Al llegar al estudio, Cooper simplemente bajo y se adentró al edificio sin esperar a que su manager Lina se estacionara y tomara sus cosas, siempre le había dicho que era muy “lenta” pero que no la despedía porque era la única que no se le trataba sumisamente.
Aún cuando se quedó sola Lina aún tenía presente la charla con su artista, ¿en verdad escucho bien o solo fue una alucinación? Cooper nunca le había pedido o preguntado para que le llevara algún lado siempre eran órdenes y más órdenes.
…
Después de tres largas horas entre quejas, reclamos y gritos de Cooper la sesión termino, el chico había ido al baño y se tardó como 30 minutos antes de salir, algo que le sorprendió aún más a Lina ya que Cooper jamás se tardaba más de 5 minutos en cualquier baño, decía que estos estaban llenos de bacterias y gérmenes, que eran sucios y no podía gastar su preciado oxígeno en un lugar así.
“Vamos”
Con ese cortante monosílabo Lina se rescupero de su sorpresa inicial, bajo con el contrario y se dirigieron al suyo juntos. Una vez solos Cooper le había dado la dirección en un papel.
Lina le miró extrañada y tomó el papel el cual comenzó a desenvolver pero esa situación le parecía absurda.
¿Acaso va a un burdel que siente tanta vergüenza de decirlo en voz alta?
Pensó la contraria pero al leer la dirección le miró de reojo no con preocupación pero si un poco curiosa.
“¿Te sientes mal?”
“Metete en tus asuntos, conduce” Gruño el chico mirando con cierto enojo a su manager.
Lina no se atrevió a preguntar más, sabía que si seguía abriendo su boca y preguntándose a qué iba el menor solo recibiría un mal trato así que simplemente cayó.
Durante unos quince minutos condujo hasta el hospital Monic Gil en el cual se adentró para ir al estacionamiento, por supuesto lo esperaría, quería saber que estaba pasando con el chico aunque no estaba del todo segura si él le contaría sus problemas.
• • • • ❁ • • • •
Lina estacionó el auto y esperaba a Cooper pero después de 30 minutos comenzó a preocuparle que no saliera.
Después del análisis de sangre que le realizaron el doctor le mostró el papel con los mismos resultado, le confirmaron el mismo diagnóstico y el mismo tratamiento que en el hospital Engel Central, estaba furioso con la vida pero más que nada se sentía así hacia si mismo al estarse muriendo de esa patética manera a los 17 años.
Se encerró en el baño después de que le hicieran más estudios y se quedó ahí hasta que después de una hora y media que había pasado su manager decidió llamarlo e interrumpir su tranquila paz o más bien su hora de llorar.
Cooper no respondió solo salió de su pequeño escondite, se lavó la cara y se retocó el maquillaje, después de salir del hospital camino hasta donde estaba estacionada su manager, entró a la camioneta para recostarse en el asiento trasero.
“¿Y bien?”
“Tengo una diarrea infecciosa ¿contenta? Lina en serio deberías meterte en tus asuntos, no quiero que todo el mundo se entere de lo que hace mi cuerpo”
Se había colocado un antifaz para “dormir” un rato pero más bien era para cubrir sus ojos rojos además de evitar que si derramaba alguna lágrima éstas no bajaran por su rostro. Su voz sonaba extraña y ligeramente ronca pero aún así Lina decidió ignorarlo.
El trayecto a la firma de autógrafos fue muy silenciosa, Lina podría ser distraída pero no estúpida, el rostro que tenía el menor y su palidez como si hubiese visto un fantasma solo podía significar que recibió una mala noticia; se le notaba en todo el rostro. ¿Porque no quería decirle su verdadero diagnóstico? Quería saberlo pero tampoco lo presionaría porque en realidad no le importaba realmente, si estaba padeciendo de algo seguro era una enfermedad de transmisión sexual y sin duda se lo había ganado a pulso.
…
Por fin el trabajo había terminado y Cooper pudo volver a casa, necesitaba hablar con sus padre y hermanos sobre su enfermedad.
Había llegado temprano por primera vez en mucho tiempo pero cuando entró sus padres ya lo esperaban en la sala con una cara en verdad de pocos amigos.
“Hola, ¿qué pasa?”
“Siéntate Cooper tenemos que hablar” su madre se escuchaba tétrica.
Esas palabras habían dejando un mal sabor de boca en Cooper quien algo temeroso se acercó para sentarse en el sofá frente a sus padres.
“No me asusten, ¿se murió alguien o que?”
“Recibimos una llamada interesante del señor Baker” comenzó a contar su padre mientras su madre los veía en silencio.
“¿El marqués?” Preguntó un poco dudoso el menor.
“Precisamente” afirmó su madre sacando un sobre de su bolso vaciando su contenido y colocando un bunche de papeles frente a Cooper.
“¿Y esto?”
“Cariño, el señor Baker nos ha pedido tu mano en matrimonio, y hemos aceptado, este es tu contrato prenupcial, fírmalo”
La voz de su madre había cambiado a una alegre mientras le extendía los papeles, con esas solas palabras los ojos de Cooper se abrieron con sorpresa ¿había escuchado bien?
“¿Que dicen? ¿Casarme? ¿Con ese fenómeno? ¿El marqués Baker que podría ser mi abuelo?”El terror en el rostro de Cooper era palpable al ver a su padre asentir.
¿Estaban hablando en serio? Ese dolor en su pecho que sintió antes volvió a presentarse ¿porque le estaban haciendo eso?
“No seas exagerado, esos son solo rumores” reclamó su madre restándole importancia a los rumores.
Ver la crueldad en sus padres al aceptar casarlo con alguien del que se decía le triplicaba la edad, tenía fetiches extraños y había desaparecido a varios jóvenes era algo que pudo esperar de cualquiera menos de ellos.
“Por favor … no me obliguen” suplico Cooper con un leve temblor en la voz.
“¿Quien te está obligando? Eres menor de edad y nosotros decidimos lo que es mejor para ti”
El rostro de la madre de Cooper pasó de tener una sonrisa a una expresión de molestia.
“¡JAMÁS! Nunca me casaré con ese anciano desfigurado”
El grito del chico de cabello rubio y ojos violeta se escuchó a tres cuadras de su casa. Elena y Asher Somerset observaban a su hijo menor Cooper Somerset el cantante más famoso de la ciudad conocido como el Ángel Cooper pero para ellos era solo un niño mimado que en esos momentos estaba haciendo un berrinche por el arreglo de su matrimonio que los salvaría de la ruina.
“No está a discusión Cooper, te casarás con el señor Baker en un mes” Respondió su madre Elena con un tono frío.
“Pero… pero ese hombre tiene 55 años y está quemado y en silla de ruedas, escuche que tiene un fetiche raro con los jóvenes y una vez que entran a su casa nunca más se les ve, no quiero casarme con alguien así” Cooper infló sus mejillas con el coraje reprimido.
Quería tratar de hacerlos entrar en razón a sus padres con uno de sus típicos “berrinches” ya que siempre le habían funcionado antes pero lo qué pasó después lo dejó helado.
Harta de las quejas del menor Elena se levantó del sofá donde estaba sentada y le propinó una fuerte bofetada al menor, sin esperar a que Cooper saliera de su shock le sujeto del cuello de su camisa y lo acercó a su rostro, la expresión de su madre era intimidante y estaba deformada por la ira.
“Escúchame bien niño berrinchudo de m****a te hemos consentido demasiado, tenías la libertad de hacer lo que quisieras y te solapamos todos tus caprichos a cambio de que nos dieras el dinero por tu éxito ¿y cómo nos pagaste?”
El menor estaba en shock veía a su madre con esa expresión de sorpresa en su rostro, sentía el ardor en su rostro y las ganas inmensas de llorar. Un vacío se instaló en su pecho con la sensación de ser abandonado.
“Tu manager nos llamó, ¿cuando ibas a decirnos que la agencia va terminar tu contrato?” Asher quien hasta ese momento se dedicó a beber de su taza de café levantó el rostro para ver a su hijo con una expresión seria y fría mientras le decía aquello.
“Si no lo hubieras estropeado no tendríamos porque vernos en esta situación” reafirmo Elena con una sonrisa de sorna.
Cooper se quedó quieto, su madre nunca le había puesto una mano encima antes y su padre nunca le había hablado con tanta frialdad pero ahora ¿hacían todo eso solo por qué lo habían despedido? ¿Tanto por que ya no podían gastar su dinero en sus lujos?
El menor sintió un escalofrío recorriéndole la espalda, se quedó mudo solo manteniendo su cabeza agachada mirando las pequeñas gotas de sangre que escurrían de su nariz y caían en la mesa de centro.
“Cooper, perderemos la casa… todo sino te casas con el marqués” la voz de Asher sonaba tranquila pero también preocupada.
“El señor Baker está dispuesto a pagar toda nuestra deuda así que sirve de algo y solo cásate con él”
Elena por fin soltó las prendas de su hijo y lo empujó para que volviera a sentarse en el sillón. Cooper cayó de senton al sofá y apretó sus manos con fuerza, de nuevo podía sentir como sus padres solo lo estaban utilizando.
Mordió sus labios hasta hacerlos sangrar un poco y aunque quería gritarles qué simplemente no lo haría y salir huyendo de ahí sabía que no tenía opción. Con resignación y un enorme nudo en la garganta al final relajo sus manos y aceptó el trato.
Firmó los papeles del contrato matrimonial sin siquiera leerlos ¿que caso tenía? Probablemente no estaría vivo el siguiente mes. Se casaría con el marqués Richard Baker, un hombre de negocios con mucho poder aunque es alguien misterioso, nadie sabe cómo luce exactamente todos saben que tiene quemaduras graves cuando su hogar se incendió misteriosamente pero de ahí a su apariencia física no muchos podrían describirlo.
Continuará
Firmó los papeles del contrato matrimonial sin siquiera leerlos ¿que caso tenía? Probablemente no estaría vivo el siguiente mes. Se casaría con el marqués Richard Baker, un hombre de negocios con mucho poder aunque es alguien misterioso, nadie sabe cómo luce exactamente todos saben que tiene quemaduras graves cuando su hogar se incendió misteriosamente pero de ahí a su apariencia física no muchos podrían describirlo. • • • ❁ • • • • Cooper se encerró en su habitación esa noche, por primera vez en años lloro amargamente en su casa sin importarle si sus padres le escuchaban o no, había aceptado atarse a una persona por conveniencia de sus padres pero en realidad no tenía ni voz ni voto en esa situación, aún era menor de edad y faltaba todo un año para cumplir la mayoría de edad. Quería escapar de todo y olvidarse de su vida por un momento, suficiente tenía con enterarse de la m*****a enfermedad qu
La casa Somerset La familia Somerset consistía en los padres de Cooper, Elena y Asher Somerset y sus tres hermanos mayores, James, John y Juliet Somerset quienes a pesar de tener los mismos padres no se parecían en nada, mientras Cooper tenía ese hermoso cabello dorado cual oro así como unos hermosos y brillantes ojos violeta, los hijos mayores tenían el cabello y ojos negros como su madre. Asher tenía el mismo color de ojos pero tenía cabello castaño por eso siempre en los medios se decía que Cooper era el hijo ilegítimo de Asher Somerset, cuando Cooper nació sus hermanos lo odiaban por ser el “favorito” de sus padres ya que lo presumían como lo mejor de sus hijos pero cuando Cooper inició en la farándula como modelo infantil todos recibieron parte de la ganancia del menor menos Cooper la persona que trabajó por dicho dinero, los chicos entendieron por que lo presumían tanto y porque le daban más “atención” era su forma de ganarse su cariño para que hiciera todo lo que sus padres qu
Toda la familia Somerset estaba en la recepción del salón tratando de comunicarse con su hijo con la esperanza de que atendiera sus llamadas y pudieran rastrearlo. “¿Te respondió?” Le grito Elena a su hijo mayor James quien seguía intentando llamarlo. “No” respondió seco sin siquiera mirar a su madre. “¿Dónde diablos está Cooper?” Chillo Elena con la sangre hasta la cabeza del coraje. La madre de Cooper estaba perdiendo la cordura, estaba a punto de empezar a lanzar cosas si ese lugar fuera su casa. “Cariño si yo supiera ¿crees que estaría llamando a todos mis contactos para saber dónde está?” Respondió Asher dando aviso a varios amigos por si alguno había visto al chico o tenía información sobre su paradero. Elena gritó con desesperación al saber que su “hijo” no había dormido en casa una semana entera y no sabían dónde demonios encontrarlo. “Tendremos que cancelar el evento…” mencionó Juliet aumentando el fuego a la leña. “Esto es tu culpa por darle tantas libertades, Asher”
Dejaron la habitación en silencio, mientras sus padres hacían los pagos necesarios Juliet y James se fueron a sentar a la sala de estar preguntándose si su hermano volvería a despertar. Una hora después John se había quedado en la habitación mirando al menor de pie frente a la cama, no sabía cuánto tiempo se quedó así solo sabía que en esos momentos se sentía la peor escoria del mundo, una basura total, la culpa de todo lo que había hecho lo comenzó a invadir, él de pequeño siempre fue el que se metía en problemas y para librarse del castigo solía hecharle la culpa a Cooper pero en vez de defenderse el siempre lo cubrió y se disculpaba en su lugar.Nunca se quejo por las veces que le pegaba o encuciaba su ropa, siempre aguantaba todas sus travesuras e incluso de grande siempre le ayudaba a resolver sus problemas con algunos chicos. Cooper era un Omega así que era normal que el se enredara con hombres pero el sien
“¿En un hospital? ¿Que hospital?” ... Unos días atrás Después de que Richard les diera una pequeña advertencia dejó que Lewis le llevara a la camioneta para poder salir por atrás del salón sin ser vistos por todas las cámaras de la prensa.Frustrado se quitó los anteojos y los aventó al asiento trasero, el alfa estaba cansado de haberse prestado para ese teatro y la sangre le hervía por el coraje al haber sido plantado en su boda.“Seguramente huyó porque creyó en los rumores jefe” Lewis trató de calmarlo pero ese comentario solo aumentó su furia.Nadie nunca lo había rechazado ni quisiera cuando iniciaron aquellos rumores de que era un viejo con fetiches raros, aun a pesar de esos exagerados rumores no había dejado de recibir algunos mensajes en su email de chicos que buscaban un “sugar daddy” pero Cooper no solo había creído en los
Elena le detuvo, no quería atosigarlo de información en ese momento, quería ir dándole esos pequeños detalles poco a poco para poder controlarlo y hacer que hiciera lo que ella quería. • • • • ❁ • • • • Durante toda esa semana Richard trabajó como burro hasta quedarse sin trabajo pendiente, quería sacarse de la cabeza a Cooper, porque en verdad no entendía ¿como alguien tan “materialista” como el huiría a la posibilidad de vivir en las comodidades de una vida adinerada con un marqués?Por momentos sintió que quizá lo había malinterpretado y quizá Cooper no eran tan “malo” como los rumores decían y cómo la información que recabaron para el resaltaba. No conocía su vida a puerta cerrada en casa de sus padres pero por fuera precian una gran familia normal y feliz aunque le quedó bastante claro que no sabían nada de hijo cuando se pasaron tres días buscando en diferentes lugares que ni siquiera le gus
“Se a lo que estás jugando Cooper y no funcionará conmigo” Richard se decía a si mismo riendo en la penumbra de su oficina como un loco, pues imaginaba cosas que no eran verdad. • • • • ❁ • • • • Una semana antes Arthur se mantuvo siguiendo a los padres de Cooper, cuando salieron apurados de la capital no dudó en seguirlos hasta la clínica donde encontraron al chico, aunque los perdió de vista por un tiempo ya que tuvo que esperar a que se fueran primero para poder seguirlos. En aquella clinica trató de acceder a la información del diagnóstico acerca de Cooper pero no le habían querido proporcionar nada por no ser un familiar. De vuelta en la capital vio a los padres de Cooper ir y venir del hospital durante días sin saber si era verdad que habían encontrado o no a Cooper pero en cuanto lo vio salir del hospital condujo con prisa a la oficina de Richard la cual estaba en el centro de la ciudad,
Unos días antes Después de que Richard recibiera la llamada de Elena cuando encontraron a Cooper en aquella clínica, escuchó y accedió a la petición de Elena de darle prácticamente una semana para volver a realizar la boda, Richard de inmediato se ofreció a pagar todos los gastos en aquella ocasión ya que sabía muy bien que los Somerset ya no tenían más dinero para gastar en un evento de esa magnitud.Elena obviamente acepto de inmediato, no iba a perder una oportunidad de oro como esa, ademas de estar desesperada por complacer al marqués Baker ambas partes querían llevar a cabo esa boda lo más rápido posible; al finalizar la llamada Richard llamó a su mano derecha Lewis para que entrara en su oficina.“¿Necesita algo maestro?”“Lewis, contacta a la mejor organizadora de bodas para mañana” menciono Richard en un tono serio y tranquiloAquellas palabras alertaron un poco a Lewis, quien no entendía porque seguía