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C A P Í T U L O 4

CAPÍTULO CUATRO

Avy

Luego de un fin de semana de pura diversión llegó a nosotros el lunes, hora de ir a la Universidad, pero también, hora de enfrentarme a Taylor, m i tentador profesor y no creo estar o tener las fuerzas suficientes para hacerlo, solo espero que me evite y piense que el beso si fue un error.

Por qué ahora no estoy muy segura de si yo lo he olvidado.

Con ese pensamiento anhelante entro al aula, aun no toca el timbre por lo tanto el salón no está lleno, pero por supuesto mi compañero y mejor amigo Max está ahí, y él me debe una respuesta.

El domingo en la noche desapareció de la faz de la tierra, para llegar justamente cuando era hora de regresar y no quiso hablar mucho, de esa fiesta en la que además de estar increíble estuvo de galán.

Y adivinen quien también despertó temprano.

- Buenos días, señorita Wychef – me saluda de manera profesional, pero en sus ojos noto ese anhelo de acercarse a mí y, no hablar.

Casi quiero quejarme, al parecer no fui la única pensando en lo que pasó durante el fin de semana.

Lo prohibido es lo que más anhela una persona.

- Buenos días, profesor.

Acelerando mi paso caminé hacia Max, a quien luego de besar su mejilla me senté a su lado.

- Me debes una explicación - le dije apenas se giró a mirarme.

- ¿De? - esta fingiendo lo sé y vaya que no sabe fingir, me mira de reojo nervioso.

- ¿Dónde te fuiste esas horas perdido? No te encontré en la fiesta y nadie sabía de ti, me preocupe mucho Maxi, sentí que perdí a uno de mis bebes osos y casi golpeo a una chica por no darme permiso – me cruce de brazos frunciendo mi ceño al recordar a aquella molestia.

El sonriendo nervioso guardó su libro, pero yo en serio me preocupé.

- Lo siento por preocuparte, pero en la fiesta conocí a alguien sorprendente y bueno hablamos, tomamos y de un momento a otro estábamos en una habitación teniendo, ya sabes - se sonrojó al último para rascar su mejilla de manera tímida.

- ¡Ahh! - exclamé tirando mis brazos sobre el quien saltó asustado como descolocado, para mirarme como si estuviera completamente loca – Al fin te hiciste hombrecito.

- No molestes, solo fue una noche.

- Fue para tanto, pero como quieras - codee su cintura con el murmurando lo loca que estoy.

- Olvidemos lo mio, nunca me dijiste ¿qué te dijeron los de VS? - pregunta intrigado.

Recordar lo que sucedió me llena de mucha felicidad como emoción, ayer en la fiesta se acercaron a mí, me hablaron de las cualidades que tengo y las oportunidades que ellos me podían ofrecer como un ángel.

- Me dijeron algunas cosas, pero aún no quiero que se riegue el tema – le conté y era totalmente cierto ya que quiero antes terminar todo con mi actual contrato, Beth esta super emocionada por mí.

- Vamos dime, juro no decirle a nadie, seré una tumba super discreta - promete juntando las palmas mirándome con ojitos de cachorro.

- Vaaale - me rindo ante esa mirada – Para evitarte todo el palabrerío, te diré lo más importante.

- Dime - dice ya impaciente.

- Ellos dijeron: Victoria Secret’s le propone un contrato como uno de sus ángeles ¿qué responde?

El solo recordar ese momento hace que quiera dar brinquitos de emoción justo como quise hacer en ese momento ¡mi arduo trabajo había dado resultado!

- ¿Y qué respondiste? – suena sorprendido.

- Obviamente que sí, es mi sueño – le conteste para sonreír ante su cara de conmoción, parpadeo - ¿Y ese rostro?

- ¿Eres un ángel de Victoria Secret’s?

- Lo soy – poder decir eso con absoluta seguridad me da tanta satisfacción.

Como también aumenta mi ego.

- ¡Eres un ángel! – exclamó entusiasmado llamando la atención de todos sobre ambos, a lo que me encogí mucho cuando empezaron a susurrar.

Sus rostros reflejaban lo confundidos que estaban tras lo que dijo Max, no podía decirle a nadie que ahora era parte de Victoria Secret’s, por último, miré a Taylor quien podía sentir su mirada penetrante en mí, su ceño estaba fruncido... ¿estará molesto? ¿celoso?

No tengo idea del porque ese ceño, pero está molesto, eso se le nota.

Volví mi mirada a Max fulminándolo, el soltó una risa nerviosa.

- Que discreto eres.

- Lo siento, la emoción - se disculpó yo solo negué.

Mis amigos imposibles.

Estaba saliendo de la Universidad para ir a casa y descansar, busqué mi teléfono dispuesta a llamar un uber ya que Jordy tuvo una entrevista de trabajo y no pudo llevarme casa, pero mientras lo buscaba en mi cartera y bolsillos empecé a preocuparme ya que no lo encontraba, la última vez que lo vi es cuando estuve en la biblioteca mientras leía un libro.

Espero que siga allí.

Voy directamente hacia el lugar donde estaba mientras estudiaba un poco, creo que me toca nomas llamar a mi teléfono, sacando mi tablet la cual por suerte viene con chip integrado, busco mi número para llamar.

Al segundo tono contestan algo que me sorprende ¿quién m****a lo tendrá?

- ¿Hola?

- Alguien está siendo muy despistada – congelándome en mi lugar maldigo entre dientes su nombre ¿por qué justo él?

- Devuélveme mi teléfono – murmuré mientras salía de la biblioteca.

- Ven a verlo – su voz está llena de jugosa diversión mientras me contesta.

- ¿Dónde estas?

Esta es una mala idea.

- En mi salón, te esperaré aquí.

Cuando me colgó no supe ni que hacer mas que seguir lo que me decía, podía conseguirme un nuevo teléfono en segundos, pero la idea de estar a solas con él es…tentadora.

Tres minutos después había llegado a su aula, apenas abrí la puerta lo vi sentado en su silla mirándome tan fresco como una lechuga y con mi celular en su regazo. La puerta se cerró en un click a mi espalda haciendo que me tense, pero cuando me dio una de esas lindas sonrisas llena de burbujeante alegría me vi temblando y disfrutando de ser el porqué de esa sonrisa.

Profesor Avy ¿esas palabras te dicen algo?

- Profesor por favor, mi teléfono - caminé hacia el extendiendo mi mano.

- Tómalo – lo deslizó en su escritorio al otro borde, aprete mis dientes.

Caminé hacia este dispuesta a tomarlo e irme, pero antes de recoger mi teléfono pude sentir sus manos en mi cintura, salté al sentir su tacto para girarme a lo que aprovechó para subirme a su escritorio.

- ¿Qué ha…

- Escúchame por favor Avy - su voz sonaba suplicante sus manos en mi cadera subieron para trazar con su dedo mi mejilla - Se que lo que hice en tu casa estuvo mal, besarte sin tu consentimiento estuvo muy mal de mi parte, pero no me arrepiento en absoluto de haberte besado.

Me quede estupefacta.

Entonces ¿para que se disculpa, sino lo siente?

- Antes de que vinieras a esta Universidad yo ya sabía quién eras, demonios ¿quién no lo sabe? Tan hermosa como eres en las fotos, no se compara con la mujer que tengo frente mio, ahora que te conozco mejor puedo decir que estoy maravillado con lo increíblemente inteligente, lo amable, atenta y perseverante que eres - sus manos sujetaron mi rostro mirándome a los ojos – Pero no puedo negar el cómo me siento, como me siento cada vez que te veo con un chico algo arde en mi interior y las ganas de decirle que eres solo mía aparecen, sé que no soy quién para decirte mía, soy una persona cualquiera en la cual nunca te fijaras, lo tengo muy claro, porque si quisieras estar conmigo como yo quiero a pesar de mi puesto en la universidad, no te estuvieras alejando de mí, solo debo dejar de hacerme este absurdo cuento de tu y yo en mi cabeza.

Sus palabras me dejaron callada ¿era así como se sentía?

¿Cómo puede decirse todo eso? ¿una persona cualquiera? ¿¡absurdo!?

Su rostro se entristece mientras me mira perder mis líneas, pero es que debe entenderme sus palabras han calado en mí y ahora me siento de lo peor.

Mientras el intentaba que tuviéramos algo sin importarle un comino su posición en la universidad, yo lo apartaba y negaba, el no lo ve como estoy saliendo con una modelo, el me esta viendo…a mí, a Avy.

- Trataré de no molestarte más, por tu silencio puedo enten…

- Cállate.

Agarrando el cuello de su camisa lo acerqué a mi uniendo nuestros labios, claramente lo había tomado por sorpresa por lo que su boca no hizo un movimiento contra la mía durante segundo en que procesaba lo que estaba haciendo, cuando pase mi lengua por sus labios se estremeció para devolverme el beso.

A pesar de haber recibido un solo beso de él, lo había extrañado como no tienen idea, su deseo, sus besos estaban sincronizados con mi propio deseo por tenerlo, me agarro de la cintura mientras yo rodeaba su cintura con mis piernas necesitándolo mas cerca mio mientras me aprovechaba de su tentadora boca, no pude evitar jadear mientras recuperaba el aliento mucho menos cuando estaba tan ansioso por besarme

Sus manos acariciaban mis muslos mientras nos besábamos, esos toques me volvían loca haciendo que me retuerza en contra suyo, dejé una de mis manos caer en su cabello despeinándolo como me gusta hacerlo.

Pero el aire se acabó y antes de separarme por completo de sus labios, mordí el inferior dándole un suave tirón logrando que jadeara, posó su frente sobre la mia con sus ojos nublados de pasión fijos en mí.

Una sonrisa se curvo en sus labios, para aun con la agitada respiración de ambos darme un suave beso que gustosa correspondí.

- Nada de esto es absurdo Taylor - pase una de mis manos por su cuello acariciándolo - Tu eres mi hombre y me fascinaste desde la primera vez que te vi.

- Pero, desde el principio y esa vez en tu casa… - parecía confundido mientras alejaba su frente de la mía, no deje de rodear su cadera con mis piernas - Entonces ¿por qué ese día me botaste así de tu casa, además de evitarme?

- Eras mi profesor – recorrí con mis dedos su perfil, suspire por dentro mio, es tan apuesto, y para mi suerte está enamorado de mi o eso creo.

- Aun lo soy – susurra con una sonrisa divertida.

- Si, lo eres, pero en ese momento era lo único en lo que pensaba ahora no tanto, debía mantener mis sentimientos y deseos separados de mi tentador profesor - con mi mano acaricie su mejilla, sus ojos se cerraron para inclinar su cabeza contra mi mano – Y si, te evitaba ya que pensaba que tu nomas me deseabas por el solo hecho de querer tenerme como un tilde, a la modelo, no porque sintieras algo por mí.

Hizo una mueca para para asentir.

- Entiendo que pienses eso, y no puedo negar que estoy muy tentado como atraído por tu cuerpo – acaricio mi muslo – Pero no es solo eso, sonaré como un idiota pero el que te negaras hacia que quiera mas ir a por ti.

Bufe ante lo último, podría decirse que es lo mismo conmigo, me tienta mucho la idea de profesor y alumna.

- Mmm conque atraído por mi cuerpo ¿eh? – echándome hacia atrás me contonee para levantar mis pechos a su atenta mirada que recorrió mi cuerpo - Pero si nunca me has visto desnuda, y no vale la lencería que seguro me has visto vestir, no sabes lo que es verdaderamente caliente.

- Podría descubrirlo - sus ojos se oscurecieron mientras sus manos empezaron a ascender en mi cuerpo, jadee deseosa por más.

Pero mi teléfono empezó a sonar con la música More Than a Woman de los Bee Gees, reconocería ese tono donde sea y debía contestar.

- No contestes - me pidió besando mi cuello.

- Es Beth, mi jefa, debo contestar – él se quejó, pero no dejó de besar mi cuello, soltando un suspiro contesté mi telefono.

- Hola Beth.

- Avy, grandes noticias, los chicos llegaron – me comunico resuelta.

- ¿Qué chicos? - ¿por qué me estaba hablando de chicos?

Con la mención de chicos Taylor separó su boca de mi cuello para mirarme con el ceño fruncido, yo me acerqué dejando un beso en sus tensos labios, al principio se reprimió como queriendo primero una explicación del porque estaba diciendo la palabra chicos, pero luego se dejó llevar.

-Avy, los chicos para la pasarela – a para el desfile mixto – Y la sesión de fotos.

Oh no, sesión de fotos.

El solo recordar la última sesión de fotos con un hombre la cual estuve casi en mi totalidad desnuda hace que quiera negarme por completo, ese tipo no dejaba de intentar ligarme, separé mis labios de Taylor a lo que él me miró confundido.

- Oh no Beth, ni loca quiero una sesión de fotos, en la última estaba casi desnuda y ese tipo, Dani, no dejaba de toquetearme a sus anchas – me estremecí asqueada al recordar como de insistente era con querer tener un momento de intimidad conmigo.

- Esta vez será diferente, estarán ambos cubiertos con los trajes de la pasarela – me dijo haciendo que soltara el aliento más tranquila ante la idea de estar algo mas vestida.

- Mucho mejor – le di una sonrisa a Taylor, pero el solo frunció más su ceño.

¿Celoso?

- Además con solo verte alguien quiere violarte – sabía que se estaba burlando de mi está loca – Nena, si fuera hombre yo te habría violado.

- Eres una loca ¿cuándo son las fotos? – inclinándome tire del cuello de mi hombre celoso para dejar piquitos en esos tentadores labios suyos, tratando de quitarle esa carita malhumorada.

- El miércoles apenas sales de la Universidad debes dirigirte al estudio de inmediato, al grande – me comunicó mientras escuchaba ruido en su lado.

- Entiendo, estaré puntual – lamí la comisura de sus labios haciendo que retrocediera sorprendido para mirarme con los ojos fuera de orbitas.

- Bueno, debo colgar tengo un montón de trajes que catalogar como m****r a planchar.

- Ok Beth adiós.

- Adiosito.

Dejando mi teléfono a un lado puede ver como su tez sorprendida cambiaba a una más…agria.

- ¿Qué chicos Avy? – preguntó con total seriedad, a lo que yo sonreí encantada con su estado de hombre celoso.

- ¿Estas celoso? – con mi dedo pique su mejilla algo que hizo que sus ojos empequeñecieran a dos rendijas.

Que miedo, jajaja.

- No – murmuró, pero a mi parecer sonó más a pregunta - Eso no tiene relevancia alguna, dime ¿de qué chicos hablabas?

- La próxima pasarela será mixta y al parecer Beth quiere una sesión de fotos con ellos.

- ¿Chicos modelando? - preguntó pareciendo más relajado.

- Te sorprenderías, hay muchos chicos modelos ahora que lo pienso, la mayoría son gay – acaricie sus hombros dándole un buen vistazo critico - Tu no estas nada mal, serias un gran modelo aunque…

- ¿Aunque? - parecía divertido.

- Muchas chicas te mirarían, por lo tanto mejor no, eres un muy buen profesor - solo pensar como las chicas lo mirarían me da un ataque de celos imaginario.

- ¿Celosa? - me preguntó besando mis labios con una leve presión.

- Mmm sí que lo estaría.

Pero otra vez mi teléfono sonó.

¡Maldición! ¡déjenme besar a mi hombre!

¿Qué pasa hoy con la gente que me llama tanto? y justo hoy.

- ¿Qué? – fulminé con la mirada a Taylor quien tenía una sonrisita de lo mas hermosa mientras me veía refunfuñar.

- Wouwou hermanita, que ánimos - ese es Fred.

- ¿Fred qué sucede? – apreté mi nariz cerrando mis ojos, rogando por mi paz mental.

- ¿Aun estas en la Universidad? - pregunta y parece estar conduciendo.

Esperen ¿conduciendo? ¿conduciendo qué?          

Fred no tiene auto y Jordy no prestaría a su bebe a nadie.

Aquí hay gato encerrado.

- Siiii ¿por qué?

- Porque voy a verte junto con mamá, ella quiere verte y me cogió de chofer - se quejó a lo que escuché un grito de mama seguido de un golpe y quejido de mi hermano - Ok mami, lo siento…llego en cinco mocosa.

- Estoy…- miré a Taylor que otra vez estaba celoso, esta vez solo rodé mis ojos - Hablando con un profesor, ya salgo.

- Cambio y fuera ángel.

Y me colgó ¿por qué siempre me cuelgan? ¡yo quiero colgar!

- Antes de que tus celos vuelvan, Fred es mi hermano - le explique antes de que atacara don-no-tengo-celos-porque-soy-genial.

- ¿Tienes un hermano? – pregunta sorprendido.

- Si, y ahora me voy o Fred se suicidará.

Mi madre puede ser una gran habladora además de aduladora, pero cuando quiere molestar lo hace siempre en broma y por eso nunca nos quedamos uno solo con ella, siempre pedimos refuerzos.

- ¿Quieres salir conmigo mañana? - me pregunta entusiasmado.

- No puedo, tengo que ir al gimnasio y luego ducha relajante para prepararme para el miércoles – me supo feo decirle que no, mas cuando si que quería.

- Entonces el miércoles no puedes - parece triste con un puchero me miro y eso me desintegro.

- Puedes acompañarme a mi sesión de fotos.

- ¿Y ver cómo te tocan? No gracias - negó para alejarse de mí.

- Entonces te pierdas verme en lencería - él se mordió el labio reflexionando, pero negó de nuevo - Entonces cuando terminemos la sesión puedes ir a verme.

- Mucho mejor.

- Aunque estaré con hambre al terminar y Beth no nos dará comida - me cruce de piernas odiando que no nos de comida.

- Cenaremos en mi casa, yo preparo la cena, pero quiero estar contigo aunque sea para comer Avy, por favor.

- ¿En tu casa? No estoy muy segura.

De verdad que no lo estoy, no puedo estar a solas con él, aunque quiero, pero es que yo soy virgen y aunque Taylor me atraiga, no quiero aun perderla.

- Me comportaré, o lo tratare, pero ven por favor - se acercó para besar mis labios, yo sonreí a mitad del beso.

- Eres un manipulador - me perdí en lo suave de sus labios, los besos que se estaban por profundizar cuando mi teléfono sonó anunciando un mensaje, lo alce con Taylor aun besándome.

Pero me separe para leer el mensaje, que es de Fred.

Estoy afuera, mamá no para de hablar date prisa o moriré.

Rio cuando termino de leer, pobrecito, levantando mi mirada el me da una tierna sonrisa que hace latir mi corazón a un ritmo enloquecedor, me va a dar un ataque si me da otra sonrisa así.

- Ya llego, debo irme.

- ¿Te acompaño? - pregunta inseguro.

Pienso decirle que sí, pero luego mi madre preguntaría y de igual manera Fred y el cuchichearía con Jordy y Luck; y ellos montarían una escena de preguntas al estilo Sherlock Holmes.

No gracias.

- No me perderé, tranquilo, nos vemos mañana – dejo un pico a sus labios, para bajarme de su escritorio y salir.

Cuando llegue donde mi hermano se estacionó, subo rápido mientras saludo a mi madre y a Fred.

Mientras nos dirigimos a un restaurant, pienso en lo que acaba de suceder.

Enserio me bese con mi profesor, en su aula, en su escritorio, mientras el tocaba mi cuerpo y yo su cabello. Mientras sus labios atacaban a los míos, aun siento mis labios calientes como la presión de sus labios en los míos, este hombre es intenso.

Voy a volverme loca por él.

Ya lo extraño.

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