¿Le estará ocultando algo Neyra a Alex? Cuéntenme su opinion.
~Quizás el problema no esté en la tormenta, sino en tu lucha contra ella~–Tengo algo muy importante que decirte, pero no sé ni cómo comenzar.–Qué tal si empiezas por el principio. Sugirió abrazándola.–No puedo. Tengo que hacerte una confesión, pero tengo miedo de que me vayas a juzgar y que tus sentimientos hacia mí cambien.Alexander vio el trabajo que le estaba dando hablar y se imaginó que era algo importante.–¿Me puedes prometer que no te vas a enojar, ni me vas a juzgar, y, sobre todo, que me vas a perdonar?Alexander se rio por un momento, pensando que estaba jugando o bromeando, per al ver que estaba a punto de llorar, dedujo que era algo importante y serio; lo cual no podía tomar tan a la ligera. – ¿Te das cuenta lo que me estás pidiendo? No te puedo prometer algo que no sé si voy a poder cumplir. Por qué mejor no lo piensas bien, en lo mientras déjame ver si encuentro algo en la cocina, aunque sea para hacer café. –dijo él, y salió de la habitación para darle la oportunid
♥ Los Remordimientos ♥ "El recuerdo es el vecino del remordimiento” ~Víctor Hugo~Meses después …Una mañana, mientras Neyra trabajaba en los nuevos diseños de la colección de primavera, vio a sus padrinos entrar a su estudio, al mismo tiempo que entro una llamada en su celular. Los saludó con una gran sonrisa, simultáneamente mientras contestó el celular, y se puso de pie para ir a saludarlos.–¡Arturo qué sorpresa! ¿Cómo estás? –exclamó emocionada por la llamada de su hermano, pero de pronto se volvió a sentar porque sintió que su cuerpo se quedó sin fuerzas, al mismo tiempo que se fue el color de su rostro. En ese momento, al ver las caras de sus padrinos, entendió qué estaban haciendo ahí, y una exclamación de dolor surgió de lo más profundo de su ser.–No es cierto, eso no puede ser verdad −pidió−. ¿Verdad que no es cierto? −suplicó llorando.–Lo siento mucho, pequeña, yo qué más quisiera que decirte que no. –respondió su hermano con la voz cortada, posib
“Todos pueden controlar un duelo, excepto el que lo tiene”~William Shakespeare~Estaba de demás preguntarle a Neyra si Alexander era el padre de ese niño, los Kohl no sabían cómo reaccionar. Nerviosos y a la vez emocionados, se acercaron a ella y al niño para saludarlos, al ver la carita del niño comentaron el increíble parecido entre el pequeño y Alexander. Después de un prolongado silencio y un profundo suspiro, Neyra hablo.–Así es, de nada serviría decir lo contrario o tratar de negarlo. Porque tiene un gran parecido a su papá.Enseguida, Neyra puso una rodilla en el suelo para ponerse al nivel del niño y poder hablarle viéndolo a los ojos.–Mi amor, ellos también son tus abuelitos. Son los papás de tu papi.–¿De verdad mami? -preguntó con un brillo de alegría en sus ojitos y una expresión de felicidad en su carita. – Sí, amor. –respondió ella al momento que lo tomo en sus brazos.–Él es Bryan, es un niño encantador y... – dijo Neyra mordiendo su labio inferior mientras trataba
~La culpabilidad es el peor de los castigos~La señora Kohl tenía una pregunta para Neyra y estaba casi segura de la repuesta, pero aun así prefirió preguntarle.–Neyra ¿Alex lo sabe?–No. –intentó responder ella, pero el nudo que se formó en su garganta y las lágrimas que estaban a punto de salir hicieron casi imposible que lograra pronunciar esa simple y pequeña palabra. Únicamente pudo negar con su cabeza.–Quédate tranquila, el niño va a estar bien. –aseguró la señora.–Sentimos mucho lo de tu papá, de corazón te damos nuestro más sentido pésame. Si podemos hacer algo por ti o por tu familia, por favor no dudes en pedirlo. Tú sabes cuánto apreciamos a tu padre. –expresó el señor, visiblemente afectado por la inesperada partida de su fiel y eficiente capataz.Neyra mordió sus labios para evitar que un sollozo escapara. Sin poder decir nada, sólo asentó con la cabeza y comenzó a caminar hacia donde estaba su mamá. A todos les dolía la repentino fallecimiento de Manuel, pero ninguno d
♥ Las Consecuencias ♥ ~Somos libres para equivocarnos, pero no para pagar el alto precio del error ~Neyra regresó al lado de su familia y ahora que Bryan no estaba presente, finalmente se permitió dejar salir a flote las emociones que había estado conteniendo para no hacer sentir mal niño. Se sentía devastada, en ese momento no sabía que le dolía más: si el saber que no iba a volver a ver a su papá, o el saber que de ese día en adelante tendría que separarse de Bryan para que también pasara tiempo con Alexander y su familia; eso era lo correcto y lo que se tenía que hacer.Las horas pasaban y mientras tanto Neyra se rehusaba a apartarse del ataúd. La parte superior estaba abierta, así lo había pedido ella; ya que deseaba continuar viendo a su papá. Se rehusaba a dejar de ver el rostro de Manuel y verlo con su camisa favorita que se ponía cuando había un evento o alguna fiesta. Se negaba a quitarse de ahí, en ratos se sentaba sólo por un momento en una de las sillas más cercanas a
~El enemigo más temible del hombre no es la muerte, sino el dolor~Neyra estaba en su propio mundo, era la única que estaba apartada de su familia; no se veía nada bien y lo que menos quería Alexander en ese momento era intranquilizarla con su presencia. Si ella se había apartado era porque no deseaba que nadie perturbara sus pensamientos. A pesar de que Alexander deseaba poder abrazarla para consolarla, sabía que era mejor mantenerse alejado de ella por el momento; para evitar un mal rato.Poco después Alexander salió para buscar a Bryan, no lo vio, ni Luis, ni a los otros niños. Lo que se vio, fue un hombre que se le quedó viendo como si lo conociera, pero mirándolo con desprecio, como si le debiera algo. En otro momento y en otro lugar no hubiera dudado en preguntarle si lo conocía, o cuál era su problema, pero estaban en funeral del abuelo de su hijo. Por respeto a quien fue el capataz del rancho, solo miro con desinterés al desconocido que acaba de llegar.Alexander lo siguió con
~El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional~Alexander los vio caminar hacia Neyra y vio como el niño la llamó varias veces antes de que ella volteara. Al verlo se agachó para abrazarlo, cuando ella se levantó Bryan la abrazó de la cadera y recargo su carita en el vientre de ella antes de darle un beso. Neyra sorprendida, volteó a ver a Edward, antes de acariciar el cabello al niño.Al ver eso, Alexander se quedó con la duda, de si el niño le dio un beso en esa parte porque su carita llega hasta ahí, o si habría alguna otra razón. Por su mente cruzo la posibilidad idea de que Neyra estuviera embarazada; lo pensó por un momento, pero descartó esa posibilidad al percatarse de que ella estaba más delgada.En ese momento Alexander se acercó a Linda, quien se veía inquieta y preocupada mientras veía a Neyra tan ausente a un lado de la caja, a todos les dolía verla así.–Necesitamos quitar a Neyra de ahí. Edward me pidió que mandara comprar un tensiómetro (la máquina portátil para
“En la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias”~Robert Green Ingersoll~Alexander tuvo la impresión de que Neyra estaba demasiado tranquila. Sabía que ella estaba dolida y enojada, y que sólo era cuestión de tiempo para que el mar de emociones que estaba conteniendo salieran de control. Al ver la reacción de Neyra cuando intentaron cerrar el ataúd, comenzó a acercarse hacia donde se encontraba ella. Estaba muy alterada y eso no iba a terminar bien, por suerte, Alexander llego al lado de Arturo justo antes de que una de las rodillas de ella tocara el piso.En una principio todos pensaron que Neyra sufrió sólo un desmayo y que pasaría cuando le pasaran un algodón con alcohol por los orificios nasales; lo cual no sucedió. Al poco rato, Alexander comenzó a sentir algo húmedo en su brazo, pero no le prestó atención. Fue hasta después que se percató que lo que estaba humedeciendo su brazo era sangre. La sorpresa desapareció cuando comprendió que no era de él, sino de Neyra.Al