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C A P Í T U L O 3

CAPÍTULO TRES

Avy

Una semana.

Una semana ha pasado desde que entre a esta Universidad, hoy ya estamos viernes.

Procesemos los cambios hasta ahora.

Pues….

Ninguno, no ha habido ningún cambio, los chicos siguen mirándome como si fuera a abrirme de piernas para agradecerles por sus miradas, incluso han llegado a insinuárseme, las chicas son costal de otro zapato, me odian, es como si les hubiera robado el bombón mas dulces de los bombones, y yo sin siquiera saberlo.

Esperen…si hubo un cambio, amigos.

Tengo más amigos, tres amigos los cuales son Eliana Renigan, Mia Grant y su novio Anthony Lopéz. Los he llevado a las cuatro sesiones de pruebas de mis atuendos que he tenido en la semana, dicen que se creen superestrellas, aun así, Max sigue siendo mi mejor primer amigo.

Otra cosa que no cambio desde el primer dia es Taylor, digo, el profesor Backwell, no deja de mirarme a cada rato ya sea si estoy en la entrada del aula, en la salida de la biblioteca o en receso, incluso cuando voy por el pasillo. Y estoy más que segura que una vez su mano quería tocar la mía.

Me molesta, pero a la vez me agrada tener la atención de semejante hombre, pero sé que debo comportarme, solo soy su alumna.

No puede haber nada más.

Ahora estoy paseando en un parque muy lindo, tuve unas ganas enormes de salir a pasear y dejarme guiar por cualquier cosa y podemos decir con seguridad que camine mucho, estoy en un parque que ni siquiera conozco, pero sigue siendo muy bonito, seguí paseando sin perturbarme ante mi estado de perdida.

Como hoy en la mañana hacia un calor que mínimo te desmayas, me puse un vestidito de verano hermoso de color mostaza y unos zapatos deportivos blancos, pero justo estoy dudando de mi atuendo al ver el cielo cubrirse de nubes grises.

Y como si fuera su momento de brillar, empezó a llover a cantaros.

Mi suerte es tan grande que creo que me ahogare.

- Que suerte de m****a que tengo - susurre para mí misma.

Empecé a caminar entre unas tiendas para tomar un taxi y cubrirme de la lluvia, pero no había ninguno o los que pasaban ya estaban ocupados, parece un pueblo fantasma.

Ya mismo aparece un fantasma y yo me orinaré encima.

Sin más empecé a caminar, como dicen, llegue caminando pues me voy caminando, no importa si tienes un vestido que se va a transparentar con solo mojarse un poquito pero entonces un auto se detuvo a mi lado para tocar su claxon, no me detuve, ni loca, puede ser un violador o secuestrador.

O ambos.

- ¿Necesitas que te lleve? – me detuve sorprendida.

¡Es el! ¿Qué demonios?

- No gracias - respondí sonando lo más cortante, no puedo subirme a su auto, he leído muchas novelas para saber qué pasaría.

De que me lo beso, me lo beso.

- Vamos señorita Wycheft, solo la llevaré a su casa.

- Estoy bien, gracias – empecé a caminar.

- Te resfriaras y te enfermaras toda esta semana.

Me detuve de nuevo.

¿Resfriarme? No, yo no puedo resfriarme, mucho menos cuando el domingo tengo el más importante de los desfiles, y si fallo, primero, Beth me matará y segundo, los representantes de Victoria Secret’s que tanto he deseado que me vean desfilar no me verán, entonces escogerán a otra modelo.

¡La cual no seré yo!

- ¿Entonces? – preguntó paciente, aunque creo que el sabe que ya ganó.

- Ok, pero solo por no resfriarme – lo señalé para entrar a su auto, el cual por dentro estaba cual manta caliente.

Riiiico.

- Bueno, hola, ahora dime tu dirección – luego de devolverle el saludo y de darle mi dirección el camino fue…silencioso.

La calefacción del auto seguía sintiéndose como el quinto cielo mientras me dedicaba a espiarlo de reojo, no se si sienta mi mirada sobre él, pero puedo sentirme babear por su perfil como una de esas colegialas calientes.

Tenía unas ganas de besar esa mandíbula y el rastro de lo que creo es su barba de unos cuantos días, lucia todo besable y seductor, y yo aquí toda echa un desastre por la lluvia. En un momento dado no sé lo que sucedió, pero mi respiración se agitó y me contonee en el asiento ante el ardor entre mis muslos.

Se sentía tan puro y fuerte, su nuez de Adán se movió mientras tragaba y apretaba su manos en el volante, entonces no solo yo lo siento, sino que el también.

- Aquí es - le indique señalando con mi dedo la casa, el lentamente se acercó para parquearse en un lugar vacío - Gracias por traerme.

- Esas calles son peligrosas, así que…

Todo se sentía tan tenso.

- ¿Quiere pasar hasta que pase un poco la lluvia? – le pregunte jugando con las tiras de mi bolso, me daba vergüenza preguntarle, pero quería invitarlo a entrar.

- Yo, bueno...claro - aceptó nervioso y a la vez entusiasmado.

Nos comportamos como niños que ridículos.

Me bajé corriendo hacia la puerta para abrirla lo más rápido posible, no quería mojarme más de lo que ya estaba, el me siguió de cerca, mientras estaba detrás mio conmigo abriendo la puerta sentí sus ojos en todo mi ser, eso me puso nerviosa, pero era más porque no quería cometer una locura, no puedo hacerlo.

Pero quiero hacerlo.

Cuando al fin pude sacar el seguro de la puerta entramos, dejándolo entrar primero cerré luego de yo entrar, el verlo en la sala de mi casa es algo raro y más al verlo con la ropa algo húmeda por la lluvia que pudo tocarlo al correr hacia la casa, y ahora que lo pienso la casa está muy silenciosa ¿por qué?

Haciendo memoria, Fred tiene un turno esta noche, y tanto Jordy como Luck me enviaron un mensaje diciendo que saldrían un rato por ahí, calienta bragas.

- Mmm…profesor Back...

- Dime Taylor, estamos fuera de la Universidad Avy – señaló para limpiar con su mano su rostro.

- Ok – me acerqué a una mesita que tenemos en la sala para inclinarme en esta, vi como sus ojos descendían de mis ojos a mis pechos, no hay que ser adivina para saber que se me transparentaban los pechos, pero era solo el brasier, ya que este es uno blanco de copa – Pues yo ¿sabes, quería hablar contigo?

- ¿Conmigo? ¿por qué? - parecía intrigado pero desconcertado.

- Mira, seré directa contigo, desde el día que llegue a tu clase tu no has dejado de mirarme y perdona si te digo esto – sus ojos se abrieron sorprendidos ¿por qué, acaso cree que no lo he notado? - Pero empieza a incomodarme, puede que sea modelo y que tenga cientos de miles de persona viéndome en un desfile, pero eso es ahí, esto es otra cosa.

Él por un segundo no sabía a donde mirar, luego, llevando su mano a su barbilla me observo de pies a cabeza para soltar un suspiro.

- ¿Eres muy hermosa lo sabías? Es imposible no mirarte - empezó a acercarse a mí, a lo cual yo me desplace hacia mi izquierda retrocediendo - Eres tan hermosa y tan implacable, yo sé que te incomodo y pido disculpas por ponerte en aquella posición, pero solo mírate - me señaló con ambas manos mientras seguía acercándose a mí conmigo retrocediendo – Si te pusieras en mis zapatos, sabrías que tu belleza me ciega, Avy no puedes negarle a un hombre apreciar lo que tiene frente suyo.

- Taylor...

- Se que soy tu profesor – hizo una mueca – Pero, demonios, eres como la manzana prohibida y la verdad no creo poder negarme ante tanta belleza.

Dios.

Oh Dios no.

Inventa algo... ¡PERO AHORA!

- Pe-pero Taylor – me reí nerviosa sin saber que decir – Tu eres mi profesor y yo tu estudiante.

- Ya no me importa.

Choque con la pared acorralada solo con él, a lo cual no dudó en aprovechar para presionarse a mí, como también presionar esos tentadores labios suyos contra los míos.

Al principio solo eran sus labios presionados contra los míos, algo suave donde nos probábamos el uno al otro, y de cierta forma me gusto poder sentirlo, pero de un momento a otros sus labios pidieron más, no quería ni me podía negar a su pedido. Rodeando su cuello con mis brazos abrí mi boca dejando que su húmeda lengua me pruebe, aquel beso suave y delicado se profundizo y de suave paso a feroz, sus manos en mi cintura me presionaron contra la pared con su cuerpo pegado al mio dejándome sentir su cálido cuerpo, quería tocarlo tan mal, tiré un poco de su cabello despeinándolo tal y como quería hacer el primer día mientras el daba suaves mordidas a mis labios.

Sus manos en mi cintura me levantaron sorprendiéndome, pero instintivamente rodee su cintura con mis piernas jadeando ante la presión de sus manos en mí trasero, pase mi lengua sobre sus labios deseosa de más besos y el gustoso me dio la entrada, en el momento que nuestras lenguas se tocaron ambos soltamos un gemido, el cual me sacudió de la manera más placentera, esto es maravilloso.

Tan dulce, tan placentero, tan… ¿ruidoso?

Mi teléfono tocaba la canción de Good Times de Dj.Who, tensándome le pedí que me soltara y él aunque bien sabía que no quería, lo hizo, corriendo hacia mi teléfono lo saque de la cartera para contestar sin ver quien era.

- ¿Hola? – no me atreví a mirarlo.

- ¿Hermanita, estas bien? ¿En casa? Nos preocupamos por que está lloviendo – solté un suspiro al escuchar a Luck, para luego tensarme ¿están de camino?

- Estoy bien, diles que estoy bien y en casa, tranquilo – sonreí disfrutando siempre lo sobreprotectores que son.

- Que bueno – escuché como le decía a los demás para volver a hablar -Llegaremos en eso de hora y media, llevamos pizza, tu favorita y cerveza, claro que llevaremos tu bebida favorita ¿ok? Escoge una película ¡noche de hermanos!

- ¡NADA DE ROMANTICAS! - grito Jordy haciendo que Luck lo maldiga.

- Me gritaste en el maldito oído imbécil, déjala escoger...aunque...no escojas románticas – me suplicó con Jordy haciendo eco de su suplica, sonreí aun más.

- ¿Cuándo lo he hecho? – dije ofendida, me encantan las películas de acción.

- Ahora llevaré helado, sé que quieres.

- Eres el mejor – le di el cumplido para llenar su ego de hermano, así quizás me traiga hasta dos helados.

- Lo sé – sabía que sonreía con esa sonrisa de “soy el mejor hermano” - Nos vemos, te quiero.

- Yo también, adiós.

Colgué, para respirando hondo girar y mirar a Taylor quien ahora parece haber chupado un limón ¿estará celoso?

Mmm...sus labios están hinchados y su cabello sabrosamente despeinado.

Entonces recuerdo lo que somos, quienes somos, quien soy.

Diablos.

- Dioses ¿qué hicimos? – murmuré aturdida ante mis acciones ¿cómo pude dejarlo besarme?

- Nos besamos - intentó acercarse, pero me confundida me aleje, su ceño se frunció para mirarme confundido - ¿Qué sucede?

- Esto Taylor, esto está mal.

Se supone que esto no debería pasar, que no debía caer, no debía besar a Taylor quien es mi profesor, solo eso, nada más, puede ser apuesto muy demasiado apuesto y también volverme loca con sus miradas y sus ahora muy conocidos por mis labios besos, pero esto no puede pasar.

Esto es la vida real no una novela donde la chica se queda con el chico al final, soy modelo, el solo se sintió atraído por una especia de ejemplar como disque “inalcanzable” mujer que el encuentra hermosa, nada más y yo a él lo deseo pero es por ser prohibido y mi profesor.

- Pero...

- Por favor, vete - lo interrumpí señalando la puerta.

- Avy tenemos....

- Vete, esto no debió pasar.

Sin dejarlo decir una palabra más lo empujé hasta la puerta echándolo de mi casa a pesar de sus negativas, mientras aun llovía, traté de no sentir remordimiento alguno por eso y cerré la puerta, para correr a mi cuarto. Ahorita me vendría muy bien ese helado que Luck me prometió.

Debo pensar en lo que sucedido y en lo que haré.

Para suerte mía el sábado paso volando, pensando en Taylor, haciendo repaces del orden en que tendríamos las prendas como después y antes de quien íbamos, dejé a un lado a mi pequeño gran problema y me concentré por completo en lo que tenía en manos para así poder dar lo mejor de mí, el domingo debo verme hermosa y ganarme a los representantes.

El viaje a Miami duró mucho más y Beth se estreso debido a eso, pues tenemos un horario que cumplir y el avión se llevó una hora completa de nuestro tiempo, cuando al fin llegamos todos descendimos, con todos me refiero a, estilistas, Beth, modelos, familia y amigos.

Aparte de traer a mis hermanos traje a mis amigos aparte, para que así vieran el desfile los traje para sentir apoyo y luego disfrutar, debo olvidar a Taylor por una horas y concentrarme.

                                                           * * * * *

Ya estoy a pocos minutos o segundos de caminar en la pasarela, esta pasarela no saldrá en televisión, solo en las cuentas oficiales de la compañía, ya que se supone que es solo una muestra de lo que vendrá en la verdadera pasarela que es en dos semanas y será aquí mismo en Miami, pero será en otra pasarela y esta vez los modelos no solo serán mujeres sino también hombres.

Habrá chicos sexys caminando en la pasarela, cada una tendrá una pareja.

- ¿Lista Avy? - pregunto Beth sacándome de mis pensamientos.

- No, pero voy a hacerlo – no me toque el rostro ya que podría dañar mi maquillaje.

- Lo harás estupendo Avy, recuerda tal y como lo ensayamos camina, camina, gira, llega al final, pose, giras y vuelves.

- Suena sencillo cuando lo dices – me reí nerviosa, de este desfile depende mi futuro.

- Lo es – sabía que solo intentaba hacerme sentir mas tranquila, pero no podía.

No ahora.

- Como digas – sacudí mis brazos cuando vi a mi compañera ir por media pasarela, en unos pasos más y me tocará – Estoy lista Beth.

- Ve.

Respire profundo, para sonreí como si no tuviera ninguna preocupación más que en ser bonita y delgada, para caminar hacia donde mi futuro me llevará.

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