—Eve quiero que hagas esa maleta ahora mismo, nos vamos antes del alba.
—¿Pero a dónde? Si no tenemos dinero.
—A dónde iremos no necesitaremos dinero o eso espero.
—¿Qué lugar es ese?
—Donde me llevo aquel joven que me salvo.
—¿Qué?
—Shh… No grites Eve, lo mejor es que hablemos en voz muy baja.
—Está bien, confiare en ti ¿tienes hambre?
—¿Tienes comida?
—Sí, esta mañana encontré una caja pizza nueva sin tocar y guarde algunas porciones aquí. Lo siento esta fría y dura.
—No importa, es mejor que nada.
Comió vorazmente los trozos de pizza, su hermana le dedico una sonrisa cálida que aunque ella no lo supiera la calmaba.
—Muy bien, está decidido mañana partimos antes del alba a mis dominios. La vos de Marcus Dallas era fuerte y ronca en la sala de reuniones del territorio de los Lobos Blancos.—Es un viaje un poco forzado teniendo en cuenta que la mayoría de los viajeros son cachorros y mujeres señor Dallas ¿ha pensado en eso? Porque yo sí, son mi gente y me preocupo por ellos. Le decía una pequeña chica de increíbles ojos azules y cabello plateado.—Claro que he pensado en ellos, es por eso que iremos en forma de humanos. Para no forzar a nadie, algunos irán transformados para nuestra protección.—Le advierto que nos costara mucho integrarnos a su manada señor Dallas. Decía con ímpetu.—Princesa Deysi, debe dirigirse como su alfa, ya ha firmado el acuerdo. Le dijo el Beta de Marcus.—
Ethan volvió a su estado de humano, el problema era que no tenía ropa encima. Se las tenía que apañar, y Shery también. La podía oír conversar con alguien más, quizás la hermana la que vio la noche anterior. Se armó de valor y abrió el paso hasta el otro lado, salió detrás de unos arbustos que ocultaban la entrada y salida a cualquier lobo perteneciente a la manada Luna Azul. Y al hacerlo se vio cara a cara con ella. Más Shery al verlo, más que asustada estaba era sorprendida. Se vieron a los ojos por unos segundos, para después el notar que ella lo estaba observando cuerpo entero. —¡Pero que rayos! Su hermana grito detrás de ella. Rompiendo con el hechizo de ella y el. —Shery aléjate de ese hombre. Eve había tomado una roca grande amenazando al extraño desnudo.—No es
—¡Al fin despiertas! Eres una dormilona. Escucho la voz de su hermana cerca de ella, giro un poco su cuerpo para poder verla.—Hola. ¿Cuánto dormí?—La verdad todo el día, ni te moviste para nada. Me preocupo la idea que no te despertaras para tomar agua.—Ahora si quiero un poco de agua. ¿Qué es ese olor? ¿Estás cocinando?—Sí, ya cayó la noche debemos cenar algo.—¿De dónde sacaste la comida? ¿Dónde está Ethan?—¡Tú chico apuesto! Se fue, dijo que regresaría más tarde. El trajo comida y otras cosas más, es buena gente.—¿Ya son los mejores amigos? Y no es mi chico.—Bueno parece que tú eres su chica, le gustas. Y sí, me cae muy bien. A
Ella lo miro con ese tipo de mirada de que no confiaba en él, y nunca lo haría. Pero no tenía más remedio. El camino era largo y aburrido, y sin hablar con nadie sería un infierno. Todo el mundo estaba ocupado vigilando o en sus asuntos, así que si el Alfa quería saber la historia podría contarle un poco de ella. Total, era una historia de hace muchos años nadie podría saber si era falsa o real. —Bueno le contare lo que se, a mi padre no le dio mucho tiempo contarme todas las historias de mis antepasados. Dijo con pesar.—Está bien, solo dime lo que sepas.—Hace muchísimos años atrás mucho antes de yo llegar a este mundo, en mi aldea vivía una loba solitaria, se decía que ella nunca había encontrado a su pareja por lo tanto no se había unido a nadie por el simple hecho de esperar a su mate
—Debemos parar.—Me parece una buena idea. Dijo la albina.—Dígale a su gente, yo hablare con los míos.—Creí que todos éramos su gente señor Dallas. Le menciono con desdén.—Y así es, pero por ahora no me hacen caso. Pero una vez que estén en mis dominios todos y cada uno de ustedes me obedecerán.Ella lo miro con la frente en alto, para luego girarse sobre sus talones y reunirse con las mujeres y los niños.—¿Qué crees de esa historia? Pregunto Seus.—Me parece muy creíble.—Sí, pensé lo mismo. ¿Con que estamos luchando?—No lo sé. Pero es peligroso, y estas mujeres albinas están en peligro.—¿Crees que esa matanza era para llevar
—Mi señor, disculpe que lo interrumpa, pero debe saber que Derek está agonizando.—¿Se les paso la mano o qué? Dijo frotándose el puente de la nariz.—Emm… Sí señor. Dijo el joven agachando la cabeza.—¡Qué idiotas son todos! Les dije claramente que no lo golpearan hasta morir, nadie en esta puta casa me oye. Todo lo tengo que hacer yo, estoy rodeado de una pandilla de inútiles. Grito resonando en toda la casa.El joven seguía frente de la puerta mostrando respecto a su jefe, este se levantó de la silla hecho una furia. Y camino con paso firmes hasta el sótano, tendría que encargarse el mismo del patán que estaba abajo aún con vida, o eso esperaba. Llego hasta su celda abierta, el doctor curaba sus heridas, así lo había pedido Daren cada vez que
No paso mucho desde que el chico se había ido cuando ella empezó con sus miradas sospechosas y sus risas tontas, ella estaba en silencio no le iba a dar de que hablar. La conocía, podía llegar a ser muy intensa. Pero de nada sirvió, mientras hacia el intento de preparar un desayuno decente Eve, la bombardeo a preguntas.—¿Entonces qué? ¿Ya se traen algo no es así? Dijo alzando las cejas.—¿De qué hablas? Le dijo seria la peli castaña.—No te hagas, he visto la mirada que dio antes de irse. Te aseguro que si no hubiera estado aquí te hubiera comido viva hermanita.—Estas alucinando.—¡Oh, no! claro que no. Eso no lo imagine.—Hablando en serio. Quiere que nos quedemos en su casa, dice que aquí no puede protegernos.—Y mucho ti
—“Debes mantener la calma” le dijo Dom.—“Pero ella causa eso en mí, lo sabes es inevitable”—“Estas así porque se aproxima tu celo”—“Es más que eso Dom, la amo con todo mi ser”—“Lo sé, pero también hay que echarle la culpa a tus ganas de marcarla. Pero estas más que claro que no podrás hacerlo”Eso lo dejo pensativo, un hombre lobo podía marcar a otra de su propia especie, pero jamás a una humana ordinaria la mataría del dolor. Por eso se sintió algo decepcionado al saber que su mate era una simple humana, nunca llegaría a tener ese lazo con ella. Ese vínculo importante que todas las parejas tienen. Le daba coraje saber que ella seria de él, pero cualquier otro podría reclamarla como