¿Qué podría salir mal está vez?, se preguntó Matthew mientras contemplaba un cielo sin luna. Liberar a la madre de Max no era la mejor idea, no importa el esfuerzo no podría rescatarla.

Repasaba un libro antiguo donde fueron ilustradas todas las reglas, buscando una en especifica... Ojeaba el libro muy concentrado hasta que la encontró. Apretó el puño y con fuerza golpeó contra la baranda, luego sus ojos de cubrieron con lágrimas.

_¡Eres es un estúpido!, murmuró entre dientes.

No podía creer que Max sea capaz de algo como eso... El niño que jamás rompía una sola regla de la manada, el correcto y perfecto antes los ojos de todo, había hecho un gran sacrificio y el costo de un mínimo error lo pagarían todo.

Al cabo de un rato después de meditar por un largo, observó a Rossi durmiendo en su cama tan plácidamente... Ella era su luna, nunca había considerado sentar cabeza, pero la sensación de perderla lo hacía reconsiderar.

Río en silencio, por su ocurrencia.

_¡Es absurdo!,