“No más, abre tus ojos.”
Elías.
Elza está sentada dentro de la sala de estar con Jack frente a ella, Amy a un lado, Carlos pegado a la puerta y yo bebiendo de mi taza de café recostado en la pared a un lado de la pequeña nevera.
¿Quién diría que Elza Rondón gustaba de Jack?, porqué sí, debe de ser eso. Se enteró de que su amor platónico tiene pareja y es probable que jamás se fijara en ella, entonces por culpa de eso tuvo ese ataque de pánico que logrósu desmayo hace treinta minutos atrás.
Soy el mejor deduciendo, por algo siempre fui el primero en la clase de psicología.
La mirada llena de rabia está sobre Jack, así que debe ser el que le gusta de lleno, porqué a Carlos ni ha volteado a verlo.
—Pudiste haber callado y no hacer
“Los detalles hacen la diferencia.”Elza. Veintisiete minutos exactos han pasado desde que tomé asiento en la parada de buses. La guardia terminó, está por ser las ocho de la mañana y no he visto ni señales de la carcacha mecánica que por lo general esta infestada de adolescente molestos con sus aparatos electrónicos o viejas parlanchinas que cada que tienen la posibilidad de hablar, lo hacen.La luz del sol es molesta, tanto que parezco una adicta con migraña porque debo mantener los ojos entre cerrados para que no me ardan y quede con ceguera en plena calle. Me recuesto un poco más sobre la banca siendo el objeto de comentarios a mí alrededor, un par de chicas que llegaron hace un rato no han parado de hablar y señalarme dándome miradas llenas de asco.Mald
“Una oportunidad.”Elías.¿Cómo unas simples palabras pueden poner mi mundo de cabeza?Ni idea.— ¿Quieres pasar?, tengo café y un sofá para que descanses un poco.Esas fueron las palabras exactas de Elza Rondón luego de bajar del auto y ver como masajeaba el chichón que me había dejado en la cabeza por haberle revisado luego del casi choque.Mi cara debió de ser un poema, porque de inmediato se dio media vuelta y en un vano intento por fingir que no salió algo agradable de su boca empezó a buscar las llaves en sus bolsillos. Sin darme cuenta ya había bajado del auto, sin dejar que meditara sus palabras y se negara. Le ayude a buscar entre sus cosas, hasta que ella encontró el pedazo de metal con un oso de felpa blanco que usa para decorarlo.Luego de
“Acompáñame a estar sola.”Elza.— ¿Quieres que me marche?Me sobresalto de tan solo escuchar la voz de Elías, no pensé que fuera a salir tan rápido del baño por cómo se le veía parecía más que se desmayaría y tendría que terminar por recogerlo.Al parecer la mala hierba nunca muere, en vez de eso se vuelve más fuerte prueba de ello es el castaño que me mira con cierto temor de que pueda abofetearlo por mirarme en un momento de debilidad.— No, digo... Te estabas quedando dormido en el camino, ¿por qué no descansas un poco y luego te vas?— Siento que el mundo se me vuelve pequeño, llevaba años sin estar con un hombre el mismo lugar a solas.Desde que me mudé del antiguo apartamento donde vivía con el "innombrable" he
“Pedazos de ti, para mí”Elías.— ¿Eres hombre?— Indaga la voz chillona al otro lado de la línea.Respondo con un "Ujum" a cada una de las preguntas por parecerme tan fuera de lugar, porque, es obvio que sí.1-¿Tienes pene? 2-¿te sale barba?3-¿eres humano? 4-¿te gustan las mujeres?5- ¿no eres un travesti?A la quinta pregunta me harte.— ¡No!, disculpe que le responda de esa forma pero la verdad que estoy muy bien definido de lo contrario le habría dicho en la cuarta pregunta. —Un suspiro lleno de tranquilidad es lo único que me da, me siento extrañado... Por lo general las madres cuando escuchan de mi le dicen a sus hijas que se alejen y corten todo tipo de contacto.
"Entre secretos todos somos felices"Elza.Elías está muerto.Na, es broma.Hace diez minutos cayó de cara al suelo desmayado, al principio grité llena de pánico y entonces en un arrebato de locura busqué entre mis cosas una bolsa negra donde meter su cuerpo y las llaves del autor para desaparecerlo, entonces el muy bestia se levantó del suelo y al verme con el plástico negro en las manos salió corriendo a todo lo que pudo sin recordar que la puerta se encontraba cerrada rebotando así y volviendo a caer inconsciente.Ya están por ser las ocho de la noche y no es que el encantamiento de ser buena gente se esté acabando ni nada por el estilo, pero enserio me gustaría que despertara de una vez por todas y se marchara de mi cómodo hogar en donde por alguna razón ya empieza a oler a macho pecho pelu
"Soñé con un hermoso amanecer"Elías.— ¡¿Cómo te atreves!?, tengo ocho días cuatro horas y cincuenta y dos minutos tratando de localizarte. — Marta una de mis tantas ex novias da vueltas a mitad del apartamento mientras yo me recuesto para ver mejor su actuación de niña malcriada.Típico de ella y muchas más, que cuando no obtienen lo que quieren se vuelven una piedra en el zapato creyendo que así lograran algo.Su pecho es enorme y me deleita con su bello escote mientras da grandes zancadas por el lugar, su trasero es la perfección encarnada de gran proporción y fijo. Qué bueno que estuve con ella antes de las estrías y las lonjas extras.— ¿Me estas escuchando?— grita sobresaltada y saco la chequera, escribo la cantidad de ceros que la harán desaparecer de
"Dolores de cabeza sin comparación"Elza.— Y entonces Manu habló de querer raparse la cabeza ¿puedes creerlo?Miré indignada a mi amiga y compañera de trabajo, el día de descanso se me fue volando de entre las manos cuando descubrí que el teléfono que compré en subasta hace unos meses poseía una tienda virtual en la cual podía indagar a fondo en busca de algo que llamara lo suficiente mi atención.Y lo encontré, luego de cuatro horas un jarrón roto por la ansiedad de ganarle al aparato y un trago amargo de mi orgullo por llamar a Elías quien era el único contacto que podía marcar por haberse ofrecido cuando mis familiares solo se burlaron de la ignorancia que en su momento llevaba la delantera, terminé jugando uno de los juegos por los que no pude pegar un ojo hasta lograr
"Como todo en la vida"Elías.¿Cómo una mujer puede tener tanta fuerza?, porque sí, acepto que Elza es mujer pero no el hecho de que tenga una fuerza sobrehumana. —Estas marcas van a tardar en quitarse— froto las zonas en las que los moretones se comienzan a formar y resignado de no poder hacer nada para evitarlo dejo de mirarme en el espejo del baño que está en la sala de emergencia y salgo.Justo a tiempo por lo visto, porque Jack golpea mi frente con su mano.— Ups, pensé que tardarías más y bueno pensé en tocar la puerta... ¡No importa, mueve el culo y ve esto!— me toma por los hombros y nos dirigimos a donde están Carlos, John y Laura (la enfermera en la recepción de guardia) observando atentos.Cuando por fin me suelta y se une al grupo dejándome allí parado sin sab