Pasaron dos horas cuando unos murmullos llegaron a nuestros oídos, lo bese un momento y salí para averiguar, mis padres estaban enojados, me acerque a ellos y pregunte con dudas

—¿Qué es lo que pasa? ¿la agarraron?

Mi mamá lanzó un resoplido como si se desinflara y hablo

—No, mi amor, alcanzo a huir porque le puso en sobre aviso el idiota de Mario

Recién caí en cuenta de que no sabía nada del idiota y camine hacia su habitación cuando Carl me detiene y me comenta

—No creo que quieras ver lo que está allá adentro querida, solo debes saber que recibió su justo castigo

Entendí lo que me quiso decir y regresé al lado de Albert, mi mamá hablo con la rectora por mi ausencia las de Albert y Mario, pero yo estaba con la curiosidad de ver a esa rata asquerosa de Mario, deseaba tanto verlo como pago su metida de pata, cuando la enfermera de recepción se fue con unas carpetas, ingrese sigilosa a la habitación de Mario a verlo casi me da un infarto, por Dios estaba irreconocible, hinchado, morado