Al salir del local, Clyde caminó por la calle como si fuera hacia la parada de blusas que estaba a un par de calles más adelante. Los matones le siguieron de inmediato, estaban seguros de que ellos podrían dominarlo, además iban armados, todos portaban cuchillos de caza bien afilados y un par de ellos cargaban sendas pistolas automáticas.Cuando lo vieron caminando la mayoría pensó que se los estaba poniendo bastante fácil, porque Clyde se alejaba de la multitud que había en el local, así podrían atacar con lo que tuvieran sin temer que la policía hiciera acto de aparición de improviso.Aunque la policía estaba patrullando con bastante frecuencia por los centros nocturnos y las calles cercanas, por si acaso se producía alguna reyerta entre las bandas o, mejor aún, para ver si podían echarle mano a misterioso vigilante que tenía en jaque a las mismas bandas, en especial a la de los Jokers.Clyde se movió con rapidez y al llegar a la parada, en lugar de quedarse allí cruzó la avenida ha
Clyde agarró al sujeto por la pechera de la chaqueta y lo levantó, al mismo tiempo que tomaba el arma de la mano y la apretaba con tal fuerza que la deformó, al menos lo suficiente como para que quedara inutilizada.No estaba seguro si podía hacer eso, pero el abuelo Angus había escrito que había roto, más de una vez, espadas con las manos limpias. Por eso no tuvo dudas de que podría hacerlo con cierta facilidad.—¡No me mates, por favor! —le suplicó el hombre en el colmo del pánico.Y no era para menos, el ser que lo tenía agarrado por la chaqueta debía medir más de dos metros, porque él era un hombre alto y fornido y este lo había levantado como si fuera un muñeco de trapo relleno de plumas.Y encima los ojos le fulguraban con un destello azul que lo hacía parecer demasiado impresionante.—¿Y tú no pensabas en matarme a mí? —le preguntó Clyde con su voz que parecía salir del fondo de la tierra.—N - no, señor… —dijo con voz temblorosa— Sólo quería asustarlo… por favor.Clyde no quis
El ayudante de la patrulla tomó la radio de inmediato para indicar hacia donde había huido el sujeto de las peleas, como ahora llamaban a Clyde en los medios policiales.Cuando la patrulla oyó el primer disparo alertó a la comisaría de policía y el helicóptero del departamento despegó para ir a cubrir a las patrullas en el caso de que tuvieran que perseguir a alguien a alta velocidad.Así que cuando los patrulleros reportaron el lugar donde se había producido la pelea, la aeronave se había dirigido hacia allí de inmediato. La patrulla comenzaba a dar la vuelta para ir por otra calle para tratar de seguir al individuo, porque el parque tenía acceso para vehículos pero no por esta calle, cuando el helicóptero pasó por encima de ellos.El patrullero llamó a la nave para indicar la vestimenta del sospechoso, suéter azul claro de manga larga y pantalones de jean, con una especie de zapatillas ligeras.El helicóptero pronto localizó a Clyde, quien se había quedado tranquilo pensando que los
—Este sujeto es incansable, jefe —ladró con asombro el piloto por la radio— O si no, debe ir full drogas, jamás había visto a alguien correr así, durante tanto tiempo y tan rápido.Reynolds no le contestó de inmediato, sin embargo una sonrisa de complacencia le marcaba el rostro, esa era una de las pruebas que tenía de que el ser que estaban buscando desde hace tiempo era algo más allá de lo normal.—Procura no perderlo de vista, Spencer —le dijo al piloto— O lo próximo que vas a pilotar es el carrito de la limpieza en la estación —le advirtió.—No lo perderé, jefe —le aseguró mientras trataba de acercarse al veloz hombre que corría debajo.—Parece que lleva una especie de máscara —dijo el copiloto mirando con atención al corredor.Nadie le contestó, pero los tripulantes trataban de verlo más de cerca.Mientras tanto el teniente podía ver al otro helicóptero, y abajo pudo ver las luces de los dos vehículos todoterreno que estaban llegando a unirse a la persecución.Clyde descendió por
Cuando Clyde llegó a los límites de la ciudad, atravesando el parque que había cruzado para huir había pasado bastante tiempo, los helicópteros y los demás vehículos lo buscaban a varias millas de allí por lo que cuando llegó a un cercado con una puerta alambrada la saltó sin mayores problemas.Había pensado en transformarse en la criatura, o volver a la forma humana, pero sin ropa llamaría demasiado la atención, por lo que decidió seguir siendo un lobo completo. No era raro que de vez en cuando apareciera un lobo en la periferia de la ciudad y algunos hasta se aventuraban a pasear por los parques y calles de la urbe.Por ello era mejor así, caminar con cuidado como un lobo adulto. Ya era algo tarde por lo que las calles estaban prácticamente solitarias, solo tenía que evitar las zonas de diversión y las avenidas principales. Así que tomó calles secundarias y solitarios parques hasta que llegó al urbanismo donde vivía.Un auto lo hizo saltar detrás de un grueso seto en la entrada de l
Megan se había arreglado a propósito para esa noche, lucía un hermoso vestido de tela suave y brillante que le llegaba a varios centímetros por encima de las rodillas, lo que la hacía lucir sus hermosas y bien torneadas piernas.El escote era generoso, de manera que sus hermosos pechos resaltaban a simple vista. Esa noche Megan se veía impresionantemente bella y sensual. Y así se lo hizo saber su amiga Sandra.—¡Te ves espectacular, Megan! —le dijo con toda sinceridad— ¿En serio vas a seducir al duro de Clyde McCallum?—No voy a seducirlo, Sandra —le dijo ella sonriendo— Lo voy a hacer mío por completo.—Por Dios, amiga —le dijo haciendo gestos de abanicarse con la mano— Haces que me sienta realmente “hot”—Jajajajaja —se escuchó la franca risa de Megan— Si eres tonta. Además, ya sabes como es Clyde, tan formal y caballeroso. Parece como si hubiera nacido unos cuantos siglos atrás.—Sí, es posible —le replicó su amiga— Pero no me vas a decir que no estuvieron a punto de hacerlo cuando
—No entiendo, Clyde —Megan sacudió la cabeza como para aclarar su mente— ¿De qué me estás hablando, acaso eres gay?A duras penas Clyde pudo aguantar la risa, a pesar de ser un hombre bastante formal, la salida de Megan lo dejó descolocado y le dio mucha risa al mismo tiempo. Pero con eso pudo relajar un poco sus facciones y ya no se sintió tan inseguro.—No, amor, no es eso —Dijo con la cara entre risueña y seria, lo cual le daba un aspecto un tanto cómico.—Entonces… No entiendo, Clyde —le dijo.—Ven, amor —le dijo mientras la conducía al mueble grande de la sala— Te voy a explicar.El joven buscaba en su mente la mejor manera de decirle quién o qué era, pero no encontraba cómo decirlo sin sonar fantasioso.Megan estaba más preocupada que asustada, sin embargo su cerebro pensaba a una velocidad alucinante, se le ocurrieron tantas cosas en esos segundos: enfermedades incurables, ex esposas, fraudes financieros, terrorismo internacional y muchos más. Pero decidió, que si lo amaba debe
Rachel estaba tan conmovida que su cuerpo lo manifestaba con un ligero temblor y sus ojos se habían humedecido por la gratitud que sentía.—Amor, nunca creí posible encontrar al ser que me había salvado esa vez —su voz sonaba muy emocionada.—Tranquila, mi amor —le decía Clyde mientras la abrazaba con fuerza.Después de unos momentos en silencio donde solo sentían el calor el uno del otro, Rachel se separó de él, para mirarlo con todo el sentimiento de gratitud reflejado en su hermoso rostro.—Yo tenía sospechas —le dijo— Sospechas de que no eras un hombre normal, me refiero a esa vez cuando me salvaste. Sandra y yo fuimos a la cárcel a entrevistar a los sujetos que me atacaron en el parque.—¿En serio? —estaba entre sorprendido y sonriente— ¿Y qué descubriste?—Bueno, que había cosas que no se podían explicar por medios normales—le dijo— Como por ejemplo: que me cargaras hasta el hospital sin cansarte, la demostración de fuerza al tratar a los tipos esos y despacharlos con tanta faci