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C A P Í T U L O 2

CAPÍTULO DOS

Avy

Es hora de despertarme y sonreír a este nuevo día….lo sé con absoluta pereza, el resonante sonido de mi alarma es una clara muestra de ello, pero aun no quiero despertarme, tengo sueño.

Cinco minutitos más por fis.

- ¡Despierta estrellita es hora de brillar! - entra gritando Luck a mi cuarto de esa manera llena de absoluta felicidad, la que en estos momentos odio.

Me entran unas ganas de golpearlo, había olvidado que son así de animados en la mañana.

Quejándome agarro con fuerza mi colcha para enredarme más en ella, y no salir nunca, puedo escuchar su risa divertida, algo que me hace refunfuñar.

- ¡Hermanos alerta rosa!  ¡nuestra hermanita no quiere despertar! - otra vez gritó a lo que me tense de pies a cabeza, que no se atrevan a molestarme.

Escuche pasos dirigiéndose a mi cuarto, múltiples pasos que se detuvieron frente a mi cama y luego de gritar ¡TSUNAMI! Salté de mi cama tratando de evitar las partes mas húmedas, vi con horror como mi colcha favorita había sido regada cual planta con agua.

Claramente los culpables de esto solo reían y chocaban los cinco.

- ¡Los voy a matar! - exclamé tirándoles mi colcha, la cual ni los tocó ya que se enredó con el borde de mi cama, ellos lo único que hicieron fue salir corriendo de mi cuarto.

- ¡Desayuno servido! - grito Fred desde abajo.

Miré el desastre que era mi cama como tocando mi cabello el cual había recibido parte de su lindo acto de hermano deseando como nunca desaparecer.

- Son momentos así que deseo matarlos – gruñí entre dientes para bufar al escuchar sus risas.

Con mi cabello y parte de mi pijama algo húmeda entré a la ducha y me di un bien merecido baño de agua caliente, el despertador ideal no ese baldazo de agua fría, al terminar corrí a mi armario sacando algo de ropa interior hurgando en el interior para encontrar los pares, ser modelo de una revista que es de lencería sirve para tener mucha ropa interior de todo tipo, encaje, seda, super super costosa, algo demasiado bárbaro para un pedacito de tela si me preguntan, antes de vestirme me coloque un poco de mi crema para el cuerpo de avellana.

Después fue lo normal, vestirme y maquillarme, algo suave y “natural” para no llamar mucho la atención.

Uno suerte de que esta Universidad no sea como la que antes tenía, el uniforme era demasiado formal y aquí solo debo fijarme en que vestuario ponerme cada día.

Tiré de los bordes de mi short jean ya que tenia los bordes rasgados, cerré los broches que mantenían en su lugar a mis plataformas rojos para voltear a mirarme en el espejo que tenía en mi cuarto, la blusa que había escogido era muy sencilla de color blanca con rayas negras, muy ajustada.

Fui por mi mochila, una pequeña donde bien entra una libreta, lápiz, bolígrafo, mi teléfono porque era indispensable y un estuche con algo de maquillaje ¿quizás deba llevar bloqueador solar y mis gafas?

Aquí en California hace mucho calor y sol, no quisiera quemarme.

Bajando a por mi desayuno llegué justo a tiempo, ya que mis hermanos podrían comerse todo si quisieran, pero cuando me senté me colocaron un plato lleno de frutas y tostadas más un vaso con batido de fresa ¡mi favorito!

Y si, ellos saben consentirme.

- ¡Jordy vámonos! - grité luego de cepillar mis dientes y bajar rápido por las escaleras, lo más rápido que podía con mis plataformas.

Ahora que detengo a pensar un poco, desde que me mudé con mis hermanos solo me la paso gritando algo muy diferente del silencio en casa de mamá y papá desde que ellos se fueron, se siente bonito ya que así era cuando vivíamos aun los cuatro con mamá y papá, aunque los gritos de mama, pues, uno podía tener y necesitar un descanso de estos.

Mis hermanos si sabían hacer sus travesuras.

Jordy bajó por las escaleras riendo como siempre, puedo destacar de mis hermanos que los tres son apuestos y altos, todos exactamente todos sacamos los ojos de papá, grises claros, los de mamá son de un café claro. Pero tanto Jordy como Fred fueron bendecidos con ese cabello rubio dorado que nuestra madre tiene. Luck y fuimos bendecidos con un cabello negro como el de papá. Los tres cuentan con una muy buena condición física la cual no pasa desapercibida para ninguna mujer, ha habido chicas que han querido usarme para llegar a ellos, pero fue antes de que obtuviera mi trabajo.

- Vámonos – murmuró moviendo las llaves del auto con su dedo.

- ¡Adiós familia! – me despedí acercándome a la escalera para que mis otros hermanos me escuchen.

Escuché tanto a Fred y Luck despedirse desde arriba, para luego salir a la calle donde estaba estacionado el auto de Jordy, y si Jordy también va a la universidad conmigo, nuestro camino fue de canción en canción, con los dos cantando como viejas locas e intentando cantar alguna canción en español, un fail total, presiono un botón para que nos entre un poco de aire fresco…el auto que Jordy tiene es increíblemente hermoso, un Chevrolet Corvette Z….¿Zeta qué? Zeta algo, fue un increíble regalo de parte de papá cuando cumplió los 20 años.

Nos dijo que por lo menos uno de nosotros debía tener estrictamente un auto, alguien responsable a la hora de conducir, y papá se lo dio a Jordy.

Fue injusto.

Pero mientras entramos a los estacionamientos en la Universidad me dejo curiosear el lugar como a mis futuros compañeros, mucho verde por aquí y allá, los edificios grandes y los chicos que veo desde aquí puede que tengan lo suyo, las chicas nada fenomenal, una de allí luce como una puta con un vestido rojo y tacones verdes.

¿Alguien no le avisó que navidad ya terminó?

La chica en si es hermosa, pero alguien debe decirle que esos colores no están muy de moda en estas fechas.

Además de que puedo vislumbrar desde aquí que sus protuberantes pechos están, siendo algo como mucho asfixiados.

- Mira Jordy, carne fresca para ti - le comenté y señalé, el volteando a verla sus cejas fueron a tocar casi el borde de su cabello.

- Creo que está…buena, debe hacer algo con esa ropa, pero...

- Pero ¿qué? – estiré mi brazo para recoger mi bolso mientras esperaba su respuesta.

- No es mi tipo, además ¿viste cómo va vestida? A riesgo de sonar como una chica, no me gusta su atuendo – volteó a mirarme para rodear su ojos al verme riendo – Oye, desde que voy a tus eventos esas chicas me descolocan, mis gustos fueron a ese nivel y bueno este nivel - me señaló a las chicas frente al instituto - Ya no me impresionan.

- Diría que lo siento por haberte echo eso, pero, no lo lamento, mi cachorro está creciendo - quité una lagrimita imaginaria de mis ojos, me dio un pequeño golpe en el hombro para reír.

- Vamos, bájate, quiero ver como se quedan bocabiertos esos mensos - dijo con una sonrisa maliciosa la cual copie.

- Comprobémoslo.

Apenas puso un pie fuera tuvo la atención de muchos, tanto chicas como chicos, creo que los chicos solo quieren ver quién es el dueño o dueña de semejante auto. Pero las chicas prácticamente dejaron de respirar al ver a mi hermano yo sonreí con el ego a mil, ese es el efecto Wychef, ahora es mi turno.  

Abrí mi puerta sin dejar de ver hacia donde ponía mis pies, ya que solía caerme cuando no lo hacía, pero supe que tenía la atención de todos, más cuando les di un vistazo, los chicos parpadearon reiteradas veces y las chicas sorprendidas se echaron para atrás frunciendo sus labios.

- Es Avy Wychef la modelo - dijo una chica a lo cual comenzaron los cuchicheos.

Mire a mi hermano, quien con la barbilla me indicó que camine, ambos fuimos hacia adentro a dirección para obtener nuestros horarios, mientras caminábamos la gente nos miraba mucho.

En parte hacia que mi ego se infle aun más, pero ya esta llegando al punto que incomoda.

Empecé a molestarme.

Por suerte algunos no se impresionaron, esas personas me encantaron no dejándose llevar por mi fama, soy solo una chica que tuvo una suerte enorme…modelo no es no mismo que de marte.

La señora que estaba como secretaria nos dio nuestros horarios para desearnos un buen primer día, por suerte mía Jordy había tomado un tour en el campus y sabía exactamente dónde estaba cada aula, incluyendo la mia.

- Bien, aquí es tu primera clase – señaló con su cabeza la puerta.

- Gracias – le dije de todo corazón, estaría perdida sin él.

- Nos vemos en el descanso Avy – acercándose besó mi mejilla y se fue.

Bueno, no puedo decir que no estoy nerviosa pero debo entrar, respire hondo y empujé la puerta abriéndome paso hacia dentro.

El salón estaba en su mayoría vacío, y el profesor o profesora a cargo de esta primera hora aun no llegaba, así que decidí ir a sentarme al frente, los puestos eran de dos y ya que había un chico que se encontraba leyendo un libro en los primeros puestos me decidí por sentarme a su lado.

Volteando a verme con una cara de sueño puedo decir, se detuvo para darme otra mirada, no deje de verlo mientras prácticamente me veía de arriba abajo o lo que se pudiera ver mientras estaba sentada a su lado.

- T-tu eres mode…

- Por favor, soy un ser humano no de otro planeta - le dije lo más suave que pude, se echó para atrás para parpadear desconcertado.

- Lo siento, solo que es impresionante.

- Bueno como una persona normal, soy Avy Wychef estudiante de esta Universidad y modelo.

- Pensé que serias mimada - se gira para mirarme horrorizado por lo que dijo a lo que sonreí, el aunque incomodo me mostró también una linda sonrisa.

-No eres ni el primero ni el ultimo en decir eso, pero, no gracias yo me valgo por mí misma, y por si te lo preguntas yo no me creo mejor que nadie – habían chicas entrando al aula cuchicheando mas entre ellas al verme.

Me sentí juzgada.

- Soy Max Lington mucho gusto - estrechamos la mano y sonreí.

- ¿Quieres ser mi amigo? - le pregunte de sopetón, el abrió los ojos sorprendido.

- ¿Quieres ser mi amiga? – me devolvió la pregunta desubicado.

- Claro que si ¿y tú? - le pregunté y le hice un puchero dispuesta a ganar un sí de su parte, el mirándome soltó una pequeña risa.

- Claro que quiero.

- Oh, mi primer amigo – di pequeños aplausos emocionada - Me siento feliz.

- ¿En serio?

Se mostró tímido y me pregunte si era su primera amiga.

- Si, veras, puedo ser modelo pero me gusta ser normal y un amigo lo es.

- Yo no tengo amigos, me tratan de nerd por leer mucho – levantó su libro como para afirmar algo.

- ¿Pues qué te parece tu primera amiga? – le pregunté golpeando su hombro con el mio.

- Es muy hermosa, agradable – murmuro para luego negar riendo – Y sorprendentemente modelo.

- Gracias – acepte mas que encantada sus palabras.

Vi hacia la puerta como empezaban a ingresar otros chicos, que, por la m****a ¿por qué no me pueden tratar como a alguien normal? Me miran como si quisieran violarme aquí mismo.

Ugh.

Calmen sus hormonas chicos, soy modelo profesional de lencería no una puta.

- Oye Max ¿el profesor o profesora es bueno? - me gire y lo mire.

- Es profesor y si, el enseña muy bien la materia, de forma interesante…aunque.

- ¿Aunque?

Mire hacia atrás cuando me golpeó algo en la cabeza, había un chico haciéndome ojitos, yo solo le sonreí para volver mi vista hacia Max.

- Es un poco intimidante – susurró bajito - Da un poco de miedo, se llama Taylor Backwell.

- Supongo que es un viejo cascarrabias – eran así todos mis profesores en la universidad privada.

- No es viejo, y aquí esta llegando - con su barbilla señaló a la puerta para empezar a guardar su libro.

Llevando mis ojos hacia la puerta pude ver como entraba un…hombre, eso lo resume todo, la camisa que llevaba le quedaba perfecta en todos esos músculos y ese cabello castaño necesitaba mis manos en el para despeinarlo, y esos ojos cual dulce miel me embobaron.

Me quede muda.

Es apuesto ¿pero Max dijo que es intimidante? ¿será cierto?

- Siéntense, pasare lista.

Su voz sonaba roca y a la vez tan sexy, puedo jurar que escuche jadeos en el aula, me giré sorprendida para mirar hacia mi nuevo mejor amigo, Max, alzando una ceja, él como si nada se encogió de hombros.

Creo que es normal.

El profesor sentándose en su silla empezó a pasar lista, solo escuchaba los presentes y no alzaba la mirada para comprobar quienes respondían.

Aproveché para mirarlo detenidamente.

Tiene un buen cuerpo, la camisa que trae puesta se ajusta a su pecho y brazos, sus labios son carnosos mientras los humedece con su lengua sigue nombrando, una melena café que luce suave dan ganas de pasar mis dedos por ese sedoso cabello, unos dedos largos que bien podrían pasar por mis piernas en un suave toque y esos ojos miel mirando hacia su libreta.   pero a la vez perdido en sus pensamientos.

Quiero que me mire.

Pero por mala suerte mía y suya, vine a estudiar no a buscar un hombre o en plan romántico.

 Y justo cuando llegó a mi nombre…

- Avygail Wychef - entonces alzo la vista con una ceja alzada expectante.

- Presente - dije tratando de sonar lo más seria que pude, porque, el seguía mirándome directamente a los ojos, creo que dándose cuenta aclaro su garganta para desviar sus ojos de mi al cuaderno en sus manos.

Yo también desvié mi mirada, pero sentí la suya en mí varias veces.

                                                 *      *      *      *      *      *

Taylor

Minutos antes….

- Una alumna nueva entra en tu clase Taylor - me comunicó Silvia la secretaria, con su voz cantarina.

- ¿Eh? ¿Cómo se llama? - pregunté, aunque muy bien no me importaba ni quería saber.

Con tal de que no sea una chica de meterse en problemas o mucho peor una chica que sea vaga o no estudiosa a la cual deba estar pendiente, o quien dice que sea del grupo “vamos a enrollarnos con los profesores” terminaré renunciando si hay más de esas, pero si no va con ninguno de esos grupos por mi está bien.

- Es una chica famosa – dijo casi saltando en su lugar - Seguro ya has escuchado hablar de ella, mis niñas hablan mucho de ella.

Casi gruñí frente suyo ¿una famosa? Eso es cien veces peor, combinación de la segunda y la tercera y a lo mejor, mimada, definitivamente renuncio.

- Dame su nombre Silvia – le pedí ya irritado ya contando mis días para renunciar.

- Se llama Avygail Wychef, es una modelo famosa de esas de lencería mis…

Deje de escucharla para casi tragarme mi lengua, esto no puede estar pasando, ella no puede ser mi alumna. Se muy bien quien es ella, veo cada foto de ella, incluso esas pasarelas en lencería donde no puedo dejar de sorprenderme ante su belleza, como de lo irresistible que sería.

¿Cuántas historias no he hecho con ella?

¿Ahora, la protagonista de estas está en mi clase? ¿ahora?

- Solo espero que no sea mimada - digo tratando de sonar normal, trando de no mostrar mis deseos de conocerla.

- Es preciosa, hace poco llego y vieras como todos la miraban – veo como agarra una taza para hacerse un café.

No me gusto eso ¿todos mirándola? No eso no quiero.

La quiero para mí.

Perturbado ante mis palabras niego ante todo ello, no puedo hacer nada con ella, ya sea porque es ahora mi estudiante como también que es una chica imposible, de un estatus el cual sueño con tocar.

Con eso en mente, todo se enfría, ella no se fijaría en su profesor.

- Bien, me voy, el timbre de la primera hora está apunto de tocar.

En cierta manera es verdad, pero quiero verla.

- Adiós Silvia - me despido para caminar hacia mi aula.

Mientras camino por los pasillos escucho a los estudiantes hablar sobre Avy y su llegada, lo buena que está y quien será el chico con quien vino.

¿Un chico? ¿De qué chico hablarán?

El timbre suena y todos van a sus respectivas aulas, algunos entran en la mía y cuando veo que nadie mas corre por los pasillos hacia mi aula, entro.

No la busco, eso me dejaría en evidencia, prefiero pasar lista, además de que es necesario es una manera para poder, nunca he escuchado se voz y deseo tanto escucharla.

- Siéntense, pasare lista.

Sentándome empecé a pasar lista lo más rápido que pude sin levantar la mirada, indudablemente su nombre está al final de la lista, yo solo sigo pasando lista sin mirar a nadie cuando al fin llego a ella.

-Avygail Wychef – subo mí mirada ansioso por verla, levanto una ceja esperando respuesta.

Entonces…

- Presente.

Dice una voz femenina, me quedo embobado mirando su belleza sin importarme por segundos que ella lo note, ella me mira fijamente con esos grises y penetrantes ojos, pero sé que me he sobrepasado, vuelvo mi vista a los libros y comienzo la clase.

Pero no puedo dejar de mirarla y creo que ella lo nota.

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