Ella lo miro con ese tipo de mirada de que no confiaba en él, y nunca lo haría. Pero no tenía más remedio. El camino era largo y aburrido, y sin hablar con nadie sería un infierno. Todo el mundo estaba ocupado vigilando o en sus asuntos, así que si el Alfa quería saber la historia podría contarle un poco de ella. Total, era una historia de hace muchos años nadie podría saber si era falsa o real.
—Bueno le contare lo que se, a mi padre no le dio mucho tiempo contarme todas las historias de mis antepasados. Dijo con pesar.
—Está bien, solo dime lo que sepas.
—Hace muchísimos años atrás mucho antes de yo llegar a este mundo, en mi aldea vivía una loba solitaria, se decía que ella nunca había encontrado a su pareja por lo tanto no se había unido a nadie por el simple hecho de esperar a su mate
—Debemos parar.—Me parece una buena idea. Dijo la albina.—Dígale a su gente, yo hablare con los míos.—Creí que todos éramos su gente señor Dallas. Le menciono con desdén.—Y así es, pero por ahora no me hacen caso. Pero una vez que estén en mis dominios todos y cada uno de ustedes me obedecerán.Ella lo miro con la frente en alto, para luego girarse sobre sus talones y reunirse con las mujeres y los niños.—¿Qué crees de esa historia? Pregunto Seus.—Me parece muy creíble.—Sí, pensé lo mismo. ¿Con que estamos luchando?—No lo sé. Pero es peligroso, y estas mujeres albinas están en peligro.—¿Crees que esa matanza era para llevar
—Mi señor, disculpe que lo interrumpa, pero debe saber que Derek está agonizando.—¿Se les paso la mano o qué? Dijo frotándose el puente de la nariz.—Emm… Sí señor. Dijo el joven agachando la cabeza.—¡Qué idiotas son todos! Les dije claramente que no lo golpearan hasta morir, nadie en esta puta casa me oye. Todo lo tengo que hacer yo, estoy rodeado de una pandilla de inútiles. Grito resonando en toda la casa.El joven seguía frente de la puerta mostrando respecto a su jefe, este se levantó de la silla hecho una furia. Y camino con paso firmes hasta el sótano, tendría que encargarse el mismo del patán que estaba abajo aún con vida, o eso esperaba. Llego hasta su celda abierta, el doctor curaba sus heridas, así lo había pedido Daren cada vez que
No paso mucho desde que el chico se había ido cuando ella empezó con sus miradas sospechosas y sus risas tontas, ella estaba en silencio no le iba a dar de que hablar. La conocía, podía llegar a ser muy intensa. Pero de nada sirvió, mientras hacia el intento de preparar un desayuno decente Eve, la bombardeo a preguntas.—¿Entonces qué? ¿Ya se traen algo no es así? Dijo alzando las cejas.—¿De qué hablas? Le dijo seria la peli castaña.—No te hagas, he visto la mirada que dio antes de irse. Te aseguro que si no hubiera estado aquí te hubiera comido viva hermanita.—Estas alucinando.—¡Oh, no! claro que no. Eso no lo imagine.—Hablando en serio. Quiere que nos quedemos en su casa, dice que aquí no puede protegernos.—Y mucho ti
—“Debes mantener la calma” le dijo Dom.—“Pero ella causa eso en mí, lo sabes es inevitable”—“Estas así porque se aproxima tu celo”—“Es más que eso Dom, la amo con todo mi ser”—“Lo sé, pero también hay que echarle la culpa a tus ganas de marcarla. Pero estas más que claro que no podrás hacerlo”Eso lo dejo pensativo, un hombre lobo podía marcar a otra de su propia especie, pero jamás a una humana ordinaria la mataría del dolor. Por eso se sintió algo decepcionado al saber que su mate era una simple humana, nunca llegaría a tener ese lazo con ella. Ese vínculo importante que todas las parejas tienen. Le daba coraje saber que ella seria de él, pero cualquier otro podría reclamarla como
Sacarle dinero a Daren parecía su única opción, estaba más que claro que pagaría por las chicas lo que fuera. Si no, no se tomaría tantas molestias en buscarla como loco.Se quedó sentado ideando un plan para poder vivir, en cuanto tuviera en sus manos algunas de las chicas la tomaría como rehén, y negociaría con Daren. Total si lo mataban al menos se vería satisfecho de fastidiarle el día a su jefe asesinando a una de sus preciadas mujeres. La verdad es que nunca entendió porque estaba obsesionado con ellas. Ellas unas mujerzuelas como cualquier otra. Al menos que no lo fueran, ¿y si eran puras aún? Esa podría ser una razón muy factible del porque su jefe las quería intactas.—Eres un hijo de perra Daren… Muy astuto, pero no más que yo.Estaba por caer la noche, y las jóvene
La albina la observo salir de la habitación, y la irrito la idea de que nadie la respetaría como lo que era un Alfa. Por el momento tendría que acostumbrarse a que seguía a otro líder. Pero eso no sería por mucho tiempo. Vio la cama recién hecha y toco la suavidad de las sabanas, suspiro, extrañaba su casa en lo más profundo de su alma. No quería estar allí. Una lagrima rodo por su mejilla, pero esta se la limpio enseguida. No quería estar vulnerable, debía ser fuerte por su pueblo o lo que quedaba de él.—Muy bien chicas creo que será mejor que suban a su habitación, mañana tendremos tiempo de hablar del porque están aquí. Hablo Marcus. Las chicas miraron a Ethan.—Vayan a descansar. Les dijo el joven.—Lamento si te causamos problemas Ethan, es lo que menos queremos en serio.
—Baja por las buenas, o te bajo por las malas.—Eres un cobarde. Asesinaste a mi hermana. ¡Bastardo!—¿Tu hermana? Ah sí, la recuerdo, una buena chica. Pero muy insistente. Pero eso no tiene que ver con nosotros, sabes porque te traje aquí Gina. Te portaste mal.—Por querer huir de esta vida de perros, vi lo que le hicieron a mi pobre hermana. Casi no quedo nada de ella. Maldito miserable. Dijo llorando.—¡Qué pena! Dijo sin un Apis de tristeza.—Digamos que ella no se merecía eso, pero tu si lo que mereces. Escapar de aquí no es una opción para ustedes princesa.—Púdrete Daren. Eres un animal.—Si lo soy. Dijo con voz ronca, casi irreconocible. La mujer se asunto y perdió el equilibrio cayendo de lo alto del árbol.El impacto logro que se do
Las ganas que tenia de asesinarlo no eran normales, deseaba arrancarle el corazón de su maldito pecho y entregárselo a sus chicos así no tendrían que soportarlo por más tiempo. Apretó la mandíbula mientras sus ojos se volvían sangre de la ira. Los lobos olieron sus intenciones acercándose más a él, no permitirían que tocase a su líder.—Lamento decepcionarte Daren, pero esos pensamientos que tienes sobre arrancarme el corazón no los podrás llevar a cabo. Jamás podrás asesinar a tu propio padre. Sentencio Lucían.El sol se colaba por la ventana de las chicas, Shery se removió en la cama tratando de buscar comodidad y alejándose todo lo posible del sol que le daba justo en la cara. Vocifero una retahíla de maldiciones cuando la brisa levanto aún más las cortinas dándole paso a u