Capítulo 4
Derien: Trate de seguir a mi luna, tenía mis dudas sobre qué lugar era este, en apariencia era una simple hacienda, pero en realidad era un triángulo entre tres fronteras y eso solo podía ser posible si había magia de por medio. ¡Pero no cualquier magia, una poderosa y antigua! Con ojos inquisitivos observé a la gente de este lugar, nadie aquí era lobo, achique los ojos desconfiados, mientras mi lobo se puso alerta. ¿cómo era eso posible? yo rescate alrededor de cien omegas, se supone que deberían estar aquí < < Prius > > llamo a mi lobo y sé que se encuentra igual de inquieto que yo, la gente nos mira pasar con la misma desconfianza con la que nosotros avanzamos < < ¿También lo sientes? > > mi lobo asiente con las orejas levantadas y en total alerta, suelta gruñidos bajos mientras la gente comienza a juntarse por las ¿calles? < < Esto, ¿acaso es un aquelarre? > > mi lobo presta más atención al lugar, a la gente < < Lo es > > no puede ser la misma gente, niego confundido, repaso los rostros incrédulo, y encuentro muchos rostros conocidos, tienen aura de magia, Prius gruñe molesto apunto de tomar el control, en la superficie rayando en lo psicópata por proteger su tesoro más preciado, su hembra. < < Cálmate, lobo idiota > > le exijo haciéndolo retroceder, apenas , es un macho demasiado dominante y lo suficientemente poderoso como para salir a la superficie por su propia cuenta, si siquiera podría proyectarse fuera de mi cuerpo sin necesidad de fusionar su cuerpo al mío. Los sentimientos que está desarrollando por esta hembra son tan intensos, como para hacerlo perder el control de sí mismo. Lo menos conveniente ahora es salir de control y ser atacados, no sabemos las intenciones que tienen y debemos descubrirlas, lucen demasiado apegados a mi luna y no podemos atacarlos sin fundamentos o podríamos lamentarlo << Prius, para ya la pendejada, si los lastimas Marena va rechazarnos >> gruñe insatisfecho, retrayendo las filosas garras que comenzaban a salir << Si la lastiman los voy a hacer pedazos a todos >> declara posesivo << Y yo te ayudaría, pero no es el caso, si quisieran lastimarla ya lo habrían hecho, esperemos la llegada de Sigrid antes de actuar de manera impulsiva>> El lobo asintió sin estar convencido, hasta que el delicioso aroma femenino de mi hembra nos llamó como la abeja a la miel. Era un olor intenso a cerezas mezclado con deseo, ¿un llamado de apareamiento? ¿cómo era posible sin lobo? El vínculo que nos une está descontrolando a mi hembra y ese dulce aroma que ahora mismo nos está poniendo cachondos, todos pueden percibirlo. << si alguien se acerca a mi hembra le arrancó la cabeza >> mi posesivo lobo gruñe amenazante avanzo por las calles poseído por el aroma, internándome en el bosque, el sonido del agua cayendo se hace cada vez más fuerte hasta que logro verla arrojarse al agua completamente desnuda. ese segundo de claridad entre su silueta desnuda y el contraste de la naturaleza se graban a fuego en mi memoria, da un clavado perfecto y se hunde en el agua. me acerco sigiloso hasta que llegó a la orilla de la cascada, miro como nada en el fondo y mi mirada recorre su sombra haciendo preciosas figuras debajo del agua. mi lobo me impulsa y termino saltando al agua, emerjo justo a tiempo para verla salir jadeando por la falta de aire, intento hacer movimientos lentos para evitar asustarla no me nota y mi cuerpo vibra con su cercanía, mi lobo embriagado por el intenso aroma de su hembra toma el control de mi cuerpo dejándome en semi inconsciencia. logro sentir lo que está pasando con la misma intensidad que mi lobo porque finalmente somos uno mismo, pero es Prius quien tiene el control de la situación. mis brazos rodean a la pequeña mujer con suavidad, estás enormes manos que pican por sentirla se aprietan contra sus delirantes caderas, haciendo un tortuoso camino lento y delicioso, su piel se eriza cuando mis ansiosas manos llegan a esas hermosas montañas, son tal y como las imaginé, suaves. Me relamo los labios disfrutando el contacto de su piel suave contra mis manos, enseguida su cuerpo vibra con mi contacto, dejándose llevar por ese vínculo tan fuerte que nos une, mi lobo ronronea repasando la punta de la nariz por el largo de su cuello, repartiendo besos. su cabeza cae recostada sobre mi pecho, rendida ante el llamado del vínculo que nos une, lo que pone aún más deseoso a Prius, mi mano derecha baja con lentitud por el valle de sus senos, las yemas de mis dedos avanzando en línea recta por su abdomen, hasta su vientre bajo, jadea y la presionó más contra mi pecho, hasta que mis dedos rosan cerca de su intimidad causándole un espasmo, rompiendo la magia. su cuerpo se pone rígido y en contra de mi voluntad aflojó el agarre sobre su cuerpo se separa de mi con urgencia, puedo escuchar su corazón acelerado y como si se negara a creer lo que sucede voltea hacia mi con lentitud, dejando a la vista sus sonrojadas mejillas y sus excitados pezones sonrió para mis adentros, es la mujer más hermosa que haya visto en mi vida, se cubre avergonzada con sus pequeñas manitas y se pone aún más roja de ser posible < < Es perfecta, y es mía > > se apresura a salir y puedo percibir un mar de sentimientos confusos, está entrando en pánico y mi instinto me grita que la enrede entre mis brazos. Quisiera entenderla, y si quiero conquistarla lo peor que puedo hacer es imponerme o acorralarla, de cualquier manera, ella es mía y no podrá negarlo para toda la vida. La veo batallar para vestirse mientras la observo detallando los lunares de su espalda, murmura algo sobre sus bragas y por instinto volteo al piso encontrándolas. Una hermosa braguita de encaje negro que tiene su aroma impregnado, como un puto pervertido me agachó rápidamente y las oculto en el bolsillo de mi pantalón. cuando al fin logra vestirse aprisa y sin mirarme me acerco sigiloso tomándola del brazo, da un pequeño respingo y voltea a mirarme fijamente con sus ojitos turbios por las lágrimas que se esmera en contener. -Por favor, no se lo digas a Derien, - suplica con voz rasposa y rota Le habla a prius pensando que no soy consciente, es como si haya asumido que no me doy cuenta de las acciones de mi lobo. Inclino la cabeza, analizándola, su cambio repentino y está sensación de ansiedad que proviene de ella no me gusta EN LO ABSOLUTO. -Alfa Derien odia los Latentes, - me suelta mirándome con intensidad y un destello de dolor cruza por sus bonitos zafiros, porque, aunque no entienda la razón, hay sentimientos profundos e intensos que nos unen. - no quisiera que pensara que lo intento seducir, - sus preciosos ojos zafiro están inundados de lágrimas y está llena de preocupación, asiento sin quitarle la vista de encima, sintiendo el peso del dolor que le causa la sola idea de sentirse rechazada por mi cuando no es asi. realmente tengo mucho trabajo por hacer si quiero conquistarla, sus propias inseguridades y los rumores por mi descontento con los latentes me están jugando en contra con ella. Sale corriendo dejándome atrás, meso mi cabello con frustración. He pasado una semana de perros, mientras yo me muero por tener a mi luna cerca de mí y acurrucarla contra mi pecho, ella me esquiva como si su vida dependiera de ello. Hoy tuve que pedirle que me explicará la contabilidad de la empresa para poder pasar tiempo a su lado, el pobre Prius está insoportable por la distancia con su hembra, y para ser sincero yo también. Me la paso gruñendo por lo bajo como perro, sacando paciencia de donde ya no la tengo, porque la necesidad de ella me esta golpeando recio, estoy a nada de saltarle encima a la odiosa, subirle ese corto vestido azul que se coloco y zurrarle el culo a nalgadas hasta que deje la pendejada. El sonido de la puerta me hace volver la atención a la realidad. -Alfa, - Líon me habla dudoso por el humor de perros que me cargó -Dime, - hablo apenas alzando el rostro del informe que me envió Marena por correo para evitar venir a mi oficina. ¡Maldita odiosa! y aun así, muero por ver los bonitos zafiros que adornan su rostro pecoso. -Sigrid llegó, - alzó el rostro por completo con una enorme sonrisa en el rostro - ¿Dónde está?, - pregunto justo a tiempo para ver a la hermosa mujer entrar a mi despacho -Derien, - canturrea avanzando a mi sitio, la abrazo efusivamente la conozco desde la infancia y es como una hermana para mí, se abalanza a mis brazos justo en el momento que escucho la dulce voz de mi luna. ¡Por las chanclitas del niño Jesús ¡ -Alfa Derien, le envié el informe mensual de contabili…, - las palabras mueren en su boca veo su cuerpo ponerse rígido y algo en su mirada se ensombrece, suelto a la hechicera con rapidez solo para ver crecer aún más los muros que me separan de mi hembra, Prius chilla sintiendo la enorme brecha hacerse cada vez más grande -N...no sabía que tenía visitas, vuelvo más tarde ,- tuerce los labios y hace el amago de irse -Tu debes de ser la famosa princesa Marena Black, - habla Sigrid con soltura interrumpiendo la huida mar se detiene y voltea lentamente, con una sonrisa que no ilumina sus ojos, la hechicera extiende su mano en dirección a mi mujer. -Soy Sigrid Praxola, el rey Alexander me envió a darle atención médica a los omegas rescatados, - le explica bajo la atenta mirada de mar -ohh es usted, - su tono de voz porta cierta decepción que intenta disimular -Bienvenida, creí que llegaría directamente a la hacienda, - carraspea enmascarado en segundos su hostilidad hacia la hechicera - Originalmente ese era el plan, pero mi compañero tenía algunas diligencias que hacer en la ciudad humana y decidí pasar a saludar a Derien y Líon mientras tanto, - puntualiza la peli blanca los carnosos labios de mi luna hacen una ligera mueca en forma de “o“ antes de abrir sus ojos con exageración. -Espera, - habla con urgencia espantando a Sigrid - ¿has dicho que tú apellido es Praxola?, - la repasa con la mirada de pies a cabeza -Si, - Sigrid contesta con recelo hace mucho tiempo la familia Praxola fue poderosa hasta que la líder del clan desapareció sin dejar rastro, lo que marco la caída del reino de magia blanca. desde entonces los brujos poderosos de magia blanca han permanecido en las sombras, a la espera de que aparezca la poderosa sacerdotisa -No es posible, - jadea murmurando -Yura dijo que solo quedó ella con vida tras el ataque al reino de magia blanca, - todos nos quedamos en shock Yura Praxola es una poderosa sacerdotisa y la hemos buscado por veinte años. -Yura?, Sigrid se pone ansiosa y en una zancada está frente a frente con Marena que la mira con ojos explayados - ¿De dónde conoces a mi hermana?, - zangolotea su frágil brazo sacándole un chillido -Sigrid, - le doy una advertencia baja y peligrosa mientras intento controlar a mi lobo Pero la hechicera no parece escucharme porque le clava las uñas en la piel, el aroma metálico a pesar de ser tenue llega a mis fosas nasales en tanto veo su gesto de dolor mientras la mira consternada y adolorida a partes iguales -Dije que era suficiente, - está vez es Prius quien extiende su dominación por todo el lugar volviendo el ambiente pesado Al formar parte de mí reino y haber jurado lealtad, la pesada aura de mi lobo también afecta a la hechicera que retrocede a pesar de luchar contra sus propios deseos. Me acerco a Marena quien sostiene su brazo sin entender nada, me eh obligado a guardar distancia respetándola, pero el instinto de pareja me obliga a asegurarme que se encuentre bien, aunque solo sean rasguños, el magnetismo es tan fuerte que saberla lastimada de cualquier manera, me vuelve primitivo. - ¿Te encuentras bien?, - sostengo su manita entre las mías pasando la yema de mis dedos por los surcos que han quedado en su piel, mientras mi lobo la examina de manera obsesiva sus ojitos confusos me miran un instante y asiente -Lo siento mucho majestad, no quería lastimarla o incomodarla, es solo que, tenemos años buscando a mi hermana y me deje llevar, - se disculpa y se mira ansiosa mi lobo gruñe por lo bajo en advertencia, le vuelve a lastimar un solo cabello y no volveremos a ser benevolentes ……. Pasada la primera impresión nos pusimos en camino a la hacienda de Marena, Sigrid abrió mucho los ojos al darse cuenta de la magia que danzaba en el lugar. Y entonces un espectáculo que no habíamos visto antes se formó en el aire, a lo lejos sobre el cielo las auroras boreales danzaban, entre colores verdes vivos sobre un cielo tan negro solo adornados por un manto de brillantes estrellas que destellaban con la luz de las auroras conforme nos acercábamos chisporroteaban con mayor intensidad hasta que Marena bajo del auto y las luces serpenteantes comenzaron a seguirla, rodearla, iluminarla. De entre la oscuridad el relinche de un caballo hizo eco seguido de los cascos contra el piso hasta que un enorme semental negro se divisó. en apariencia era un precioso frison, su pelaje completamente negro, su crin y cola largas y sueltas, el plumaje en las patas, su porte alto y su paso ágil pero en nuestro mundo era un Pegaso, no tuve dudas cuando vi en sus costados las alas retraídas. -No hagan movimientos bruscos, – les hable con cautela intentando ponerlos a todos detrás de mi imponente figura para protegerlos Los pegasos suelen ser salvajes y si tienes la mala suerte de encontrarte con alguno es mejor no interponerte en su camino, mientras cubría a todos pensaba en la mejor manera de ponerlos a salvo, el animal continúo avanzando relinchando furiosamente hasta que estuvo frente a mí. Tenia mi misma altura, alzo el hocicó y por sobre mi hombro clavo la mirada en mi hembra, quien se agito al verlo, el imponente animal avanzo hasta mi hembra y restregó el hocico en su pecho. -NIEBLA, - sonrió ampliamente ! un Pegaso!! un puto Pegaso! ¿no estaban extintos? son animales preciosos que valían una fortuna en el mercado negro, se usaban para encantamientos con magia oscura, razón por la cual se volvieron extremadamente salvajes, atrapar a uno de estos era muy difícil aún con cazadores experimentados. y me estás diciendo que tremenda bestia salvaje está restregándose cuál gatito contra una hembra sin lobo de un metro con cincuenta pequeñita y frágil. A mí lado Sigrid la mira con los ojos muy abiertos e inundados en lágrimas. -Es ella Derien, es la sacerdotisa de magia blanca por la que esperamos 20 años, - solloza - ¿qué ocurrió con mi hermana?, - la miro - ¿Está segura? es decir ella es una híbrida Latente, - le recuerdo la razón principal por la que la hice venir en primer lugar -No es una latente Derien, tiene un poderoso sello bloqueando su magia, - la mira soltando un suspiro cansado - ¿qué hay de su loba?, - suelto la pregunta que le causa saltitos de felicidad a mi lobo -Hay poca información sobre los híbridos, pero todos tienen una característica en común, sus espíritus tienen que estar en armonía para poder funcionar - ¿Sello?, - la intriga me hace detallar a mi hembra que sonríe ampliamente recargando su carita sobre el hocicó del Pegaso al que ha llamado Niebla -Solo conozco a una persona capaz de crear un sello tan poderoso como para evitar que dos espíritus poderosos salgan, - veo su rostro ponerse rígido - ¿Yura? ¿porque Yura bloquearía a una híbrida?,- Marena parece apreciar a la sacerdotisa -Sigrid, dime una cosa, ¿no se supone que está clase de sellos requieren de tanta magia como para acabar con el poder de cualquiera que lo intente? - la hechicera frunce el entrecejo pensando con seriedad en mis palabras - ¿porque mi hermana sacrificaría su magia por una híbrida?, - tuerce los labios observando con genuina curiosidad a la mujer de bonita sonrisa y ojos zafiro hasta que somos interrumpidos por un enorme grupo de personas de las que realmente creí eran omegas de lobo Todos levitan y se desviven por la pequeña mujer, y entonces lo veo -son hechiceros de magia blanca, la última generación del clan Praxola,- Sigrid reconoce las runas antiguas tatuadas con magia en su piel -algunos son bastante poderosos, - recorre su vista por el lugar repasando las runas antiguas - ¿porque no se liberaron entonces? -Porque les hacía falta su fuente de poder, todos dependemos de la sacerdotisa y la perdimos hace 20 años -y tal parece que la diosa nos ha mandado una muy especial, tenemos que encontrar a mi hermana para saber cómo romper el sello que limita su poder - si la diosa nos envió a esta mujer como sacerdotisa y su poder está sellado por toda la magia de mi hermana, significa que la guerra que se aproxima será a muerte.Marena: -Es... ¿un Pegaso?, - escucho la voz preocupada del beta mientras alfa Derien intenta ocultarnos detrás suyo. -Tranquilos, es mío, - acaricio su espesa cabellera y el animal se restriega contra mi mano. -Lo encontré lastimado en el rio días después de comprar la hacienda, - no entiendo la cara de póker que tienen todos. -Majestad, - escucho que me llaman varias veces. Hace mucho tiempo no me llaman así y creí que se referían a Alfa Derien, hasta que recordé que la hechicera confianzuda lo llama por su nombre, algo dentro de mí se revuelve y me molesta. Tengo cierta punzada en el pecho que intento ignorar, no entiendo porque me molesta. No debería permitirme sentir absolutamente nada por un hombre para el que jamás seré suficiente. Pero no puedo evitarlo, cada vez que lo tengo cerca mis ojos se desvían hacia el sin siquiera pensarlo, desde ese maldito día en el rio no paro de pensar en él, extraño lo que me hizo sentir su toque en mi piel, lo eh evitado como la roña,
Derien: Se con certeza ahora que lo eh visto, que detrás de mi hermosa hembra hay un gran poder, el problema es que ha sido bloqueado y el poder es tanto que de no aprender a manejarlo podría lastimarla incluso a ella siendo la receptora. Esto podría adjudicarse también a la falta de su espíritu de magia blanca y a su loba, ambas son importantes y no están. Miro el rostro sereno de mi luna mientras duerme tranquilamente enredada entre mis sábanas, me parece increíble que hace apenas unas horas nos detuvo el corazón a todos en ese enfrentamiento con el Urutaú. Según me explico Sigrid, cuando su magia se filtra le causa alucinaciones por lo que no es consciente de lo que pasa a su alrededor. Cuando el pajarraco de magia oscura atacó, como si fuera una coreografía bien ensayada todos los hechiceros rodearon a mi mujer en formación circular conmigo a la cabeza. Yo tengo claro que mi instinto de pareja me lleva a protegerla de manera posesiva, todos aquí, incluyéndome dependemos
Marena: Renuevo mi cabeza pesarosa con todo dandome vueltas, batallo para mover mis extremidades siento como si un tren me haya pasado por encima, la sosobra que abasaya mi pecho. Es un sentimiento que no me deja, se ha instalado en mi de manera permanente, un ronroneo me hace tallar mi mejilla contra la almohada suave como pelaje terso que cosquillea mi nariz. Intento moverme pero mi cuerpo se topa con una dura pared de musculos a mi espalda, me cuesta abrir los ojos pero me despierto asustada cuando algo se aprieta alrededor de mi cintura y un quejido ronco me hacen explayar los ojos para encontrarme de frente con la enorme cabeza de un lobo negro media noche. me mira fijamente e intento retroceder pero el agarre en mi cintura se aprieta con posesividad, mientras mi espalda topa con una deliciosa dureza calida, bajo la vista hacia mi cintura y encuentro un par de fuertes brazos con tatuajes tribales rodeando mi cuerpo. -Cinco minutos más,-me habla la voz ronca que conozco b
Derien: "¡Tan tuya como Mía, Pulgoso! " Salgo a grandes zancadas del despacho con el pecho enardecido y a punto de perder el control en contra de mi lobo, y eso sería desastroso. Las palabras del malnacido que pretende meterle mano a mi hembra me retumban en la cabeza. Al salir la veo a ella, con su carita pecosa atestada de preocupación y enseguida la tengo a mi lado con los ojos nublados por las lágrimas. La preocupación que se esmera por reprimir sale a raudales por todo su cuerpo, ella no entiende porque le importa tanto nuestro bienestar, es el vinculo que nos une actuando por ella, inevitablemente por mas que se niegue siempre terminara cediendo ante el instinto porque hay algo tan fuerte como el magneto que nos une. > Prius gruñe exaltado y me tengo que alejar o voy a cometer una locura. -Derien, - Toca mi labio inferior roto, y para lo único que me da mi embotado cerebro es para inclinarme y devorarle esos jug
Marena: Cuando finalmente tuve a Abraxas frente a mi, luego de solo hablar por teléfono con el supe que estaba perdida, cualquier imagen visual que pudiera haber tenido se quedaba a medias en comparación con el hombre que tenía al frente. Sus ojos me recorrieron de pies a cabeza con descaro, casi podría jurar que mi piel hormigueaba por cada lugar que sus ojos miraban. Sus hermosos pozos adornados por largas y rizadas pestañas lograron sonrojarme podría jurar que me veía con Deseo crudo, y por primera vez en mi vida me sentí deseada, sin esa barrera que siempre opacaba cualquier oportunidad que pudiera tener. En ese momento era simplemente Marena Black, la CEO y socia , la mujer , dejando de lado el pretencioso título de princesa que según mi madre no merecía por ser tan insignificante. El simplemente me estaba mirando a mi, por supuesto que sabía que Abraxas Siller era un hombre peligroso, toda mi vida me hablaron de lo perverso que podía ser. -Señorita Black,- su ronca voz
Marena: Quise saltar del escritorio en el instante en el que el rey Alexander entro en mi despacho, pero el agarre en mi cintura se volvió posesivo. Abraxas no me permitió alejarme de su toque ni un milímetro, sentí la pesada energía del rey Alexander al entrar con paso firme y mirada acusatoria. -Marena,- El hablo con la misma voz dura y ruda que me hablaba mi padre cuando se sentía decepcionado de mí, después de que mi madre le recordara cada segundo del día lo inútil que era. Sentía que el corazón se me saldría del pecho en cualquier momento, odiaba sentirme así porque toda mi vida mi madre utilizo la culpa y la decepción como armas psicológicas en mi contra. -El rey oscuro no es bienvenido aquí, - su voz severa me recuerda a mi madre. Llega a mi lado y tira de mi brazo con brusquedad haciéndome trastabillar a sus espaldas, Abraxas aprieta la mandíbula claramente molesto. -No la toques, - apenas alcance a escuchar su voz posesiva porque me atrapó entre sus brazos. -Apenas
Marena Black:"Yo Alfa Ryder Müller de la manada luna de fuego, te rechazo a ti, Marena Black princesa del reino de Asorta"Sentí mi mundo dar vueltas, otra vez, bajo la reprobatoria mirada de mi madre, quien toda mi vida me había detestado por no tener lobo.El rechazo de mi segunda oportunidad de pareja estaba matándome, el dolor en el pecho era infernal, pero me obligue a soportarlo porque ya era humillante ser rechazada por segunda ocasión frente a todo el reino, como para permitirles verme desecha.Era mi cumpleaños número veinte y bajo la insistencia de mi padre por celebrarlo, mi madre accedió, no se me había permitido elegir ni siquiera el sabor del pastel, o la ropa que llevaría puesta.Mi meticulosa y exageradamente controladora madre eligió cada detalle, yo era hija única, mi madre decía que no pasaría por la vergüenza de tener más hijos y resultarán igual de inútiles que yo, *sin lobo*.Las cosas no mejoraron cuando fui rechazada por mi propia pareja o utilizada por algún
Marena: Respiro profundamente antes de tocar la puerta de la curandera, es una hermosa Bruja de magia blanca, su cabello es tan blanco como la nieve y sus mejillas sonrojadas, tiene ojos grandes y expresivos azul eléctrico Solía refugiarme en su cabaña cuando mama tenía sus arrebatos, siempre procurando que papá no se diera cuenta de cuánto me aborrecía Yura es una mujer hermosa y muy dulce, en ocasiones me gustaría que mi madre fuera como ella Tocó la puerta con duda, pues cuando tenía diez años mi madre descubrió que me ocultaba en su cabaña y la mando azotar, sentí tanta culpa que me obligue a olvidar el camino a su cabaña -Hey,- hablo en un hilo de voz, bajo la atenta y curiosa mirada de Yura Praxola -Mar,- sonríe ampliamente envolviendome efusivamente entre sus brazos Siento un extraño cosquilleo que me hace sentir como si perteneciera a esos brazos, correspondo al abrazo acurrucandome en su pecho Luego ella parece darse cuenta de algo y se aleja como si mi tacto