La iglesia estaba en un pequeño y pintoresco pueblo al norte de Birmingham, era quince de diciembre, nevaba y hacia frío. Ares le había comprado un hermoso y sencillo vestido rojo. El sacerdote y su tía Katherine esperaban a un lado del altar.Aquella mañana Ares había mandado su limusina a buscarla a ella y su tía Katherine, a su casa, para conducirlas hasta la pequeña localidad donde se iba a realizar la boda. Hanah había accedido a casarse gracias a la intervención de su tía quien le dijo que afrontará las cosas y dejará de huir. Pero su única condición era de que la ceremonia se realizará en Inglaterra, solo ellos sin nadie más. Hanah no quería pasar por la parafernalia de fiestas, ni reuniones, ni nada de lo que conllevará la realización de una boda, porqué sabía que no era un vínculo real, Ares solo quería limpiar su ilustre apellido, y Hanah solo quería que la dejara en paz, deseaba que todo aquello acabara."Hoy voy a casarme". Este es el día de mi boda. Se repetía incrédula.
Hanah aún no podía creer que Ares le haya dado los día libre a la cocinera solo para que ella se tuviera que quedar en la cocina mientras él se pavoneaba de un lado a otro dentro de la villa. Que hombre tan arrogante y tan machista. pensó la joven._ Está listo el desayuno esposa mía_ dijo Ares entrando a la cocina en tono burlón_ Hace un día estupendo para nadar. No lo crees?Hanah le echó una mirada asesina, mientras le servía el café y le colaba un plato en frente con algunas frutas tropicales en trozos y unas tostadas._ Y la mermelada?_ dijo él para provocarla._ Que edad tienes, cinco años_ le dijo la chica irritada._ Treinta y ... algo. porque estás tan huraña hoy?_ dijo él_ Estás en una isla paradisíaca, aprovecha el momento, dudo que tengas otra oportunidad._ Tan viejo?_ dijo Hanah para clavarle un puñal a su ego_ Donde tienes guardado el bastón anciano?_ Tú, Hanah Marshall_ repuso él, levantándose y tomándola por los hombros_ Eres una jovencita impertinente, y desde luego
_ Ya descubrirás que ese «insoportable> es uno de los adjetivos más suaves que pueden aplicarse a mi carácter _ la fiera mirada que le lanzó la disuadió de replicar._ Estás se broma? De verdad me piensas recluir en mi habitación como si yo fuera una cría malcriada_ dijo Hanah enojada.Ares le sostuvo la mirada y asió el picaporte para abrirle la puerta y se echó a un lado para dejarla pasar._ Espero que en este tiempo a solas recapacites por tus acciones Hanah_ dijo en tono serio._ Idiota_ gritó Hanah furiosa cuando él cerró la puerta.Hanah estaba sentada junto a la ventana de su habitación cuando Ares entró con una bandeja en la mano llena de comida._ No te enseñaron a tocar la puerta antes de entrar_ dijo ella en tono áspero._ Veo que no te ha cambiado el humor querida esposa, te traje el almuerzo, lo prepare especialmente para tí_ se burló él._ Quiero el divorcio_ dijo ella secamente._ Pero si apenas nos casamos ayer_ dijo Ares sonriendo. y salió de la habitación.Hanah se
Hanah estaba sola en la villa, por fin se podía relajar y disfrutar del hermoso paraíso tropical sin tener a Ares cerca distrayendola con sus hermosos ojos verdes esmeralda, sus piernas bien definidas bajo sus pantaloncillos cortos de verano, y su hermoso cabello oscuro el cual deseaba acariciar para descubrir si era tan suave como lo imaginaba.Ese hombre la atraía como polilla a la luz, peligrosamente seductor, y salvaje. Se había prometido no dejarse embaucar nuevamente por sus encantos, pero Ares era un hombre experimentado. Un experto en tentarla y dejarla con ganas de probar mucho máss, y ella solo era una joven inexperta, nunca había tenía novio, ni pretendientes. Cómo iba a jugar en su campo cuando no tenía idea de cómo hacerlo, en sus libros las protagonistas nunca tuvieron que afrontar situaciones tan difíciles como las que ella estaba viviendo en esos momentos, las princesas de los libros que leía tenían a su lado a gallardos príncipes, caballeros honorables y amorosos, nin
En la última copa de vino la joven pensó qué, después de todo si podría enfrentar la oscuridad, estaba intentando llegar a su habitación envuelta en las penumbras cuando escuchó un ruido en la puerta de entrada que la dejó paralizada por completo.Miró a todos lados buscando algo que pudiera utilizar para defenderse, agarró una piedra de cuarzo grande que adornaba una de las mesitas del salón de estar, y se metió detrás de uno de los sofás se sentó en silencio sintiendo como todo daba vueltas a su alrededor, y al escuchar el ruido de la puerta abriéndose, su corazón empezó a latir con fuerza. Cuando intento incorporarse para optar una mejor posición de ataque sintió que el suelo se movía; estuvo a punto de soltar la piedra. Cuando pasó el mareo, escuchó con atención y se relajó un poco, pues lo único que percibió fue el sonido del viento y de los relámpagos de la tormenta que se desataba afuera._ Calmate Hanah, no seas paranoica_ se dijo a si misma_ Eso solo la tempestad.Entonces el
Ella abrió los párpados que sentía muy pesados, y se encontró con el rostro de él a unos centímetros de distancia._ No quiero ir a mi habitación_ murmuró_ Quiero quedarme contigo, por favor._ Para que después lo lamentes!_ Ares trato de ponerla de pie, pero Hanah hizo un movimiento brusco y lo hizo perder el equilibrio, por qué que cayeron juntos en la cama._ Por favor, Ares_ suplicó la joven y colocó sus manos en el pecho desnudo del hombre que solo tenía una toalla envuelta en la cintura_ No me gusta la oscuridad, no quiero estar sola_ se acercó más a él mientras hablaba. Ares se tensó y dejó escapar un gemido._ No sabes lo que pides Hanah_ dijo él mientras sus ojos brillaban en la oscuridad como dos gemas preciosas.Sin poder evitarlo, él deslizó una mano hasta el cabello sedoso de la joven y con la otra oprimío la espalda, atrayéndola más.Hanah lo miró con la vista nublada, sentía las extremidades relajadas. La piel de Ares olía a fresco después del baño, la joven deslizó un
Hanah despertó temprano a la mañana siguiente, un débil rayo de sol se filtró por la ventana e iluminó su rostro. Se estiró adormilada y descubrió que estaba en vuelta en las sabanas de seda azul de la habitación de Ares, entonces recordó con claridad su terrible comportamiento de la noche anterior. Miró hacia el otro extremo de la habitación donde se encontraba el sofá vacío, Ares al parecer se había levantado hace ya buen rato.Hanah sintió dolor en el corazón. Cómo podía enfrentarlo después de lo sucedido? Él pudo haberle hecho el amor, sin embargo se detuvo antes de que las cosas llegarán demasiado lejos. Por qué?. La joven frunció el ceño.Nunca había tenido novio, no sabía nada al respecto. Pero estaba segura que Ares la deseaba, más sin embargo no la tomó anoche. Él tenía algo especial, una especie de poder sobre ella que hacía que se le acelerará el pulso. Que tenía él que el solo hecho de ver su rostro, y tenerlo cerca, le robaba el aliento."Lo Odiaba", dijo una vocecita int
Hanah no podía quedarse sola en la casa todo el día, hacia un buen tiempo así que decidió ir a la playa, quizás el aire fresco, y el hermoso paisaje la ayudarían a mermar un poco el dolor que sentía, se puso un bañador negro de dos piezas, un vestido de algodón turquesa, unas sandalia de tiras, pues aunque solo eran las ocho de la mañana, ya hacía bastante calor, tomó algunas frutas, unas botellas de agua y salió de la casa. No deseaba volver a ver a Ares hasta meditar bien lo que le iba a decir.Para empezar la noche anterior había resultado un completo desastre. Y la conversación y el beso que compartieron en horas tempranas fue la cereza del pastel. Rezaba para encontrar una solución a su dilema pronto, y sobre todo, para que no llegara a descubrir que estaba enamorada de él.Desde que conoció a Ares nunca la había tomado en cuenta realmente, la veía únicamente como un estorbó en su perfecta vida, como hubiera querido ella que por un instante él se despojara de su armadura, y se mo