importa lo que decidas, debemos estar ahí, juntos. «¿Es que acaso se había empeñado en no dejarla hablar?» —Lo sé, no lo he olvidado. —Lo decía solo por si acaso —Con eso último salió de la habitación. —Pero ¿Cómo se atreve? —¿Cuándo había olvido algo sobre el trabajo? Lo siguió para intentar detenerlo— Alex… —Para cuando salió de la casa él ya había subido a su motocicleta. Decidió dejarlo ir solo porque él necesitaba calmarse. No la iba a escuchar estando así. Soltó un suspiro de resignación. Tenía que pensar en algo para arreglar aquel desastre. Él no le iba a creer que también lo amaba, después de haber
Ariadna no estaba descansando como le había dicho a Alexander. Ella estaba en una sala de espera en el hospital central de Cambridge, esperando los resultados de sus análisis de sangre. El doctor le confirmó lo que ya sabía. Aun así, su reacción fue como si recién lo estuviera descubriendo. El profundo amor que ya sentía por el pequeño en su vientre, era más grande que cualquier otra cosa. No encontraba las palabras que describiera lo que sentía. De pronto su estado de ánimo decayó. Le habría gustado que su esposo estuviera ahí con ella, recibiendo esa maravillosa noticia. Miró su celular, tenía un debate interno, quería llamarlo y pedirle que llegara hasta ella para… Nyree leyó su intención y le arrebató el teléfono. —Ni siquiera lo pienses. —Ariadna hizo un puchero adorable que le sacó una sonrisa a su amiga. —Pero también fue mi culpa, yo provoqué que actuara así. —justificó ella. Entendía por qué su esposo había actuado de esa manera. Ella misma no hubiera podido evitar actua
Una hora después algunos invitados empezaron a retirarse.—¿Qué te parece si también nos vamos? —le propuso.—No si tu plan es parecido al de nuestra boda, no me cargarás delante de todos.—No lo había pensado, pero suena a que fue un gran plan. —Ella le dio una mirada de advertencia— Está bien, no lo haré. Propongo que nos escapemos sin que nadie nos vea.Ariadna miró hacia todos lados y sonrió.—Ese plan me gusta.—Hecho. Tú ve al área de los baños, al final del pasillo hay una salida de emergencias. Llevaré el auto hasta ahí.—De acuerdo.—Espera... —La detuvo él— Tengo algo que decirte…****Ariadna logró zafarse rápidamente de algunas personas que intentaron retenerla. Los trató a todos con amabilidad, pero no se quedó a conversar con ellos.Se adentró por el pasillo que Alexander le había dicho. Antes de llegar a la salida se percató de una figura femenina. No la reconoció, pero le dio una sonrisa amable antes de pasar por su costado.—Esta mañana me encontré con Alex, pero no m
—Claire, no sé qué te imagínate como sería cuando decidiste venir, pero… —Ella se acercó a él abrazándolo por el cuello.—Sé que me equivoqué, Alex. No debí dejarte, si pudiéramos olvidar todo y volver a empezar. —Él la tomó de las muñecas. En otro tiempo le habría reclamado muchas cosas y le habría dicho como se sintió cuando ella se fue y fue peor cuando decidió salir con otro hombre. Pero ya nada de eso le importaba.—Estoy casado, Claire —era mejor dejar claro todo de una vez— Me enamoré de alguien y nos casamos hace poco.—¿Qué? ¿No estarás hablando en serio?—Muy en serio. Lo nuestro terminó desde el momento en que decimos seguir por caminos separados, tú lo sabes bien.—Eso no puede ser, Alex, tú me amabas. Querías casarte conmigo ¿Es que acaso ya lo olvidaste?—Dejé de amarte hace mucho, Claire. No sé si lo que dices sentir sea verdad, pero te aconsejo que no continúes con esto. Amo a mi esposa y eso no va a cambiar.—Alexander… —Ella intentó acercarse nuevamente.—Detente Cla
Jack abrió la puerta de su auto para que Nyree pudiera bajar.—Gracias —dijo ella.—Espera —La detuvo cuando ella hizo el amago de irse. Colocó sus manos a ambos lados de su cuerpo apoyándose en el auto dejándola acorralada y acercó su rostro al de ella.—Jack, dejé que me llevaras a la fiesta solo porque te debía una cita —Una cita que ni siquiera sabía cómo ni porque había aceptado. Quizás pensó que después de que él se diera cuenta que no obtendría nada de ella la dejaría en paz.—Lo sé, muñequita.—No me digas así, ya te lo he dicho, no soy un juguete.—No lo digo porque piense que lo seas, rubia testaruda. —eso último le sacó una sonrisa.—Supongo que así es como te gusta que te llame ¿no?—Llámame por mi nombre ¿Sabes? estoy muy cansada, ya debería de entrar.—Aún no te he dado permiso para irte.—No necesito de tu permiso para…Jack selló los labios de Nyree con los suyos. Ella se quedó paralizada mientras él la besaba de manera suave y tierna. Él tenía un sabor a menta y ella
Por la sonrisa que Charlotte tenía en su rostro, era obvio que solo estaba tratando de fastidiarla y con suerte crear un problema entre ella y Alexander. Estaba dispuesta a ponerla en su lugar, pero su esposo pareció leer sus intenciones. Él rodeó su cintura y la sacó del restaurante. —Esa mujer está loca —musitó ella cuando ambos estaban dentro de su auto. Alexander se inclinó hacia ella para abrocharle el cinturón, después la miró y tomó su barbilla. —Solo quiere provocarte. No dejes que se salga con la suya. —Ella lo sabía y lo peor es que Charlotte había logrado molestarla. No había sido tanto por lo que dijo. Sino por haberlo dicho frente a su esposo. Ahora estaba más segura que Charlotte quería dañar su relación con Alexander. —Este bebé es tuyo y mío, fruto de nuestro amor ¿Sabes que jamás pensaría siquiera en ponerle a nuestro hijo… —Lo sé, cariño. No tienes nada de qué preocuparte ¿de acuerdo? —ella le dio una sonrisa. Así es como quería verla siempre. —De acuerdo. Se
—Fue por envidia, mamá. Tú hija se enamoró de Alexander Green —Su hermana lo fulminó con la mirada. Su hermano era un traidor por delatarla. —¿Es eso cierto, Charlotte? —No —Su respuesta no fue muy convincente. —Esto no puede estar pasándome. —Mila frotó su cien como si eso pudiera aliviar su dolor de cabeza— Saben muy bien que no quiero que ninguno de mis hijos se involucre de esa forma con un granjero. Es por eso que nunca acepté la relación de Oliver con Ariadna Kelly. Esa postura de su madre aún era un misterio para ellos. —¿Podrías explicarnos por qué, mamá? La familia Green tiene tanto dinero como nosotros y no viven solo de sus granjas, tienen otros negocios. Y los Kelly tienen las mejores granjas de todo el país. Eso, sin contar que Ariadna es la única hija de Jessica Fowler y sin duda ella heredará su fortuna. Mila nunca ha compartido con nadie esa parte de su vida y quizás nunca lo haga, menos con sus hijos. Desde hace muchos años odia a todos los granjeros, en especial
Alexander tomó la maleta que habían llevado y la colocó sobre la cama. Ya estaban dentro de la habitación que la madre de Jack le había preparado para que descansaran.—¿Qué haces, amor? —preguntó ella.—Busco algo cómodo para ti ¿quieres darte una ducha primero? —Era conmovedor como después de todo, él estaba tan pendiente de ella, incluso cuando él mismo no la estaba pasando bien.Ariadna lo tomó de sus manos e hizo que se sentara sobre la cama.—Mírame —musitó ella— estoy bien —Le dio un beso en los labios. Sabía lo tenso y preocupado que él había estado desde que se enteró del accidente de su amigo. Era su esposo quien necesitaba relajarse un poco y también descansar. Y para eso estaba ella, para cuidar de él.Le quitó los zapatos y luego ella subió de rodillas a la cama y se colocó detrás de él. Llevó sus manos hasta sus hombros y empezó a masajearlos.—Apóyate en mí ¿Sí? Soy tu esposa y estaré aquí para ti siempre, como sé que tú lo estarás para mí.—Lo sé. Gracias por venir.—T